Desde la Bienal de Venecia o la centenaria Real Academia en Roma hasta el norte de Mauritania, donde se trabaja en la conservación de manuscritos medievales, la Agencia Española de Cooperación (AECID) realiza su labor a través de una extensa red que conforman 129 embajadas, 18 centros culturales y cuatro centros de formación. Con un alcance anual de más de dos millones de personas en 130 países, AECID es, de hecho, “la red más amplia que tiene España en el exterior”, señala su director de relaciones culturales y científicas, Miguel Albero. Y eso a pesar de que, a menudo, su actividad “no es especialmente conocida”, lamenta.
Precisamente, para promocionar esta red que se extiende por los escenarios de las capitales de todo el mundo, la agencia ha presentado su programación en medio de un espectáculo de danza, Meeting Point, que busca visibilizar los lugares donde "se encuentra" la gente y los charcos que hay que "cruzar". Premio MAX en 2018 al mejor espectáculo de calle, esta puesta en escena de Ertza es uno de los eventos que más ejemplifican la labor de AECID en el extranjero. La compañía dirigida por Asier Zabaleta formó parte, de hecho, de su programa África en danza en 2019, con el que tuvo la oportunidad de viajar hasta Mozambique e intercambiar distintas visiones sobre la danza. Hay otros ejemplos. Gracias, por citar alguno, a En una Papa, en la Ciudad de Panamá, jóvenes con trastornos de autismo o síndrome de Down exploraran las artes plásticas como vías de comunicación. O a la compañía de danza Destino, que ayuda a jóvenes etíopes desfavorecidos a desarrollar su potencial interno a través del baile.
“Promovemos la cultura española en el exterior –explica su directora, Aina Calvo-, fomentamos la cooperación cultural con otros países tejiendo amplias redes de creadores y creadoras y consideramos la cultura como un factor de desarrollo”. Desde que se creó la agencia a finales de los años 80, este último punto, señala, “ha constituido siempre un hecho diferencial de nuestra política de cooperación”. España fue, de hecho, “uno de los primeros países que pensó en la cultura como factor de desarrollo - interviene Albero-. Hemos ido por delante de los demás en eso”.
Enredados con la cultura
Como ejemplo de esa extensa red que ha expandido AECID, la agencia organiza esta semana la iniciativa Enredados, la Semana de la Red de Centros Culturales de la Cooperación Española, que reunirá en Madrid a diversos profesionales de la cultura y la cooperación, hasta el 19 de diciembre, con un programa de actividades que acoge Casa de América, en el deseo de “incorporarla como una casa común o como un centro más”, según indica Miguel Albero.
Mesas redondas y coloquios sobre creación y producción o inclusión y diversidad, en las que participarán el escritor Miguel Barrero o la fotógrafa Isabel Muñoz, formarán parte de estas jornadas ilustradas con dos exposiciones que se inauguraron ayer. Lavarse las manos, la Historia la escribe quienes sobreviven recorre la obra de Regina José Galindo, como parte de su trilogía Cuestiones de estado, donde la guatemalteca reflexiona sobre la migración a partir de los testimonios de inmigrantes y de su propio contexto. Y El viaje a Roma de la mano de su comisaria Rosa Olivares abarca las obras de los fotógrafos contemporáneos becados en la Real Academia Española de Roma en diálogo con piezas de Gregorio Prieto y Eduardo Chicharro.
El derecho a la identidad y la defensa a la diversidad cultural son el centro de esta oferta cultural que además incluye un ciclo de cine con las cuatros últimas películas galardonadas con el Premio Cooperación Española, otorgado por el Festival de Cine de San Sabestián en colaboración con la AECID, y que incluirá la proyección de títulos como Oscuro animal, Alanis, Los silencios y Nuestras madres.
Por su parte la Compañía Nacional de Danza de El Salvador será la encargada esta misma tarde de poner música a estas jornadas con la coreografía colectiva de Luz Arcas, titulada Dolorosa. Mañana la escritora peruana Gabriela Wiener abrirá el telón con la performance teatral Qué locura enamorarme yo de ti y el concierto de jazz-fusión de la cantante y compositora dominicana Xiomara Fortuna lo cerrará el jueves a las 20.00 con un excelente broche final que combina creación musical con el activismo cultural, medioambiental y de género.
Un 2020 cargado de actividades
El programa de Enredados será solo el punto de partida para un año que volverá repleto de actividades con la gestión del pabellón de la Bienal de Venecia, como es habitual, o la Bienal de Arte en colaboración con Acción Cultural Español (AC/E). “También gestionamos la Real Academia de España en Roma”, recuerda Miguel Albero, que va camino de convertirse en todo un “punto de referencia de las distintas generaciones de artistas y creadores españoles”. Desde 1873, esta institución centenaria acoge con becas de residencia a creadores, restauradores e investigadores. La exposición En viaje a Roma, que podrá verse estos días en Casa América, como muestra de esta actividad viajará después a Argentina, Uruguay y Chile.
Además, como parte de la promoción cultural, se está trabajando junto con el Museo del Prado para acercar a la pinacoteca y su colección a nuevos públicos en Asia el año que viene. En su marco más artístico, “hemos detectado un gran interés en el arte contemporáneo español por parte de los coleccionistas y artistas mexicanos y vamos a llevar a Ciudad de México una exposición en febrero con 23 artistas españoles”.
También la ingeniería y la ciencia llegarán al extranjero. De la mano del Archivo de Indias, por ejemplo, se exhibirán “versiones transportables sobre ingeniería española en los siglos XVII y XIX sobre la circunvalación del globo terráqueo”, del que se celebran ahora 500 años. La tecnología y la innovación española estará presente a través de la red, los diferentes centros y embajadas. “Además de un programa específico de diplomacia científica con nuestras embajadas. Hemos creado por primera vez cinco becas” que irán a cinco destinos diferentes y que ya se han otorgado este mismo año, indica su director de relaciones culturales y científicas.
Con cerca de cuatro mil actividades anuales, la Agencia Española de Cooperación centra también su trabajo en el diseño industrial y gráfico con el apoyo a la Bienal Iberoamericana del Diseño, entre otras exposiciones. En cine, además de los premios Cooperación Española, que organiza en el Festival de San Sebastián, cuentan con varios centenares de títulos, cuyos derechos han adquirido para la Filmoteca, recientemente reasignada con el nombre de Lola Millás en homenaje a su fundadora. “Cada año reunimos al comité de expertos y críticos que nos asesoran para seleccionar los títulos que vamos a comprar para presentar en el exterior”, señala el director. “Muchos relacionados con los temas que hace la agencia como la temática LGTBI y los derechos humanos”.
En artes escénicas y música, Albero ha enfatizado que desde hace años se convoca un comité de expertos en el que participan diferentes representantes culturales elaborando un catálogo. Con la idea de que las agencias solo puedan programar de ese catálogo. “Hemos aprovechado este último año para profesionalizar nuestra oferta cultural. Estamos manejando dinero público y tenemos que hacer que la cultura sea algo evaluable y que podamos vender los resultados y decir que hemos sido capaces de hacer cosas que desde otros ámbitos no se pueden hacer”.
En estrecha relación con el Instituto Cervantes, Acción Cultural Española y el Ministerio de Cultura, con quienes se reúnen al menos una vez al mes para coordinar las actividades, AECID seguirá apostando además por las residencias artísticas y por sus programas como DramaTOURgia, junto al Centro Dramático Nacional, que a lo largo ya de tres ediciones ha llevado al teatro español al exterior.