Bill Clinton
Bill Clinton se lanza a la literatura. El antiguo presidente estadounidense colabora con el autor de best-sellers James Patterson en su nuevo thriller El presidente ha desaparecido, que publica hoy en España Planeta. Clinton confiesa leer por todas partes: "en mi escritorio, en la cama y en los aviones. Incluso en el coche cuando no estoy cansado".
Pregunta.- ¿Qué libros tiene actualmente en su mesilla de noche?
Respuesta.- El futuro es historia, de Masha Gessen. Es genial y está escrito en un estilo directo y franco muy apropiado para el tema. Calculo que pronto lo habré terminado. También están ahí, esperando su turno El futuro de la humanidad, de Michio Kaku; En defensa de la Ilustración, de Steven Pinker; y Capture: A Theory of the Mind, de David Kessler. Y el siguiente será el último libro de la trilogía Red Sparrow de Jason Matthews.
P.- ¿Cuándo y dónde le gusta leer?
R.- En todas partes, en mi escritorio, en mi sillón, en la cama y en los aviones. Incluso en el coche cuando no estoy cansado.
P.- ¿Cuál es el último gran libro que ha leído?
R.- Me encantaron especialmente Killers of the Flower Moon, de David Grann; Fascismo: una advertencia, de Madeleine Albright; y El imperio del algodón, de Sven Beckert.
P.- ¿Es un relector? ¿Qué libro lee una y otra vez?
R.- Lo cierto es que sí, lo hago bastante. He vuelto a leer las Meditaciones de Marco Aurelio, The Cure at Troy de Seamus Heaney y la Poesía reunida de William Butler Yeats varias veces.
P.- ¿Cuál fue el mejor libro que leyó en su época de estudiante?
R.- En la universidad: Las confesiones de Nat Turner, de William Styron. En la facultad de Derecho: Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez (este también fue el mejor en general). En Oxford: La Guerra Civil española, de Hugh Thomas, y Hacia la estación de Finlandia, de Edmund Wilson.
P.- ¿Qué libros a lo largo de los años han influenciado más su pensamiento? ¿Alguna vez un trabajo literario ha afectado a sus posiciones políticas?
R.- Gran variedad de libros tuvieron un profundo impacto en mi pensamiento. Entre ellos, La evolución de las civilizaciones, de Carroll Quigley; La política como vocación, de Max Weber; La negación de la muerte, de Ernest Becker; La imitación de Cristo, de Thomas Kempis; Meditaciones, de Marco Aurelio; The Cure at Troy, de Seamus Heaney; y Los cañones de agosto, de Barbara Tuchman. No sé si algún libro específico afectó mis posiciones políticas, pero los libros de Richard Wright y Ralph Ellison me hicieron querer hacer más sobre los Derechos Civiles. Leí America: What went wrong?, de Donald L. Barlett y James B. Steele, en 1992, lo que fortaleció mi determinación de tratar de revertir la economía de goteo y lograr una economía más justa y más próspera. También leer La Tierra en juego, de Al Gore, tuvo un gran impacto en mi decisión de pedirle que fuera mi vicepresidente e influyó en lo que hicimos juntos para comenzar a cambiar el rumbo del cambio climático.
P.- ¿Tiene una biografía presidencial favorita? ¿Y autobiografía presidencial favorita (contando con la suya, claro)?
R.- En este campo, los favoritos incluyen Lincoln, de David Herbert Donald; Grant, de Ron Chernow; T.R .: The Last Romantic, de H.W. Marcas; A First-Class Temperament, por Geoffrey C. Ward; Truman, de David McCullough; y la serie de Robert Caro sobre Lyndon B. Johnson. La serie Lincoln de Sidney Blumenthal también es fascinante, porque ha encontrado material que era nuevo para mí .
P.- ¿Tiende a aferrarse a los libros o regalarlos?
R.- En realidad soy un tanto posesivo con ellos. A veces cuando regalo un libro a alguien intento tener otra copia antes.
P.- ¿Cuáles fueron sus libros favoritos cuando era niño? ¿Tuvo un personaje o héroe favorito?
R.- Me encantaron las epopeyas bíblicas como The Robe, de Lloyd C. Douglas; The Silver Chalice, de Thomas B. Costain; Ben-Hur, de Lew Wallace; y libros sobre tribus y jefes nativos americanos, especialmente Osceola, de los semínola, y el Jefe Joseph, de la tribu Nez Perce.
P.- Decepcionante, sobrevalorado o simplemente no dio la talla. ¿Qué libro debería haber disfrutado pero no lo hizo?
R.- Me da vergüenza admitirlo, pero en dos intentos nunca he podido llegar a terminar el Quijote. Sin embargo, me gustan los libros largos. Avancé con rapidez a través de Guerra y paz cuando tenía 22 años, pero, como digo, no pude terminar el Quijote. Aunque estoy decidio a intentarlo al menos una vez más. P.- Si pudiera conocer a algún escritor, vivo o muerto, ¿quién sería? ¿Qué le gustaría saber?
R.- Querría conocer a Mark Twain y me gustaría saber en qué creía y cuanto de verdad había en el personaje que mostraba.
P.- ¿Qué libros le hicieron querer convertirse en escritor y cuáles convertirse en político?
R.- Estos libros, y otros, me hicieron querer convertirme en escritor: North Toward Home, de Willie Morris; Las confesiones de Nat Turner, de William Styron; La próxima vez el fuego, de James Baldwin; El ruido y la furia, de William Faulkner; Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez; y Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado, por Maya Angelou. Quería convertirme en político porque me fascinaban las personas, lo público y la política. Leo libros para aprender a hacerlo mejor.
P.- Si alguien entrara en su oficina mientras escribe, ¿qué vería?
R.- Mucho papeleo para investigación, los cuadernos en los que escribo a mano y las páginas escritas a máquina, con infinitas reescrituras la mayoría de ellas.
P.- Si tuviera que recomendar un libro a un estudiante con ambiciones políticas, ¿cuál sería?
R.- La política como vocación, de Max Weber.
P.- ¿Cuál es su libro favorito de James Patterson?
R.- Me encantaron todos los libros de las series protagonizadas por Alex Cross y Michael Bennett, y pienso que lo último, The Black Book (todavía no traducido al español) es genial.
P.- ¿Cuáles son sus thrillers favoritos?
R.- Devoro thrillers. Acabo de terminar The Fallen de David Baldacci, que puede ser su mejor libro; La mujer en la ventana de A.J. Finn; The Cuban Affair de Nelson DeMille; Para morir una vez, de Jacqueline Winspear (su serie de Maisie Dobbs fue un regalo para Hillary y para mí de parte de su madre); Después de Anna de Lisa Scottoline; Robicheaux de James Lee Burke; The Deceivers de Alex Berenson; y la hermosa nueva obra de Walter Mosley ambientada en Nueva York, Down the River Unto the Sea. Como lector comprometido, no puedo esperar a que salga lo próximo de Lee Child, Harlan Coben, Robert Crais, Louise Penny, Sara Paretsky, Susan Elia MacNeal y Daniel Silva. También busco escritores cuyas obras aún no sean tan conocidas, como David Pepper. Y ciertamente echo de menos a Sue Grafton.
P.- Si pudiera elegir a alguien de cualquier época para escribir su biografía, ¿quién sería?
R.- David Herbert Donald, ahora fallecido, Ron Chernow o Strobe Talbott. Todos son historiadores de primer nivel, escritores fabulosos, y su narrativa parece que me atrapan.
P.- ¿Qué piensa leer a continuación?
R.- The Written World: The Power of Stories to Shape People, History, Civilization, de Martin Puchner.