Prisión de Guatimocín por las tropas de Hernán Cortés, lienzo de Esquivel y Rivas. Museo del Prado
El quinto centenario de la conquista de México por parte de España ha avivado el debate público sobre el papel de nuestro país en la historia del continente americano. En febrero el ministro de Cultura, José Guirao, reconoció que España no va a conmemorar oficialmente la efeméride porque el Gobierno anterior no dejó consignada ninguna partida presupuestaria para ello y además que la figura de Hernán Cortés "no es muy simpática en México". Y este martes el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha atizado la llama de la controversia al reconocer en un vídeo difundido en Twitter (a partir del minuto 4:27) que ha enviado una carta al rey de España y otra al papa exigiendo "que se haga un relato de agravios y se pida perdón a los pueblos originarios por las violaciones a lo que ahora se conoce como derechos humanos. Hubo matanzas, imposiciones... La llamada conquista se hizo con la espada y con la cruz. [...] Vamos a reconciliarnos pero primero pidamos perdón. Yo lo voy a hacer también porque desués de la colonia hubo mucha represión a los pueblos originarios".A pesar de la actitud poco entusiasta del Gobierno español hacia la celebración de la efeméride, este ha emitido un comunicado en el que "lamenta profundamente" la carta del presidente mexicano. "Rechazamos con toda rotundidad su contenido", añade el texto. "La llegada, hace quinientos años, de los españoles a las actuales tierras mexicanas no puede juzgarse a la luz de consideraciones contemporáneas", sostiene el comunicado.
La noticia ha provocado multitud de reacciones a ambos lados del Atlántico, en su mayoría de rechazo o burla. El escritor Arturo Pérez-Reverte, que hace unos días publicó Una historia de España, ha llamado "imbécil" a López Obrador en Twitter en el supuesto caso de que se crea lo que dice, y "sinvergüenza" en el caso de que no lo crea realmente. El académico de la RAE ha esgrimido otro de los argumentos habituales para rechazar la responsabilidad de los españoles contemporáneos en la conquista de América: "Que se disculpe él, que tiene apellidos españoles y vive allí".
El Cultural ha consultado a varios historiadores su opinión sobre la polémica y todos ellos, además de quitarle hierro al asunto, rechazan que el Estado español deba pedir disculpas públicas a México por la conquista. Uno de sus principales argumentos es el mismo que el del comunicado del gobierno: el rechazo al "presentismo histórico".
Carmen Sanz Ayán, catedrática de Historia Moderna de la Universidad Complutense de Madrid y académica de número de la Real Academia de la Historia (RAH), opina que la reivindicación de López Obrador es "anacrónica y absurda", que "no todos los mexicanos descienden de mexicas ni la llamada conquista está hecha solo por españoles". Considera que la petición del presidente de México parte de "una visión distorsionada, maniquea y reductora de la historia" y que el verdadero motivo de que arroje este asunto sobre la mesa es algo "que podrán valorar mejor los politólogos. Los historiadores trabajamos con trazo fino, y este tipo de declaraciones políticas se basan justo en lo contrario, el trazo grueso, para encender los ánimos".
López Obrador (derecha) en el vídeo con el que ha anunciado el envío de la carta
Oportunismo político
En la misma línea, el historiador José Varela Ortega, patrono fundador de la Fundación José Ortega y Gasset-Gregorio Marañón, solo se muestra preocupado por lo que este mensaje de López Obrador pueda tener de maniobra de distracción "para llevar a cabo cualquier atrocidad populista". La reclamación a España le parece "una cosa grotesca que hay que tomarse con flema y sentido del humor". "Le propongo una cosa: vaya usted a la embajada de Italia a exigir que nos pidan perdón por la conquista romana".El mismo ejemplo pone Adolfo Carrasco, profesor de Historia Moderna de la Universidad de Valladolid, director del Instituto Universitario de Historia Simancas de dicha universidad y miembro de la RAH: "Me pregunto si alguien entendería que el presidente del gobierno español reclamase al de la república italiana que se disculpase por haber destruido Numancia el año 133 antes de Cristo. En realidad, una exigencia de este tipo no es sino la representación directa de un absurdo, la de identificarse con los pueblos que ocuparon más o menos los mismos territorios, y supone concebir México y España como esencias en sí mismas y no como construcciones históricas". Carrasco también opina que "las palabras del presidente López Obrador son un ejemplo notorio de la manipulación del pasado para justificar o enmascarar los problemas y las corruptelas del presente a que tan proclives son demasiados dirigentes actuales, que parecen creer que desfigurando el ayer es posible disfrazar los males de hoy".
Alianzas, violencia y catástrofe demográfica
Varela Ortega recomienda a los mexicanos leer a Miguel León-Portilla, "uno de sus grandes historiadores, que dice de manera taxativa que la conquista la hicieron los indios y la emancipación, los españoles". En el mismo sentido interviene Bernat Hernández, profesor de Historia de América de la Universidad Autónoma de Barcelona: "La conquista fue una guerra de indios contra indios, una conquista negociada", en referencia a las alianzas que Hernán Cortés estableció con pueblos indígenas que estaban sometidos por los mexicas o aztecas. "Sin estas alianzas, habría sido imposible que tan pocos hombres conquistasen una civilización de cientos de miles de personas", añade.Ningún historiador niega que hubo violencia por parte de Hernán Cortés y sus tropas en el proceso de la conquista de México, pero "las responsabilidades, en caso de existir, no pueden ir más allá de un determinado espacio de tiempo. No tiene sentido pedir a los españoles de ahora responsabilidad por algo que ocurrió hace medio milenio", opina Luis Ribot, catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Valladolid y de la UNED y miembro de la RAH. "Las sociedades del siglo XVI eran mucho más violentas que las actuales, algo felizmente superado, pero no tiene sentido pensar que los españoles eran peor que el resto de los humanos. Eso lo ha fomentado una leyenda antiespañola que surgió por los intereses de otros países", señala el historiador.
"Es indudable que la llegada de España a México y su colonización tienen indudables rasgos negativos si lo juzgamos con criterios actuales, pero también aspectos que mueven al asombro y la admiración en lo que a la salvaguardia y respeto a los derechos humanos se refiere. España fue la primera potencia mundial que estableció unas Leyes de Indias que protegían a los indígenas y fue también la primera que planteó en Europa el respeto de los derechos de la población nativa", apunta Carrasco.
"Claro que hubo batallas cruentas y masacres como la de Cholula, pero a raíz de la alianza de los españoles con una serie de tribus que no estaban muy felices precisamente con el dominio de los aztecas. Estaban hartos de lo que se conoce como guerras floridas, en las cuales se hacían prisioneros para sacrificarlos a los dioses", afirma Varela. "Además en los archivos hay multitud de pliegos de lo que se conoce como probanzas de méritos con las que cientos de indígenas acreditaban ante la corona española haber tomado parte en la conquista".
Por otra parte, Ribot alega que la elevadísima mortandad de los indígenas tras la conquista se debió sobre todo al "choque bateriológico", es decir, a las enfermedades infecciosas que los colonizadores llevaron consigo de manera involuntaria, como la viruela, el sarampión, el tifus o la gripe, y para las que los sistemas inmunológicos de los nativos no estaban preparados. Como el resto de sus colegas consultados, señala la parte positiva de la balanza en la presencia española en América durante el siglo XVI, como la expansión de la imprenta y la fundación de universidades, "lo cual no se dio en la América anglosajona".
Historiar a Cortés
Opina Varela Ortega que en la conmemoración de los grandes hitos de la historia hay que sacar de la ecuación tanto el sentimiento de ofensa como el de orgullo. "Lo que hay que hacer con la figura de Hernán Cortés es simplemente historiarla, ya lo dijo Octavio Paz. Naturalmente Cortés es una figura de una envergadura espectacular, por eso muchos historiadores extranjeros, como Paul Preston, Hugh Thomas y muchísimos más, han escrito sobre él. Era un personaje ciclópeo, bueno o malo, con su medida de crueldad evidentemente, como también la tenía Aquiles".Hace unas semanas, con motivo de un ciclo de conferencias sobre el papel histórico de España en América, la directora de la RAH, Carmen Iglesias, denunció en declaraciones a El Cultural "la falsedad del genocidio", y consideró a Hernán Cortés como "una gran figura para todos, un personaje que efectivamente era guerrero pero también un hombre culto. Debe ser conocido por todos como lo que fue, un personaje de su tiempo que contribuyó con cosas buenas y no tan buenas a la evolución del mundo", y manifestó que lo deseable sería una conmemoración conjunta y consensuada entre México y España.
"Yo creo que las efemérides son siempre una oportunidad para analizar los procesos y saber más", opina por su parte Sanz Ayán. "En este terreno queda aún mucho por hacer. Los archivos todavía están llenos de papeles por investigar y cada vez se está estudiando más los procesos de hibridación que se desarrollaron en la América virreinal y que son muy interesantes", continúa la historiadora, que asegura tener muchos colegas mexicanos con los que colabora y con los que coincide en congresos y en publicaciones. "Vale la pena seguir trabajando en ello y fomentar que haya instituciones o entidades, ya sea en México o en España, interesadas en aportar financiación con el objetivo de hermanar y no de separar. Justo lo contrario de este planteamiento lanzado por el presidente mexicano".
@FDQuijano