Mónica Rodríguez y David Peña Toribio junto a Gabriel Brandariz en la rueda de prensa de los Premios SM

La niña Invisible, de David Peña Toribio (más conocido como "Puño"), y Biografía de un cuerpo, de Mónica Rodríguez, han sido galardonados con los premios que convoca anualmente la Fundación SM a las obras de literatura infantil y juvenil, ambos dotados con 35.000 €. El fallo del jurado tuvo lugar el pasado diciembre, y las obras premiadas saldrán a la venta el jueves 19 de abril. Esta noche tendrá lugar la ceremonia de entrega, presidida por la Reina en la Real Casa de Correos.



La niña Invisible ha recibido el Premio El Barco de Vapor de literatura infantil por ser una novela que, "partiendo de la tradición literaria y estando ambientada hace miles de años, es capaz de crear una historia cercana que habla de un tema muy actual, sin renunciar al lirismo y componiendo una protagonista que ganará el corazón de los lectores".



El jurado estuvo compuesto por Mercedes Hernández, jefe de producto de FNAC; Inés Miret, consultora especializada en temas relacionados con la lectura; Anna Manso, escritora; Marta Novo, directora general de SM en España; Gabriel Brandariz, gerente de Literatura Infantil y Juvenil de SM, y Berta Márquez, editora ejecutiva de SM, como secretaria.



La novela cuenta la historia de Trog, una niña prehistórica tenaz e inteligente que vive con el sueño de hacer "el Viaje", una experiencia que atraviesan todos los niños y hombres de la tribu de los Invisibles, expertos cazadores. En ese Viaje, los niños que consigan volver con una presa podrán incorporarse al consejo de la tribu. Trog se rebela contra la realidad que sólo permitía a los niños realizar el Viaje y, contra todo pronóstico, consigue emprenderlo, viviendo grandes aventuras y llevando a su tribu a un "nuevo mañana".



El autor, David Peña Toribio, con una amplia experiencia como ilustrador, ha afirmado que "La niña Invisible es un libro de aventuras que trata sobre hacerse mayor, la pertenencia al grupo, feminismo, arte prehistórico y otras cosas", una novela que quiere incitar a los niños "a perseguir sus sueños, a no rendirse, a tener miedo nada más que a no intentarlo, a ayudarse unos a otros, a unirse contra la discriminación", porque "para progresar como especie es necesario romper lo establecido, cuestionarlo y practicar nuevas soluciones". Cree, además, que en este momento la literatura infantil hace más falta que nunca, "con tanto ruido y tantos discursos diferentes", por lo que "son necesarias voces honestas que no pretendan vender algo ni convencerles de nada, tan solo ofrecerles un circulito de luz que muestre lo que hay en la oscuridad".



El libro, ilustrado por Marta Altés, trata de los dos temas que más interesan al autor, "la prehistoria y el dibujo", y en él ha incluido "todas las ideas arqueológicas que me fascinan, con mucho cuidado para que todos los datos que aparecen en el libro procedan de referencias científicas reales. También he evitado, en la medida de lo posible, nombrar conceptos que no hubiesen sido inventados o descubiertos, como medidas de distancia o el paso del tiempo". Eso ha sido especialmente difícil, "porque por entonces aún no habían inventado nada", bromea.



Premio Gran Angular

Por su parte, Biografía de un cuerpo, de Mónica Rodríguez, ha recibido el Premio Gran Angular de literatura juvenil por "construir con gran calidad literaria, un lenguaje tan exigente como eficaz y una estructura narrativa evocadora, un relato que nos habla de la pasión, el drama y el milagro de la adolescencia con personajes que discurren, como todos nosotros, entre el ensayo y el error".



El jurado ha estado compuesto por José Luis Trívez, bibliotecario del madrileño Colegio del Pilar; Gemma Lluch, profesora e investigadora de la Universidad de Valencia; Gonzalo Moure, escritor; Mabel Cotera, gerente de marketing de Literatura Infantil y Juvenil de SM; Gabriel Brandariz, gerente de Literatura Infantil y Juvenil de SM, y Patrycja Jurkowska, editora ejecutiva en SM, como secretaria.



Biografía de un cuerpo nos mete en la piel de Marcos, un estudiante de danza clásica adolescente. Su pasión por la danza y el deseo de satisfacer a su padre chocan de pronto con los cambios de su cuerpo, los conflictos propios de su edad y la búsqueda de identidad.



La novela surgió, en palabras de su autora, "de la necesidad de comprender a mi hija, dedicada a la danza clásica desde pequeña, una disciplina muy exigente y que requiere mucho trabajo, mucho esfuerzo y a la que finalmente solo pueden dedicarse unos pocos". La danza es algo que "añade más presión a una etapa ya de por sí muy complicada". Biografía de un cuerpo es la historia de un adolescente en busca de su identidad, que es "la tarea más importante del adolescente, descubrir quién es y, sobre todo, quién quiere ser".



40 años de los Premios SM

Esta edición de los Premios SM no ha sido una más. Las colecciones El Barco de Vapor y Gran Angular cumplen cuatro décadas, 40 años dedicados a promover la creación de una literatura para niños y jóvenes que fomente el gusto por la lectura y que transmita, con calidad literaria, unos valores humanos, sociales, culturales o religiosos que ayuden a construir un mundo más digno, al tiempo que apoyan a autores e ilustradores y devuelven a la sociedad, a través de la Fundación SM, los beneficios de la actividad empresarial de la editorial.



Los libros de El Barco de Vapor y de Gran Angular fueron una apuesta arriesgada en unos años en los que todo estaba cambiando, y era necesario proporcionar a los educadores obras literarias de primer nivel. Las dos colecciones fueron pioneras y abrieron camino a un buen número de colecciones semejantes que los tomaron como ejemplo, publicando obras en las que convivían el humor, la aventura, la fantasía, el drama y la vida cotidiana, tratando siempre temas universales con los que cualquier lector podría sentirse identificado.



Muchas generaciones han crecido leyendo libros de estas dos colecciones desde 1978, como El Pampinoplas (primer libro de la colección) o Fray Perico y su borrico, el más vendido de toda la colección. Uno de esos fieles lectores es el propio autor galardonado con el Barco de Vapor, que afirma que el primer libro que leyó sin ayuda de un adulto fue uno de El Barco de Vapor, por lo que "mi compromiso con la colección es absolutamente sentimental".