El libro continúa en buena racha. En 2018 la facturación del sector editorial dentro de nuestro país creció un 1,9 % con respecto a 2017 hasta los 2.363,90 millones de euros, según datos de la Federación de Gremios de Editores de España, que ha presentado este martes un avance de su último Análisis del Mercado Editorial en España: Comercio Interior y Exterior. Se trata del quinto año consecutivo con balance positivo para el sector, con un 7,7 % de crecimiento acumulado en este periodo, aunque aún quedan lejos las cifras anteriores a la crisis económica, que se cebó con el sector entre 2008 y 2013. A precios corrientes, la facturación es un 25,8 % menor que hace diez años (caída aún más acusada si se calcula a precios constantes, es decir, teniendo en cuenta la inflación; en ese caso el descenso es del 34,3 %).
Además de la facturación, en 2018 también creció un 1,6 % el número de ejemplares de papel vendidos, hasta llegar a los 160,85 millones. En cambio, su precio medio bajó un 4,7 % hasta situarse en 13,96 euros, buena noticia tanto para los productores como para los consumidores. Esto se explica, según Patrici Tixis, vicepresidente de FGEE y presidente del Gremi de Editors de Catalunya, por “una mayor eficiencia en la producción de los libros” que ha permitido “reducir los costes gracias a la tecnología”. A la impresión digital, que permite producir menos ejemplares sin que eso suponga un aumento de costes, se suman unas previsiones de venta cada vez más afinadas, por lo que el sector ahora es capaz de calcular mejor cada tirada. “Antes se hacían tiradas de 2.000 ejemplares por defecto aunque luego se vendieran 800. Ahora, si sé que un libro solo va a vender 300 ejemplares, mando imprimir 300 y si hacen falta más se imprimen más”, explica Antonio María Ávila, director ejecutivo de la FGEE, secretario de la Asociación de Cámaras del Libro de España y encargado, como cada año, de desgranar ante la prensa los datos del informe.
El libro digital, lastrado por la piratería y el 'cansancio digital'
El número de títulos disponibles en el mercado alcanza la cifra de 677.241, lo que supone un aumento del 3,2 % con respecto a 2017. En cambio, en 2018 se editaron menos títulos nuevos que el año anterior: 76.202, lo que supone un descenso del 12,7 %. El descenso varía considerablemente según el formato. Mientras la disminución de títulos editados fue del 5,3 % en papel, en el libro electrónico se editó un 29,1 % menos de títulos nuevos que el año anterior. En cualquier caso, la FGEE subraya que este estancamiento del libro digital se está produciendo en todos los países de manera generalizada, y tiene que ver también con el hecho de que las editoriales prácticamente ya han terminado de digitalizar su fondo de catálogo, tarea que han llevado a cabo de manera progresiva en los últimos años, de modo que lo que ahora se produce en el sector del libro digital son mayoritariamente novedades.
La evolución del sector, como arroja el dato anterior, es irregular en cuanto a formatos. Mientras el libro en papel ha aumentado su facturación en un 2,04 %, el libro digital, que supone solo un 5 % del volumen total de negocio, ha disminuido un 0,1 %. Los editores lleva años denunciando la sangría que supone para el formato la piratería. Miguel Barrero, presidente de la FGEE y de la Asociación de Cámaras del Libro de España, ha recordado que, frente a los 13 millones de descargas legales que se efectuaron en 2018, el estudio de piratería que publica la Coalición de Creadores estima 300 millones de descargas en total, de modo que la adquisición lícita de títulos digitales no supondría ni el 5 %.
Por otra parte, Ávila también aduce como causa del estancamiento del libro electrónico el fenómeno del “cansancio digital” que ha manifestado recientemente el consumidor, especialmente a partir de los escándalos de violación de la privacidad de los usuarios por parte de las grandes plataformas de internet.
El libro de texto, motivo de quejas
En el incremento de la facturación del sector destaca especialmente la ficción para adultos (+8,1 %), el libro infantil y juvenil (+6 %) y los de no ficción (+3,7 %). “Aunque en España no tenemos un índice a la altura de lo que deberíamos tener como cuarta potencia económica de Europa, cada vez se lee más y los editores y los autores hemos sido capaces de ofrecer cada vez más a los lectores los temas que les interesan, tanto en ficción como no ficción”, señala Tixis. Por su parte, Barrero destaca que el aumento de las ventas no se debe solo a los bestsellers, sino “a la iniciativa de muchas pequeñas editoriales que están apostando por una línea editorial propia que se ha ganado el respeto y la confianza de los lectores”.
El libro de texto, por su parte, concentra casi todos los lamentos del sector. “Tenemos una situación de caos y una ley que nadie está aplicando”, protesta Ávila. El libro de texto no universitario cayó en 2018 un 4,2 % y esto se debe, aseguran los directivos de la FGEE, a que no se está respetando el calendario de renovación de los títulos. “En muchas comunidades se lleva usando el mismo libro durante 6 y hasta 8 años a pesar de que se acordó renovarlos cada cuatro años. “Las dos causas más comunes son la cercanía de elecciones y la falta de presupuesto, pero sobre todo la segunda”, explica el director ejecutivo de la FGEE. Una situación que se ve agravada por el hecho de que existan en España “17 currículos distintos, uno por cada comunidad autónoma, y en 5 idiomas”. Además, cada una de ellas aplica de manera distinta las políticas de gratuidad de los libros de texto. “Mientras unas dan ayudas de 140 euros, otras las dan de 110, lo cual genera una desigualdad en lo que debería ser la educación gratuita universal”, opina Ávila. Si no se tuvieran en cuenta las cifras de los libros de texto, el crecimiento de la facturación del sector del libro alcanzaría el 4,7 %.
Comercio exterior, motivo de orgullo
Si el libro de texto es el principal motivo de protesta del sector, el comercio exterior es el principal motivo de orgullo. Entre el sector editorial y el gráfico (principalmente las imprentas que producen para editoriales extranjeras), en 2018 exportaron mercancías por valor de 615,41 millones de euros, un 4,5 % más que en 2017. De esta cantidad 421,2 millones proceden del sector editorial, un 68% del total. Y si echando la vista atrás una década se aprecia una caída importante del comercio interior, en el exterior sucede todo lo contrario: entre 2009 y 2018 este ha crecido nada menos que un 39,12 %. Además hay que tener en cuenta que en las exportaciones no computa la producción de libros por parte de las 207 filiales que los grandes grupos editoriales españoles tienen repartidas por el mundo, especialmente en Latinoamérica.
Por otra parte, las importaciones del sector del libro, dirigidas sobre todo a la comunidad extranjera en nuestro país y al mundo universitario, siguen disminuyendo cada año y en 2018 tuvieron un valor de 181,54 millones de euros. El aumento de las exportaciones y la disminución de importaciones arroja una balanza comercial cada vez más favorable para España, que en 2018 fue de 433,87 millones de euros.