Manifestación nacionalista de la última Diada. Foto: Santi Cogolludo

Los excesos del nacionalismo catalán, sus causas y consecuencias, han desbordado también al mundo editorial, que en las últimas semanas ha lanzado un puñado de obras necesarias que es preciso analizar, comenzando por uno esencial, Con permiso de Kafka, del historiador Jordi Canal.

Nace Jordi Canal en 1964. Su lugar de nacimiento es Olot, una pequeña ciudad del interior de Gerona cuyo clima social propicia el cultivo de un antiespañolismo separatista. Profesor de historia en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París (EHESS por sus siglas en francés), es autor de varias historiografías en torno a España y Cataluña.



Aunque el título (Con permiso de Kafka) despista un poco, el subtítulo El proceso independentista en Cataluña especifica muy bien el contenido del volumen. Estamos ante un historiador que se mueve con soltura por la ciencia política, la sociología y la psicología para producir un texto formateado con la amenidad del ensayo y el dato necesario. Con permiso de Kafka (Península) -un guiño al autor de El proceso utilizado para subrayar lo absurdo del procés- está articulado en tres partes que se cierran sobre sí mismas sin perder ni sentido ni coherencia. De este modo, pueden abordarse de corrido tal como se presentan o alterando el orden.



La primera parte ("Tiempos del nacionalismo") aborda las claves históricas que esclarecen el florecimiento del nacionalismo catalán a finales del XIX. Los inicios de la construcción nacional catalana, los años de la Mancomunidad de Prat de la Riba, la Segunda República, el Estatuto de autonomía de 1932 y la sublevación del 6 de octubre de 1934 son tratados por Canal con un rigor. Ya en democracia se abren las autonomías y Jordi Pujol marca entre 1980 y 2003 una etapa determinante. El régimen pujolista realiza un gigantesco esfuerzo destinado a nacionalizar la sociedad catalana. En cierta medida, gracias a la dejadez, conveniencia e inoperancia de buena parte de políticos e intelectuales del resto de España.



En la segunda parte ("Anatomía del procés") se lleva a cabo un formidable análisis del devenir independista. Agotado el pujolismo, Pasqual Maragall forma un gobierno tripartito el 20 de diciembre de 2003. El PSC-CpC es mayoritario, ERC se queda con ocho consejerías y con dos ICV-EA. Como escribe Canal, mientras los republicanos se dedican a ir montando los instrumentos de la nacionalización, los de Iniciativa nadan entre el ecologismo y lo que denominan recuperación de la memoria histórica. Sus esfuerzos fueron premiados con la creación del conflictivo Memorial Democràtic. "Los socialistas toleraron todos los caprichos e incompetencias de sus socios a fin de seguir en el poder".



Este segundo bloque finaliza con las elecciones del 21 de diciembre de 2017. Los catorce años cuajados de acontecimientos están sujetos a una periodización marcada por los hechos que suponen puntos de inflexión en el procés. La Gran Recesión de 2008, el despliegue de la ANC y Òmnium Cultural, la Diada de 2012 -Artur Mas se declara, sin tapujos, independentista-, el montaje del Tricentenario (2017), el simulacro de referéndum del 9 de noviembre de 2014 (9-N), la Diada de 2015 y, por último, la época puigdemonista (2015-2017) conforman en el texto de Canal los hitos que guían al lector en el recorrido de un fenómeno tan complejo.



El tercer gran segmento de este volumen ("Historias, símbolos y colores de la patria") está dedicado a desenmascarar la narración construida a base de tergiversaciones de la historiografía por el nacionalismo y el independentismo. Desde una cuidada e inmensa información se revisa y desmontan los mitos, las tradiciones y los símbolos que han cimentado la perversa visión nacionalista. De este modo, el lector sitúa los orígenes de banderas como la señera o la estelada y comprende la función de himnos, canciones, danzas y fiestas del montaje soberanista. Con Canal se entiende el papel de Montserrat y sus eclesiásticos, el significado del burro catalán, la mitificación del pino de las tres ramas (Pi de les Tres Branques) o la función política de los lazos amarillos. Nada queda fuera de la lupa del autor. Por último, a modo de epílogo se añaden cinco breves notas que desde el presente miran el futuro con cierta desesperanza. "Unos movimientos que tienen en lo emocional y lo religioso una de sus claves esenciales" difícilmente podrán aceptar alternativas razonables a la ruptura que plantean.



El gran mérito de este volumen, dejando aparte su fluidez, es la enorme cantidad de información que ordena y estructura. Personas, instituciones o acontecimientos quedan desvelados y sistematizados. Desde la frivolidad podría parecer tarea sencilla y sería una equivocación monumental porque la cuestión catalana es, como aquí se afirma, de una gran complejidad. Por otro lado, se necesita valor para oponerse a la sin razón independentista. Sobre todo cuando anida el fanatismo.



Omisión interesada, distorsión de la historia, pensamiento al servicio del poder y cobardía intelectual han ido construyendo el procés

Años de ingeniería social secesionista han permeado, como muestra este libro, a una buena porción de la sociedad catalana. Se ha construido un relato en el que las falsas verdades y los tópicos han ido desplazando la realidad objetiva. La manipulación de los independentistas catalanes necesitaba un relato y nada mejor que recurrir a los historiadores. Pero elaborar la historia como acto patriótico ha desprestigiado a una historiografía catalana que a finales de los años 70 y principios de los 80 gozaba de un respeto que se perdió hace ya bastantes años.



No está solo Canal cuando evidencia este deterioro. Jordi Amat (Barcelona, 1978), ensayista, filólogo y columnista en La Vanguardia, muestra esta voluntad de tergiversación en sus dos últimos libros: La conjura de los irresponsables (Anagrama, 2017) y Largo proceso, amargo sueño (Tusquets, 2018), en el que leemos "No hay nacionalismo, en realidad, sin historia, porque sin presentar batalla por la historia no se puede conquistar la hegemonía" (p. 377).



Desde la óptica de Daniel Gascón (Zaragoza, 1981), escritor, traductor y responsable de la edición española de la revista Letras Libres, el procés responde a un montaje xenófobo. Una mezcla entre nacionalismo y populismo alimentada desde unas élites irresponsables. Su brillante libro El golpe postmoderno (Debate, 2018), desvela la deriva anticonstitucional del independentismo catalán e ilumina con fuerza los distintos planos desde los que se ha querido asaltar el Estado español.



Omisión interesada, supremacismo implícito, distorsión de la historia, pensamiento al servicio del poder y cobardía intelectual han ido construyendo un independentismo que en el seno del nacionalismo catalán era minoritario a lo largo del siglo XX. Ahora es una marea que puede llevarse por delante el bienestar de gentes que no se merecen el maltrato que puede avecinarse. Maltrato que ya sufren muchas personas en Cataluña.

En el huracán catalán

Sandrine Morel. Planeta



No es un análisis del nacionalismo catalán ni ataca o defiende el independentismo: este libro de Sandrine Morel, corresponsal de Le Monde, es la crónica, casi cotidiana, de unos acontecimientos que mueven al asombro. Con todo, lo que lo hace impagable es su prólogo, en el que cuenta Morel que un día un jefe de Prensa de la Generalitat le soltó, mientras tomaban café: "Si compramos dos páginas de publicidad en Le Monde, tus jefes te dirán qué debes escribir....", para rematar diciendo, ante la indignación de la francesa: "Así funcionan las cosas aquí".



Diario del procés

Jordi Corominas. Silex



Hijo de "una Barcelona que no volverá", el periodista Joan Corominas (1979) reúne siete años de crónicas sobre la crisis del nacionalismo catalán, un conflicto que, a su juicio, estalla por la falta de diálogo y por "la absurdidad de mantener determinados artículos de la Constitución de 1978", combinada con una crisis económica y territorial que desbordó todas las previsiones.



Viva Tabarnia

Albert Boadella. Espasa



Albert Boadella, irredento presidente de Tabarnia en el exilio, procede a la voladura intelectual del procés desnudando las causas históricas, culturales y sociales, así como sus mentiras, contradicciones y excesos. Y no bromea, quizá por que, como explica Vargas Llosa en su demoledor prólogo, "el nacionalismo es una antigualla incompatible con la democracia, fuente de las peores violencias".



De héroes y traidores

Santi Vila. Península



Ex alcalde de Figueras (2007-2012) y ex Consejero de Cultura (2016-2017) y Empresa (2017) de la Generalidad, Santi Vila explica aquí las razones de su desencuentro con los soberanistas y con el gobierno central, enumerando los diez errores cometidos por unos y otros, entre los que destaca la incapacidad de casi todos de mantener un diálogo honesto y constructivo.