"La literatura me interesa sólo en la medida en la que me interesa la vida. No concibo la literatura sin las exaltaciones y sobre todo sin las penurias de la vida real: el amor, la sexualidad, la violencia, el fracaso... Los escritores escribimos siempre sobre eso y no me parece que haya que hacer más encubrimientos. Los escritores "puros", los de la patria del lenguaje, acaban desesperándome". De este modo justicia el escritor Luisgé Martín el lema "Contar la vida", bajo el que se ampara la décima edición del Festival Eñe, cuya dirección asume como "un pequeño honor que debo en buena medida al hecho de haber dirigido la revista Eñe en los últimos años. Eñe es un sello de literatura con muchos ángulos, y casar estos dos es un placer casi lascivo", reconoce.
En este año de aniversario, la cita literaria rompe sus costuras ampliando el numero de sus sedes madrileñas, alargando sus actividades durante doce días e incluso viajando hasta Málaga, donde organiza varios eventos los días 26 y 27 de octubre. Antonio Muñoz Molina, Almudena Grandes, Jorge Edwards, Pere Gimferrer, Clara Janés, Rosa Montero, Manuel Rivas, Ángeles Caso, Javier Pérez Andújar, Elvira Lindo, Juan José Millás, Samanta Schweblin, Isaac Rosa, Cristina Fernández Cubas, Vicente Molina Foix, Manuel Vilas, Sara Mesa, Paula Bonet, Laura Freixas, Fernando Grande-Marlaska o El Gran Wyoming, serán algunos de los más de 120 protagonistas que desde el próximo lunes 15 explorarán la inevitable relación entre vida y literatura.
Sin embargo, entre tanta novedad el festival se mantiene fiel a sus señas de identidad: abordar todos los ámbitos de la literatura, pero también mostrarla como una disciplina inclusiva que abarca otros campos como la música, la política el teatro, la ciencia, la ilustración, el humor, el cine, o la fotografía. "Una de mis apuestas personales es inaugurar el festival con una instalación de Abel Azcona, uno de los artistas más radicales, provocadores y sinceros de los últimos tiempos", explica Martín. "Creo que la literatura tiene vasos comunicantes con el resto de las artes, y que en todo caso, como decía antes, todos hablamos de las mismas cosas. Todo el arte es político, como se ha explicado tantas veces. Y todo el arte es mutante: pasa de una disciplina a otra como un acto de magia".
Semana Eñe
Continuando con la expansión espacial del año anterior, el festival recorrerá desde el próximo lunes varias emblemáticas sedes culturales madrileñas antes de trasladarse el fin de semana a su cuartel general en el Círculo de Bellas Artes con el grueso de la programación. A espacios como el Instituto Cervantes, la Biblioteca Nacional, la Casa del Lector o la Casa de América se añaden la Real Academia Española, el Centro Sefarad-Israel o la sala Alcalá 31, entre otros, "sedes fabulosas que están en territorio paseable, una virtud de Madrid. Las ciudades tienen que descentralizar su actividad cultural, pero en festivales de este tipo la concentración a mí me parece estupenda, porque permite que la gente pueda agruparse en un espacio de calles de dimensiones humanas", valora el director de esta edición.
Durante esta Semana Eñe, los asistentes podrán disfrutar, entre otras propuestas, de una mesa redonda sobre la importancia de los correctores, integrada por Soledad Puértolas, Camino Brasa, Juan Cruz y Álvaro Martín Valcárcel; una conversación entre Jesús Ruíz Mantilla y Jorge Edwards sobre el papel de la literatura en la memoria personal y colectiva, así como en el mantenimiento de las raíces personales; un encuentro en el que Ángeles González Sinde, Esther García Llovet y Ángeles Caso desvelarán si es rentable ser escritor; o una charla informal entre Juan Villoro y Patricio Pron donde además de literatura entrarán otras cuestiones como la realidad actual en sus países de origen, el periodismo, y por supuesto el fútbol, ese motor de masas y pasiones.
A partir del viernes 19 el festival ya recupera su centro neurálgico, el Círculo de Bellas Artes, corazón de este acontecimiento, con una treintena de charlas, cursos, talleres y encuentros de todo tipo. Para dar el pistoletazo de salida, el director ha reunido en el acto inaugural a cuatro escritores de distintas generaciones y procedencias que charlarán de la literatura de diferentes épocas y de su forma de entender la vida y la escritura: Clara Janés, Antonio Muñoz Molina, Álvaro Enrigue y Paulina Flores.
Navajazos literarios
De entre la pléyade de actividades y temáticas, Martín quiere poner el acento en unos cuantos. El primero Latinoamérica, pues entiende que "Eñe tiene que tender a ser el gran festival del español, en el que haya voces de los cuatro confines del idioma". Esta voluntad se hace evidente en la nutrida representación de escritores latinoamericanos, como los ya citados y también como Evelio Rosero, Carlos Manuel Álvarez, Gioconda Belli, Renato Cisneros, Jorge Benavides y Fernanda Trías, que conversarán en dos mesas redondas. La anomalía latinoamericana: formas de la violencia tratará de cuestiones de primer orden en la sociedad latinoamericana actual como el populismo, la desigualdad o las democracias falseadas; mientras que ¿Escribir en Latinoamérica es llorar? reflexionará sobre la situación de la literatura latinoamericana actual y el oficio del escritor al otro lado del Atlántico.
También son importantes para el director el humor y el juego, que canalizará a través de dos de las más novedosas apuestas de la edición. La primera son los rings literarios, "una propuesta divertida que pretende avivar la polémica, aprovechar algunos temas en los que hay "bandos" para convertir la discusión en pendencia, bien entendida", explica Matín. "Cada vez somos más políticamente correctos y sólo hablamos de debates moderados y de llegar a acuerdos, cuando todos conocemos los navajazos que se dan en la trastienda. Los rings quieren hacer protagonistas a esos navajazos". Esperemos que sin brillo de armas, Miguel Ángel Hernández y Gonzalo Torné se enfrentarán en Auto ficción vs ficción pura mientras que Octavio Salázar y Lara Moreno medirán sus fuerzas en Literatura moral vs literatura inmoral.
La otra sugerente apuesta del director es Tres en raya: la novela misteriosa. Se trata de una novela para leer en tiempo real durante los días en los que se desarrolle el festival, escrita a seis manos y en tiempo real por Carlos Manuel Álvarez, ganador de la residencia Casa Velázquez Eñe, Ana Santamaría, ganadora del Premio Cosecha Eñe, y un novelista un/a escritor/a desconocid/a cuya identidad se desvelará el día 20 al final del evento.
Más que destacable es también la intención de esta edición de destacar a uno de los colectivos más olvidados de la literatura, los traductores, que "son las llaves que abren las puertas. Los traductores son embajadores que llevan los libros a otros idiomas", opina Martín. Por eso el programa profesional de este año., en el que participan los traductores Lisa Dillman (EEUU), Samantha Schnee (EEUU), Thomas Bunstead (Reino Unido) y James Womack(Reino Unido) aborda el papel de la traducción en la internacionalización de la literatura en español y el acceso al mercado mundial.
Ciencia, política, feminismo...
La literatura sin pudor, como herramienta para desnudar alma y cuerpo será otro de los ejes de la propuesta del festival. Edurne Portela, Mónica Ojeda y Sara Mesa se reunirán para hablar de cómo en la literatura femenina lo políticamente correcto ha dejado paso a relatos desgarrados y sinceros. Una perspectiva que comparten Manuel Vilas, Laura Freixas y Begoña Huertas, que en la mesa redonda El núcleo de la vida: la literatura sin pudor, mostrarán esa literatura actual en la que los autores hablan de sus debilidades y dramas más descarnados desde una voz llena de sinceridad.
El cupo de poesía estará notablemente cubierto por Guillermo Carnero y Pere Gimferrer, recordarán en El alma de los poetas jóvenes, esos tiempos y cómo la poesía influyó en su forma de afrontar la literatura. También habrá espacio para la ciencia con Los robots escriben novela, donde dos expertos en inteligencia artificial aplicada a la creación literaria, Ramón López de Mantaras y Pablo Gervás, demostrarán junto al editor Juan Casamayor cómo las máquinas pueden escribir poesía o novela. Literatura y política, los ideales de la izquierda y la evolución o tal vez involución de las ideas políticas serán algunas de las cuestiones sobre las que debatirán Jordi Gracia, Manuel Valls, Fabio García Lupato y Cristina Almeida en la mesa redonda Ser de izquierdas ya no es lo que era.
Más allá de proyecciones, taller de escritura, conciertos y actuaciones que estarán presentes todo el fin de semana, destacando el acto de cierre, en el que Fidel Moreno, Rosa León y Sabino Méndez, presentados por El Gran Wyoming, recorrerán canciones que han formado parte de nuestra educación sentimental; el gran atractivo extraliterario de esta edición reside en dos exposiciones. La primera, Objetos con historia(s), dará a los asistentes la oportunidad de aproximarse a la intimidad de Rosa Montero, Gabriela Wiener, Marta Sanz y Marcos Giralt, entre otros, que compartirán sus objetos fetiche. Además, el público podrá conocer cómo eran de niños Antonio Muñoz Molina, Elvira Lindo, Enrique Vila-Matas, Sara Mesa, Paula Bonet, Fernando Aramburu o Sergio del Molino, en la exposición Antes de escribir en la que la editora Elena Ramírez ha rescatado estos recuerdos de infancia.
Málaga, primera puerta
Como decíamos, en su décimo aniversario el Festival Eñe llegará a Málaga con un completo programa de actividades en torno a la literatura que se celebrarán el 26 y 27 de octubre en el Centro Cultural Generación del 27. "Málaga se ha convertido en los últimos años en un milagro cultural, en el que hay museos, hay festivales, hay eventos culturales... y hay gente que acude en masa. Esa es la razón fundamental de que Eñe se haya expandido allí", explica Martín. Hasta la ciudad andaluza viajarán Laura Freixas, Ignacio Martínez de Pisón, Lola Vendetta, Gioconda Belli, Pablo Simonetti, Ignacio Martínez de Pisón, Pablo Aranda, Isaac Rosa, Miguel Ángel Hernández y Antonio Orejudo, que impartirá la conferencia exprés Las generaciones literarias de la Transición. "Las instituciones públicas malagueñas están apostando fuerte, y esa apuesta tiene sus resultados. Que una ciudad con su clima y con sus playas haya conseguido movilizar el turismo cultural debería ser estudiado (y emulado) por otras ciudades que lo necesitan más. Y en esas ciudades estará Eñe en su momento, seguro".