Javier Cercas y Manuel Vilas se suman a la nómina del Planeta
Cercas ha obtenido el galardón por una novela policial de índole psicológica sobre un mosso d'esquadra, héroe en los atentados yihadistas de Cambrils. Manuel Vilas ha sido finalista con una obra sobre la alegría
15 octubre, 2019 23:42En medio de las fuertes tensiones generadas por el veredicto del Procés en Barcelona, entre disturbios y cargas policiales, el Premio Planeta ha encarado hoy su 68ª edición con una atmósfera que bien podía haber sido la de una novela negra. El género policíaco prometía, al menos, ser el centro de una velada en la que finalmente se han impuesto dos nombres propios, el de Javier Cercas, el gran ganador de la noche, y Manuel Vilas, como finalista, con todo un giro de guión. Se da la circunstancia por lo menos de que ambos escritores, que nacieron en el mismo año, 1962, compartían hasta ahora grupo editorial, Penguin Random House, competencia directa del Grupo Planeta. Pero ya advirtieron sus responsables ayer de que, coincidiendo con el 70.º aniversario de la editorial, esta se trataba de una edición «especial» en la que cualquier cosa podía ocurrir. Y vaya si ocurrió.
Bajo este contexto, Javier Cercas se ha alzado con el premio dotado con 601.000 euros gracias a la novela Terra alta, que presentó bajo el título de Cristales rotos, con seudónimo de Melchor Marín. Una novela policial de "índole psicológico" que narra la historia de un exdelincuente convicto, actual mosso d'esquadra en Gandesa y héroe en los atentados yihastidas de Cambrils en 2017, que se enfrenta a la resolución de un triple asesinato.
Por su parte, Manuel Vilas se ha alzado con los 150.250 euros del finalista por la novela Alegría, que llevaba el título provisional Tal como éramos, con seudónimo de Viveca Lindfors, en un guiño a la actriz sueca de cine de fantasía y terror. En ella, el escritor construye la historia de un hombre de mediana edad, atormentado por sus propios demonios (la depresión, el paso de los años o la muerte de sus seres queridos) en su día a día para hacernos vivir junto a él su inexorable camino hacia su tiempo de comprensión y felicidad. La historia de un hombre que "ha tenido éxito en su profesión y al que vemos inmerso en la vida con una mirada lúcida y descarnada hacia la sociedad española", según avanzó el jurado durante la rueda de prensa ayer. Una novela que "tiene mucho de sonrisa pero también de autorreflexión".
Como es tradicional el jurado del Premio Planeta, compuesto en esta 68.ª edición por Alberto Blecua, Fernando Delgado, Juan Eslava Galán, Pere Gimferrer, Carmen Posadas, Rosa Regàs y Belén López, directora de Editorial Planeta y secretaria del jurado con voto, ha dado a conocer su fallo en los postres de la cena literaria celebrada, por primera vez, en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, en Barcelona.
Al acto han acudido el ministro de cultura, José Guirao, la vicepresidenta Carmen Calvo y la alcadesa de Barcelona, Ada Colau, además de los políticos José Montilla, Artur Mas e Inés Arrimadas. Entre las ausencias, era de esperar, como viene siendo habitual en los últimos años, la de los reyes, a los que no se les había cursado una invitación oficial porque Planeta los suele "invitar en ocasiones especiales", según compartió ayer con la prensa su presidente, José Creuheras.
Quienes no podían faltar eran los premiados de ediciones anteriores. Entre otros, Dolores Redondo, María Dueñas, Luz Gabás, Lorenzo Silva, Marta Robles y los más recientes, Santiago Posteguillo, Premio Planeta 2018 por su novela Yo, Julia y Ayanta Barilli, finalista por la obra Un mar violeta oscuro, no han fallado tampoco a la cita.
El género policíaco triunfa con Javier Cercas
Con Cataluña como fondo, literal y figuradamente, el escritor ha recordado que sin lo que ha ocurrido en estos años en la comunidad catalana, "este libro nunca lo hubiera escrito. Yo he escrito probablemente demasiado en los periódicos acerca de lo que ha ocurrido donde vivo. Pero lo más profundo que tengo que decir de eso es este libro. Aunque no trata de este asunto, surge de mi estado de ánimo, de mis angustias y de mis preocupaciones", ha reflexionado.
Traducido a más de veinte idiomas, autor de novelas como Soldados de Salamina, popularizada por David Trueba con su adaptación a la gran pantalla, Javier Cercas ha declarado que es la primera vez en su vida que se presenta a un premio literario. "Cada año al día siguiente de la concesión del Planeta mis vecinos me miran con una mezcla inconfundible de compasión y de solidaridad. Alguno de ellos me anima. Eso no volverá ocurrir", ha bromeado el escritor antes de continuar.
"Aterrado" ante la idea de repetirse, el ganador ha definido su obra como un intento de cambiar y de reinventarse. "Es un libro que trata de ser radicalmente distinto de todos los libros que he escrito hasta ahora y al mismo tiempo fiel a ellos. Casi todos mis libros los concibo como novelas policiacas. En ellos se conoce al culpable desde la primera línea. En este caso he intentado traerlo a mi terreno, pero manteniendo algunas reglas importantes del thriller. Aquí los lectores tendrán que llegar a las últimas páginas para averiguar quién es el culpable".
En Terra alta, cuenta la historia de una familia que aparece salvajemente asesinada. El encargado de investigar el caso es un joven, explica, que carga con un pasado tremendo que cree haber enterrado felizmente bajo un presente apacible. Se trata, por tanto, de "una reflexión sobre algunos asuntos que me interesan como el valor de la ley, la legitimidad de la venganza pero sobre todo la epopeya de un hombre en busca de su lugar en el mundo".
Premio Nacional de Narrativa en 2010, con títulos como Anatomía de un instante (2009), Las leyes de la frontera (2012), El impostor (2014) y El monarca de las sombras (2017), el escritor publicó con Tusquets Soldados de Salamina o La velocidad de la luz (2005), antes de que la editorial se integrara en el grupo Planeta, donde ahora recala el autor.
Manuel Vilas y su novela de autoreflexión
Por su parte, Manuel Vilas ha recibido este galardón con "perplejidad, miedo y angustia". "Alegría es una historia muy sencilla y muy común de un hombre que se da cuenta de que la alegría es lo más importante de su vida -ha explicado-. Más importante que el sentimiento de la felicidad. Memoria y alegría son la misma cosa. Es por tanto una novela sobre los sentimientos familiares, sobre los afectos profundos, las raíces, el misterio del amor y la relación entre padres e hijos".
"También es una novela sobre los viajes -ha continuado-. Hay muchos países. Muchos hoteles. Muchas habitaciones de hotel. También es una historia que quiere hablar del presente social y político de España y no solo de España sino del mundo. Tiene una intención de carácter social. Es una invitación humilde para recordar que el sentimiento de alegría es un derecho de todos los seres humanos", ha puntualizado.
Autor de obras como Ordesa, con más de cien mil ejemplares vendidos y catorce ediciones, Vilas era un habitual de Alfaguara hasta la fecha, con títulos como Aire nuestro, Los inmortales y El luminoso regalo. Conocido como uno de los grandes poetas de su generación, ha escrito los poemarios El sauce, El rumor de las llamas, El mal gobierno, Las arenas de Libia, El cielo, Resurrección, Calor, Gran Vilas y El hundimiento. Más recientemente, acaba de publicar su Poesía completa 1980-2018 con Visor.