La periodista colombiana Sara Jaramillo (Medellín, 1979) tenía apenas once años cuando su padre, un conocido abogado, fue asesinado por un sicario del narcotráfico tras varios intentos frustrados y amenazas que su familia ignoraba. Ese día, Sara descubrió que no había partida de Nintendo que compensase la derrota de una llamada telefónica, y cómo una niña asustada podía convertirse en invisible sin más hechizo que el miedo de los demás a decirle la verdad. También que había un instante mágico al despertar, que apenas duraba diez segundos, en los que podía olvidar que su padre ya no estaba.
Estructurada en breves capítulos caleidoscópicos, la novela narra desde el punto de vista de la niña la transformación radical de la familia, empezando por ella misma, que debe hacerse responsable de sus cuatro hermanos, pues su madre, abrumada y vencida, delega en ella todo lo referente a los chicos. Que uno de ellos acabe enganchado a la droga, o que Sara persiga en sus amantes, siempre bastante mayores, la sombra del padre, justifica por qué al final de la ¿novela? comprenderá que debe “matarlo” para seguir viviendo.
Cómo lo hace es el remate necesario de esta ópera prima que combina emoción, talento, honestidad y un sentido del humor soterrado e implacable, sobre todo con la propia autora.