¿Qué futuro le espera al español como lengua de comunicación internacional? ¿Seguirá creciendo en los próximos años o se frenará su demografía? ¿Será la interculturalidad un factor determinante en ese proyecto de futuro? ¿Cuáles son los principales desafíos de la lengua española en Internet y en la implementación de las últimas tecnologías? A todas estas cuestiones y a alguna más pretende dar respuesta la segunda edición de El futuro de la lengua española en el mundo, el Curso de Verano del Instituto Cervantes que durante hoy y mañana reunirá en la institución madrileña a casi una veintena de expertos entre profesores de español, gestores de escuelas de idiomas, filólogos, editores, periodistas e investigadores.
“Hoy en día todas las grandes lenguas tienen futuro incierto debido a los movimientos geopolíticos y socioeconómicos cambiantes”, afirma Richard Bueno Hudson, director académico del Cervantes y organizador del evento, que asegura sentirse muy satisfecho con la configuración de un programa al que asistirán un centenar de personas. “A este curso asisten una serie de expertos de todo el mundo que tratan temas muy específicos, como el posicionamiento del español en internet y en el ámbito tecnológico y empresarial, la relación entre lengua e interculturalidad, clave en el papel de los hablantes de español como lengua heredada y en su situación en Estados Unidos, o las previsiones de tendencias demográficas del idioma”, resume.
“Aunque también nos detendremos en la incidencia de cuestiones políticas como el Brexit, la ley del español en Brasil, la ley del english only de Trump, o en el enorme crecimiento demográfico que se espera en Asia y África, que hace cimbrear un poco los datos estadísticos de las grandes lenguas”, añade Bueno Hudson. “Todas estas cuestiones ya han sido tratadas como temas candentes en el último Congreso de la Lengua y esta es una nueva oportunidad de darles mayor difusión, pues nos afectan a todos como usuarios o como gestores de la lengua”.
Demografía y tecnología son, pues, las dos claves para un español que parece haber dejado atrás viejas rencillas, como la preeminencia del español de España sobre sus lenguas hermanas americanas, algo que reiteraron en el congreso de Córdoba los responsables de dos de las más importantes instituciones de la lengua pretendiendo hacer un frente unido. “El español no pertenece a la Marca España”, aseguraba Luis García Montero, director del Cervantes, definiéndola como como “lengua vehicular y de mestizaje frente a la xenofobia”. Algo muy e la tónica de lo dicho por su homólogo de la Real Academia, Santiago Muñoz Machado, que hablaba del “camino compartido para los millones de hablantes de una lengua común, rica y diversa”.
De la ola demográfica a la tecnológica
"Igual que el gran factor del crecimiento del español en el siglo XX ha sido la demografía, en el XXI será la tecnología". Arsenio Escolar
Más de 570 millones de hablantes nativos hacen del español la segunda lengua materna del mundo, por detrás únicamente del chino, y su proyección como segunda lengua lo convierte, asimismo, en el segundo idioma de comunicación internacional, por detrás sólo del inglés, la lengua franca por excelencia. Sin embargo, estos datos absolutos basados en la potente demografía esconden otros menos halagüeños. Para el periodista Arsenio Escolar, cuya ponencia versará sobre Los desafíos del español en internet, “igual que el gran factor del crecimiento del español en el siglo XX ha sido la demografía, en el XXI será la tecnología. El futuro del idioma depende mucho de la relación con la Inteligencia Artificial, de que enseñemos a las máquinas a hablar y a pensar en español, y de todo lo que tiene que ver con la expansión de medios de comunicación en internet en español”.
En este aspecto, por ejemplo, destaca que la situación ahora mismo no es la más boyante. “En los veinte primeros lugares de grupos mediáticos del mundo no hay ninguno en español, hay que esperar al puesto veintiuno para encontrar a Prisa, y eso es un déficit”. Esos lugares predominantes que tiene el español en los citados ránquines, no se corresponden para Escolar con su posicionamiento “en temas de tecnología o de comunicación online. Hay un déficit de contenidos científicos, desde la medicina a la neurociencia, donde nos superan lenguas que en hablantes totales son muy inferiores, como, por ejemplo, el ruso o el alemán. Hay que intentar convencer a los científicos de publiquen también en su lengua materna. Ése es el reto, y a ver si somos capaces de afrontarlo”.
"El África subsahariana es un gran caladero de estudiantes para el futuro. Costa de Marfil tiene casi 500.000, el mismo número que Reino Unido" David Fernández Vítores
Con este espíritu, el veterano periodista fundó hace casi un año Archiletras, “un medio de comunicación digital en torno a la lengua, que cuenta también con un par de revistas especializadas, que aglutina temáticas de todos los aspectos, desde un reportaje sobre el lenguaje político de la Transición a hoy, hasta otro sobre debates de lenguaje inclusivo en los distintos países hispanohablantes”, explica. “Todos los retos van por ahí, máquinas e idioma”, insiste, “pero no para el español, para todas las lenguas, aunque algunas, como el hindi o el árabe, tienen la ventaja de que entrarán ahora en un ciclo de expansión demográfica que a nosotros ya se nos ha limitado”.
Abriendo nuevos caminos
Y es que, según las previsiones de la ONU, el crecimiento de los países que hablan español se estancará en los próximos años, como refrenda el profesor de la Universidad de Alcalá David Fernández Vítores, responsable del informe El español: una lengua viva, que encabeza el Anuario del español en el mundo publicado por el Cervantes. “Las cifras nos dicen que en las próximas tres décadas el número de hablantes en general va a experimentar un ligero crecimiento, pero hacia 2100 la senda comenzará a ser bajista, como lo es ya hoy en el inglés y el chino”, reconoce. “Lo que preocupa, básicamente, es que el crecimiento demográfico está asociado a los países hispanohablantes. Para salir de esta especie de endogamia nativa, lo que tiene que hacer el español es expandirse como lengua internacional fuera del ámbito nativo, donde está estancado hoy”.
"El español tiene un déficit de contenidos mediáticos y científicos en internet y eso es malo, porque las máquinas son el futuro del idioma". Arsenio Escolar
En este sentido, el profesor asegura que es vital dirigirse hacia regiones del mundo con un futuro demográfico y un número de hablantes que puedan ser captados para el español. “Ahí es donde las políticas lingüísticas son clave. Áreas de interés son sin duda China, que tiene la desventaja de su concentración, pero la potencia de su gran número de habitantes. El español triunfa en China, por motivos económicos, ya que en las regiones de habla española tienen el 16% de sus negocios internacionales. Aprenden nuestro idioma con una finalidad comercial y eso es muy positivo, porque la cultura no es suficiente red para captar hablantes, y la economía la complementa.
Pero Fernández Vítores señala otra zona muy desconocida que empezó a despuntar hace poco como gran cantera de hispanoparlantes, el África subsahariana. “Hemos visto que en países como Senegal, Benín o Gabón los estudiantes de español crecen rápidamente. Costa de Marfil tiene casi 500.000, el mismo número que Reino Unido. En esta región las previsiones de crecimiento son espectaculares para el futuro, por lo que hay que mantener ese interés en el español y potenciar ese importante caladero de estudiantes”.
El papel de Estados Unidos
Otro foco importante de atención para el español es Estados Unidos, donde para el profesor “se está librando la principal batalla donde se la juega el español como lengua internacional en el futuro”. Según los censos nacionales, la comunidad hispana del país goza de gran vitalidad y potencia. El porcentaje de hablantes nativos es bastante alto, un 70% entre los hispanos. En breve, esta comunidad convertirá a Estados Unidos en el segundo país de hablantes nativos, y se estima que en 2060 la población de ascendencia hispana alcanzará los 120 millones, un tercio de la total. “Que tengan un conocimiento efectivo del español dependerá de varios factores, principalmente del tratamiento que se haga de la comunidad hispana y de si hay políticas lingüísticas de reversión o antimigratorias, aunque el español se ha mantenido fuerte en todas las generaciones y hoy en día puede pervivir al margen del inglés”.
"Hay angloparlantes en Estados Unidos que están utilizando el español como lengua de promoción laboral y empresarial" David Fernández Vítores
Un dato muy significativo que señala Fernández Vítores, como avance del próximo anuario, es que “redes sociales como Twitter, muestran que hay dominio del español como segunda lengua en ciertas zonas, como Nuevo México, Arizona, o los barrios neoyorquinos de Queens y Brooklyn”. Además, añade que no se trata de algo marginal reservado a los inmigrantes, sino que “en Linkedin, por ejemplo, el uso del español se concentra en núcleos empresariales como California o Texas. Se está desvinculando la lengua de los lugares donde se concentra la población hispana y esto es muy bueno porque indica que hay angloparlantes que están utilizando el español como lengua de promoción laboral y empresarial”, celebra.
Un optimismo consciente
En resumen, pese a su pérdida paulatina de importancia, el profesor asegura que “la demografía va a ser importante todavía una cuantas décadas”, pero que su bajada tampoco es del todo negativa, pues “si la población desciende es porque hay un desarrollo económico, y en ese punto el atractivo de la lengua también crece como vehículo económico, por lo que es muy probable que todas estas variables vayan asociadas y los hablantes que se pierden por un lado se ganen por otro”. Optimista se muestra también Escolar, que entiende que hay que afrontar como un reto positivo ese posicionamiento tecnológico pendiente. “Todos estos cambios de paradigma que nos ha traído la tecnología los tenemos que ver como una oportunidad, no como una dificultad. Hay que subirse a esa ola desde el principio para no ir renqueando”.
Para terminar, Bueno Hudson recuerda que más allá de estos dos importantes vectores que son demografía y tecnología, y contando con los “deberes de posicionarnos en los terrenos de lenguajes especializados y científicos, el español está avanzando en todos los pasos que hacen importante una lengua y está más que presente en el mundo a través de organismos institucionales internacionales, de una activa labor diplomática y, especialmente, de una riquísima y decisiva tradición cultural”.