Lee aquí el prólogo de Paul Auster a Me acuerdo, la aforística autobiografía del artista y escritor Joe Brainard

Me acuerdo de esas veces en que no sabes si estás muy feliz o muy triste.



Me acuerdo de arrepentirme de no haber hecho cosas.



Me acuerdo de desear haber sabido antes lo que sé ahora.



Me acuerdo de las amapolas rojas silvestres de Italia.



Me acuerdo de los días lluviosos a través de la ventana.



Me acuerdo de los sonidos de las retransmisiones de béisbol que llegaban desde el garaje los sábados por la tarde.



Me acuerdo de un gran níspero.



Me acuerdo del silencio que se hizo en el restaurante Maxim's cuando apareció Gary Cooper vestido con un 'smoking' blanco.



Me acuerdo de los uniformes de los alemanes, me acuerdo de los refugiados.



Me acuerdo de que Fellini me llamaba Snaporaz.



Me acuerdo de una noche de verano con olor a lluvia.



Me acuerdo de que el día después de la muerte de Gide, Mauriac recibió este telegrama: 'El infierno no existe. Suéltate el pelo. Stop. Gide'.



Me acuerdo de Mayo del 68.



Me acuerdo de que mi tío tenía un 11 CV con matrícula 7070 RL2.



Artista y escritor, conocido por su trabajo experimental e innovador que incluyó collages , dibujo y pintura, diseños para portadas de libros y discos, vestuarios para el teatro y el uso del cómic como medio poético, Joe Brainard descubrió con su alabado e inclasificable libro Me acuerdo, que desde su irrupción en 1970 en el panorama literario de Estados Unidos se consideró una obra excepcional, una llave maravillosa para describir el pasado.



"Me acuerdo es una obra maestra. Los libros supuestamente más importantes de nuestro tiempo serán olvidados uno tras otro, pero la pequeña y modesta joya de Joe Brainard perdurará. Con frases sencillas y contundentes, traza el mapa del alma humana y altera de forma permanente la manera en que miramos el mundo. Me acuerdo es a la vez increíblemente divertido y profundamente conmovedor... Uno de los pocos libros completamente originales que he leído", afirmaba en su día el escritor Paul Auster, que aumenta sus elogios en el prólogo de esta edición. La originalidad de Brainard, de esas frases que recuperan trozos perdidos de memoria, creó escuela, influyendo en los libros de otros escritores como Mastroianni, que mantiene el tono de intimidad del norteamericano, o de Georges Perec, que en sus Je me souviens, dedicadas a Brainard, se muestra mucho más neutro, siendo ante todo unas memorias generacionales.



La fórmula elegida por Brainard es tan simple que muchos otros escritores se preguntaron por qué a nadie se le había ocurrido previamente. Su original forma, basada en una repetición casi de mantra, recoge más de mil evocaciones que empiezan con las palabras "Me acuerdo". Se trata de frases, en su mayoría breves, que activan un resorte en la mente al rescatar imágenes con las que han crecido varias generaciones de todo el mundo. Una entrañable mirada a lo más íntimo de la vida de Brainard y un retrato de la cultura y del imaginario popular del Estados Unidos de los cuarenta y los cincuenta.



El lector se enfrenta en Me acuerdo a una mezcla de pedazos inocentes de memoria con inmersiones en las partes ocultas de nuestras vidas y mentes, insertándose, aún de forma inconsciente, en tradiciones como la proustiana o la beckettiana. Pero los "Me acuerdo" de Brainard son mucho más que una cotidianidad compartida. Nacido en Arkansas, en las profundidades de Estados Unidos, su personalidad rompedora le impele al uso de la ironía y la provocación ante la pacata sociedad de su tiempo, algo patente en el corazón de su obra, de alto contenido sexual en algunos momentos, con confesiones extraordinariamente valientes. Sin embargo es cierto que en otros momentos, el escritor se deja llevar por un lirismo que logra describir todo un país, desde la monotonía del béisbol de los sábados hasta la luz de plástico de los neones agotados.

Lee aquí el prólogo de Paul Auster a Me acuerdo, la aforística autobiografía del artista y escritor Joe Brainard