Librería Lello en Oporto

Desde Los Ángeles hasta la ciudad de Singapur, pasando por Buenos Aires, Bucarest o Taiwán, damos la vuelta al mundo a través de estas librerías, custodias del reino de la imaginación, que se han convertido en todo un reclamo turístico.

Antiguos bancos, teatros, cines, almacenes o iglesias... Las librerías se abren paso entre estos y otros escenarios como si cualquier rincón del planeta fuera su espacio natural. Visita obligada para los viajeros que se desplazan hacia sus enclaves, bien sea por su historia, su decoración o su arquitectura, estas tiendas se han transformado en un elemento cultural más, en el que los turistas, y no solo ya los amantes de libros, buscan su mejores fotografías.



De sobra conocidas son las escaleras de madera tallada de la librería Lello en Oporto, que cumple ahora 112 años. En ella cuentan que la escritora de Harry Potter, J. K. Rowling, se inspiró para describir los escalones de su mágica escuela, Hogwarts. Lugares emblemáticos como Shakespeare & Co. en París, cuyo hermoso emplazamiento, inmortalizado en la película Midnight in Paris de Woody Allen, cobijó entre sus libros y estanterías a escritores como Ernest Hemingway, Ezra Pound, James Joyce o F. Scott Fitzgerald. O la Librería des Colonnes en Tánger que, con casi siete décadas de antigüedad, fue frecuentada durante años por Paul Bowles, Mohamed Chukri, William Burroughs, Tennesse Williams, Jack Kerouac o Juan Goytisolo, entre otros.



Espacios reconvertidos

The Last Bookstore en Los Ángeles

Tal vez porque no hay mayor riqueza que la que da el conocimiento, los libros se han convertido en nuestro mejor tesoro y The Last Bookstore en Los Ángeles es la prueba evidente de que no hay lugar más idóneo para acoger una librería que tras las puertas de un antiguo banco. Fundada en 2005 por Josh Spencer, sus grandes columnas de mármol y la altura de sus paredes son solo algunas de las peculiaridades de esta librería independiente que, aunque especializada en volúmenes de segunda mano, vende también novedades y pequeñas rarezas. Arcos, esculturas y laberintos de libros, colocados a su vez de manera aleatoria, transforman su visita en toda una aventura capaz de sorprender y maravillar a cualquier amante de la literatura.



Carturesti Carusel en Bucarest

Como ella, la librería Carturesti Carusel en Bucarest se asienta también en un antiguo banco, construido en el siglo XIX, que fue además tienda de ropa entre los años 50 y 90. Remodelado por el estudio de arquitectos Square One, dos décadas después de permanecer abandonado y prácticamente en ruinas, el establecimiento está situado en pleno centro de la ciudad rumana en una de sus principales zonas comerciales. Con una imponente estructura de seis pisos, esta hermosa librería de paredes blancas es conocida también como el carrusel de la luz, inspirada, según sus arquitectos, en el efecto que produce el cielo estrellado a través de las claraboyas.



El Ateneo Grand Splendid en Buenos Aires

Otra de las tiendas que ha sabido aprovechar las posibilidades de una construcción histórica, probablemente uno de los mayores destinos turísticos entre los lectores -recibe miles de visitas al año-, es el Ateneo Grand Splendid de Buenos Aires. Famoso por su ubicación, mantiene la arquitectura original de un antiguo cine-teatro, cuya estructura data de 1919. Carlos Gardel actuó en este emblemático lugar, convertido en cine a partir de los años 20 y recientemente en esta librería que, desde su apertura en el Gran Splendid, en el año 2000, ha buscado mantener la esencia del emblemático edificio. Algo que consigue, en parte, gracias al uso de algunos de sus elementos más característicos: el escenario, el telón de terciopelo, los balcones, los sillones y su hermosa cúpula, que recrea el fin de la I Guerra Mundial.



Ya en Europa, concretamente en Maastricht (Países Bajos) llama la atención la fantástica Boekhandel Dominicanen. Probablemente una de las librerías más bonitas, este local, abierto al público en el año 2007, está ubicado en una iglesia gótica de la orden dominicana que permaneció abandonada durante más de dos siglos y que cuenta con más de 700 años de antigüedad.



VVG Something en Taiwán

Pero tal vez, después de todo, el lugar no sea lo importante. Eso debió pensar Grace Wang, la propietaria de VVG Something en Taiwán. Con apenas 50 metros cuadrados de extensión, situada entre varios callejones de la ciudad de Taipei, se encuentra esta curiosa tienda que empezó con la vocación de ser un almacén donde acumular libros y otras cosas y terminó convirtiéndose en librería. Una mezcla perfecta de rarezas y volúmenes que abrió por primera vez en 2009 cuando Wang decidió comenzar a "deshacerse" de todos aquellos objetos que tenía almacenados.



Librerías especializadas

No obstante, como bien dice el clamor popular, algo manido también, no hay que juzgar un libro por su portada. Considerada por Francois Truffaut como uno de sus lugares favoritos en todo el mundo Larry Edmunds Bookshop en Hollywood no llamará la atención precisamente por su escaparate, sino por su contenido. Fundada hace más de 80 años, en 1938, en la meca del séptimo arte, esconde un inventario de más de 500.000 fotografías de películas, 6.000 posters originales de películas y 20.000 libros de cine y teatro. Convertida casi en una institución, una visita imprescindible para los amantes de la gran pantalla, hay quien dice que no hay ninguna publicación cinematográfica que no se pueda encontrar entre sus paredes. Algo así como que si no está en Larry Edmunds Bookshop es porque no existe.



Cook and Book en Bruselas

Uno de los lugares más emblemáticos, ya en Bruselas, es su Cook and Book. Un negocio que aúna estética -su decoración meticulosa y cuidada hasta el detalle es, sin duda, uno de sus ingredientes fuertes-, con cocina y literatura. Este negocio gastrocultural ocupa un total de nueve espacios distintos distribuidos en dos edificios o bloques. Desde novelas, cómic, literatura infantil y juvenil, arte, música, decoración, libros en inglés y cocina, cada una de sus salas dispone de una decoración acorde a la temática y un pequeño espacio para poder acompañar la lectura con el estómago lleno.



Especializadas, precisamente, en libros de viajes, lo son también la librería Altaïr en Barcelona y Mapas y Compañía en Málaga. Con guías, cartografía y literatura de cualquier lugar del mundo, además de otros artículos relacionados con los viajes, la catalana, concebida más como un espacio cultural de encuentro que como una simple librería, ofrece además un impresionante fondo documental de más de 60.000 referencias para preparar cualquier próxima aventura.



Y si ya en España, Tipos Infames, San Ginés o Bardón en Madrid, Letras Corsarias en Salamanca, La Central del Raval o Laie en el Museo Picasso de Barcelona, Astarloa en Bilbao o Cálamo en Zaragoza, son algunas de las tiendas que pueden presumir de su belleza y calidad, si hay algún rincón en nuestro país que haya entendido a la perfección la idea de la literatura como reclamo turístico es el pueblo de Urueña en Valladolid. Proclamado como la Villa del Libro, inspirado en otras villas europeas como Montolieu en Francia o Hay-on-way en París, este pequeño enclave de doscientos habitantes, del que se ha llegado a afirmar que tiene más librerías que bares, cuenta con un total de nueve bellos establecimientos. Una nueva ruta, sin duda, la de las librerías, capaz de abrirnos todo un escaparte al resto del mundo.



@mailouti