MIGUEL VEYRAT

MIGUEL VEYRAT

Letras

Diluvio

En su obra, Miguel Veyrat combina el verso y la prosa con ritmo cercano al jazz menos previsible

19 junio, 2019 11:39

Miguel Veyrat
La Isla de Siltolá
Sevilla, 2018
164 páginas, 14 €

Tras sus años como periodista, corresponsal en varias ciudades extranjeras y militante contra la dictadura de Francisco Franco, Miguel Veyrat (Valencia, 1938) mantiene el compromiso con la poesía. De ascendencia francesa, ha traducido obras de Philippe Jaccottet, André Breton, Martine Broda o Jacques Darras.

La profesora y poeta Marta López Vilar firma las seis páginas del prólogo de Diluvio. Sus reflexiones incluyen una frase que define bien la atmósfera del poemario: "El trazo de lo escrito no es más que un resto de lo extinto, una manera de ser duelo, ausencia". En efecto, con su forma de usar el lenguaje, con la ausencia de puntuación en sus poemas, con las "caídas" voluntarias de su sintaxis, Miguel Veyrat comunica las angustias personales y las de su época. Lo hace con potencia artística. Desde los primeros textos del libro, transmite su sintonía con autores clásicos (Homero, Jorge Manrique, Horacio). Se trata de un refugio y de una liberación. O de un alivio que mitiga la perplejidad. Unos reflejos, la máscara y el trampantojo son algunos de los elementos que lo previenen contra las ilusiones. La figura humana camina sin destino: "Al pie del olivo no aguarda ya tu tumba / Seguiste rumbo inútil / tras cruzar la bruma que yace junto a ti / desnuda en el bosque / de álamos negros".

En Diluvio, dividido en diez secciones, todas ellas iniciadas con citas de escritores célebres, Veyrat combina el verso y la prosa. En su modo de emplear ambas expresiones se percibe un ritmo cercano al jazz menos previsible. A menudo el verso termina con un vocablo partido cuyo segundo fragmento inicia la línea siguiente. El lector asume una realidad quebradiza. Heráclito y Brodsky acompañan al poeta desengañado. Al mismo tiempo que éste se pregunta por el sentido del canto, dice emotivamente adiós a varios de los creadores admirados: Paul Celan, Juan Ramón Jiménez, César Vallejo, Arthur Rimbaud, etc. De repente, un fogonazo: "Antes de morir Sócrates cantó / Conocer será una herida sin respuesta".

Un detalle de gratitud: el autor paga tributo a quienes lo han guiado. Utiliza la palabra "alcabala". Así, Diluvio concluye con "Alcabala de deudas & Notas prescindibles", dieciséis páginas que demuestran la erudición amplia de Miguel Veyrat y el rigor de su escritura poética.

@FJIrazoki