Como era previsible, desde que la cotidianeidad que interrumpió abruptamente el coronavirus volvió poco a poco a su cauce, las librerías se han visto anegadas por todo tipo de libros sobre el tema. Ensayos de científicos sobre virus y epidemias, relatos “desde dentro” de médicos y profesionales y análisis de filósofos, economistas y politólogos sobre qué nos deparará el futuro se afanan por abordar todos los posibles ángulos de esta inaudita pandemia. Pero es posible que ninguno lo haga desde un enfoque forma tan original como el de este ensayo en el que el doctor en Genética y Biología Celular Miguel Pita (Madrid 1976) nos explica qué es exactamente un virus y, más aún, cómo algo que es poco más que un fragmento disperso de material genético puede poner en jaque y paralizar a toda una civilización en pleno siglo XXI, además de provocar tantas muertes.
RE-VI y XicuV son los dos protagonistas de los relatos y ejemplos con los que Pita, también profesor e investigador en la UAM, explica en qué consiste la convivencia de los virus con nuestra especie (y otras). Dos virus inventados que podrían ser auténticos, como la historia del carnicero de un bullicioso mercado oriental que enferma tras vender la carne de un exótico animal, el cazador furtivo africano que se infecta con la sangre de un gorila o el hombre de negocios francés que traslada el virus por nuestro continente. A través de estos ejemplos más que verosímiles el autor explica conceptos con los que nos hemos familiarizado en los últimos meses –tasa de contagio, capacidad de mutación, creación de anticuerpos, inmunidad de rebaño...– que se mezclan con otros más técnicos, pero igualmente asequibles gracias a un lenguaje y un tono amenos y divertidos sin que renuncien por ello al rigor.
Este ensayo explica qué son los virus con amenos relatos que equilibran el rigor científico y las reflexiones cáusticas
De hecho, el mayor acierto de este libro es el equilibrio logrado entre el saber científico y las causticas reflexiones de su autor cuyo eco resuena en el turbulento presente en frases como: “rápidamente decenas de países se suman a la pandemia, ya que los virus, en contra de lo que parece invitarnos a pensar nuestra fallida intuición, no se interesan por la nacionalidad de los infectados”. O esta otra: “el virus ha topado con una especie que no se lo va a poner difícil: puebla todo el planeta con más de siete millones de habitantes que no paran de moverse de un lado a otro y vive una existencia frenética que le otorga una curiosa y falsa sensación de superioridad e inmortalidad”.
Pero más allá de estos dardos lanzados en general, Pita nos recuerda que estamos embarcados en una historia interminable que sólo tendrá fin cuando se cree una vacuna, de las que hace una encendida defensa, pues los virus no desaparecen “siempre hay alguien con gripe en algún lugar del mundo contagiándosela a otra persona”. Eso sí, hay un apartado optimista, pues el investigador afirma que de estos virus mutantes causantes de epidemias como la que todavía vivimos “unos se adaptan mejor que otros, y los que prevalecen a la larga son los menos agresivos, porque son los que mejor se encuentran en sus hospedadores”. Es decir, que debemos aprender a mantener una coexistencia con estas formas de vida que pueden modificar el rumbo de la Historia desde nuestro propio interior.