José Álvarez Junco y Adrian Shubert durante la presentación de Nueva Historia de la España contemporánea

En Nueva historia de la España contemporánea José Álvarez Junco y Adrian Shubert reúnen a un total de 37 historiadores que analizan nuestra historia desde una perspectiva cronológica, temática y biográfica.

Bajo el título de Nueva historia de la España contemporánea (1808-2018) (Galaxia Gutenberg) José Álvarez Junco y Adrian Shubert reúnen a un total de 37 historiadores, 29 de ellos españoles, entre los que se incluyen nombres como el Santos Juliá o Aurora G. Morcillo. Estructurado en torno a tres ejes, cronológico, temático y biográfico, que se entrecruzan y entre los que hay constantes referencias mutuas, todos ellos, especialistas en cada uno de sus campos, "analizan un capítulo muy convulso de más de 200 años de la historia española", en palabras de su editora María Cifuentes.



"El equipo que hemos podido reunir es fenomenal - explica Shubert durante el acto de presentación de la obra en la Fundación José Ortega y Gasset-. Gente muy conocida y también más novel, de distintas generaciones, con enfoques historiográficos variados y posturas políticas distintas".



Sin embargo, subraya el historiador canadiense, lo más novedoso "es la estructura tripartida que tiene. Es bastante común que la Historia presente una distribución cronológica o temática". Pero Nueva historia de la España contemporánea (1808-2018), que además incluye una parte de biografías relevantes, es un volumen "accesible y generoso con un lector general". Sus tres ejes permiten "entrar o llegar a él según los intereses o gustos" del consumidor.



José Álvarez Junco, el otro artífice de esta obra, se remonta a la Historia de España de Miguel Artola para explicar que hasta no hace mucho la historia era algo puramente estructural que carecía de narración. "Parecía que no había acontecimientos". En los últimos años se ha producido una especie de evolución en la manera de contarla. Ahora "los libros de Historia tienden a combinar la narrativa con el análisis. Nosotros añadimos un tercer nivel: el biográfico".



Un total de quince breves biografías de figuras representativas del mundo político y cultural, desde Fernando VII a Adolfo Suárez, pasando por Juan Prim, Pablo Iglesias, Dolores Ibárruri o Francisco Franco, conforman esta tercera parte. "Personajes, todos ellos, de la esfera pública" porque, "lamentablemente de la privada no hay rastros suficientes". En este sentido, interviene Cifuentes, otra novedad es "la mayor presencia de mujeres historiadoras e incluso en las biografías" de la obra, como es el caso de Pilar Primo de Rivera.



Escrito desde la distancia, porque la Historia "hay que mirarla desde lejos, no explicarla como los asuntos de familia de los que todo el mundo conoce ya el contexto", este nuevo acercamiento, que propone al lector una visión poliédrica, busca "explicar los hechos a alguien que se quiera acercar sin ser de la casa", afirma el autor de Mater dolorosa y Dioses útiles. Naciones y nacionalismos.



La obra aborda temas como la economía, los nacionalismos, los modos de vida, la cultura, la vida intelectual, los movimientos sociales, la religión, la guerra y los militares. Además, "hay capítulos únicos -analiza Shubert- como el que se dedica al Estado", "a la memoria histórica" o al "imperio". Para el historiador "es muy poco común encontrar un capítulo entero sobre esto o las migraciones en un tomo de historia general".



La situación catalana

Con todo, José Álvarez Junco es de la opinión de que "España no se diferencia especialmente a los países de su entorno". De hecho, recuerda Adrian Shubert, "si miras Gran Bretaña y ves el problema que tiene con el Brexit y luego miras a España y ves la situación catalana", se puede percibir que se tratan de "países distintos pero con una crisis política equiparable".



El autor español se pronuncia al respecto sobre los nacionalismos, y se plantea que "si la historia se caracteriza por algo, es por la complejidad mientras que si los nacionalismos se caracterizan por algo es por la simplicidad". Aunque, puntualiza, "cualquier tipo de nacionalismo, también el español". En el caso particular de Cataluña opina que "hay un bloqueo político y una tensión que se mantiene e incluso que interesa que se mantenga en algunas fuerzas políticas para rentabilizarlo políticamente. El Partido Popular ha sacado esa rentabilidad y Ciudadanos lo está sacando ahora. Los independentistas también la mantienen. Así que es bastante difícil que esa tensión disminuya".



Por su parte, Shubert tampoco se queda al margen. "Como canadiense -reflexiona-, este tema me interesa especialmente. Los movimientos nacionalistas se basan en mitos o en historias parciales y torcidas". El catedrático de Historias en la Universidad de York recuerda que "se habla mucho sobre el Bombardeo de Barcelona de 1842 y del General Espartero pero hasta su muerte, en 1879, Espartero fue en realidad una figura queridísima en Cataluña".



Historia o ficción

Entre los límites de la narración, la realidad o la ficción, y sobre cómo la Historia se va abriendo paso entre el género biográfico y más narrativo, los autores se plantean si ambas, Historia y ficción, pueden llegar a confundirse. "Un buen historiador -subraya Shubert- sabe distinguir entre ficción y un trabajo histórico. La ficción, no solo la novela histórica, es en sí una fuente para la historia y muchos historiadores han usado las novelas para sus trabajos. Por ejemplo, Galdós ha sido una fuente importante. Igual se puede decir de Dickens en el público anglosajón". Pero, matiza "siempre reconociendo que el valor de esa fuente es limitado".



Al respecto, recoge el testigo Álvarez Junco, "hay unos límites, terrenos de confluencia porque la Historia es narrativa". Para el autor, su labor tiene algo de narrador y de ficción, selecciona, utiliza recursos literarios y es subjetivo. El lector también lo es. "La Historia nunca va a ser matemática", aunque "lo que no se puede hacer es escribir algo que no esté anclado en algún tipo de prueba", concluye.



@mailouti