Espejos negros: imaginación política y nuevo gótico latinoamericano es el título del curso online que organiza La Casa Encendida y que comienza el próximo martes 2 de febrero. “A medio camino entre el seminario teórico y el taller de lectura”, nos presenta el trabajo de cuatro autoras latinoamericanas cuyo punto en común es su forma de reflejar en los espejos negros de la ficción su versión de la vida. Ellas son Giovanna Rivero, Fernanda García Lao, Michelle Roche Rodríguez y Mónica Ojeda.
“El fin último del taller es reflexionar sobre el presente y el futuro desde las múltiples posibilidades de la ficción como espejo y ventana. Es decir, como un lugar donde nos reflejamos a la vez que nos proyectamos hacia afuera. […] La idea es que además de reflexionar sobre estas autoras, su trabajo en los géneros, los imaginarios, las mitologías y el lenguaje sirvan como estímulo para que quienes se interesen en el curso desarrollen sus propios proyectos”. De esta forma introduce el curso su coordinadora Ana Llurba (Córdoba, Argentina, 1980), escritora y editora argentina afincada en Barcelona. Su primer libro de cuentos, Constelaciones familiares, se publicó en otoño de 2020 en España.
“El fin último del taller es reflexionar sobre el presente y el futuro desde las múltiples posibilidades de la ficción como espejo y ventana”. Ana Llurba
El curso se divide en 8 sesiones que tendrán lugar todos los martes desde el 2 de febrero al 23 de marzo. En ellas se abordarán cuestiones teóricas, lecturas y conversaciones con las autoras. “Lamentablemente he tenido que hacer una selección lo más representativa posible y algunas escritoras excelentes se quedaron fuera, pero por supuesto las comentaremos en el programa”, explica Ana Llurba.
Giovanna Rivero, Fernanda García Lao, Michelle Roche Rodríguez y Mónica Ojeda han creado un nuevo acercamiento a los géneros de terror y distópico, denominado gótico latinoamericano, desde ópticas muy personales. Además “lideran esta tendencia porque son excelentes innovadoras del lenguaje y la ficción en castellano” y por “su capacidad de imaginación” destaca la coordinadora del taller. A su vez, Ana Llurba matiza que “no creo que sea una corriente nueva, ya que pertenecen a una genealogía de autoras como María Luisa Bombal, Sara Gallardo, Alejandra Pizarnik, en su versión más dark, Pilar Pedraza o la Emilia Pardo Bazán en sus relatos góticos”.
Temas como las distopías latinoamericanas, la transculturación, las experiencias migrantes o la reinvención de las mitologías se entremezclan con la lectura de fragmentos de obras de Samantha Schweblin, Mariana Enríquez, Liliana Colanzi, Rita Indiana, Ana Paula Maia, Ariana Harwicz o Natalia García Freire y, por su puesto, de las autoras invitadas.
Giovanna Rivero (Montero, Santa Cruz, Bolivia 1972) comentará su obra Para comerte mejor (Aristas Martínez, 2020) en la sesión “Transculturación y experiencias migrantes”. La escritora ha sido galardonada con premios y becas y fue elegida en 2011 por la Feria del libro de Guadalajara de México uno de los 25 nuevos talentos latinoamericanos. Para comerte mejor es un libro de dos cuentos a caballo entre el género fantástico y el realismo psicológico en los que se reflexiona sobre la identidad, la experiencia migratoria y la transculturación.
Malasangre (Anagrama 2020) es la obra de la escritora venezolana Michelle Roche Rodríguez (Caracas, Venezuela, 1979) que será objeto de coloquio en la sexta sesión del curso, titulada “Encarnar al monstruo”. Galardonada con el Premio Francisco Ayala de Narrativa en 2017 por Gente decente, publicó el pasado año Malasangre, una novela sobre una joven vampira que madura durante la dictadura militar de Juan Vicente Gómez, en los años veinte.
La tercera autora invitada es Fernanda García Lao (Mendoza, Argentina, 1966), escritora, dramaturga y poeta. Aunque hoy pueda sorprendernos, el título elegido para el curso, Nación vacuna (Candaya, 2019), “surgió del más puro ejercicio de irrealidad. Creo fervientemente en la imaginación como recurso crítico. Lo que nos cuentan los medios no es otra cosa que un relato ficcional con pretensiones de verismo. Cada país sufre en loop sus pecados. Hay algunas cuestiones que regresan disfrazadas en Argentina, me interesaba desnudarlas. […] El uso de las mujeres como vacuna y envase reproductivo con su consentimiento me pareció un campo inquietante sobre el que sembrar pequeños monstruos de lenguaje”.
El gótico andino
Dentro del gótico latinoamericano llama la atención el gótico andino, estilo que definió Mónica Ojeda (Guayaquil, Ecuador, 1988) y por el cual le preguntamos. “No hay mucho pensamiento o trabajo teórico en torno al gótico andino. Es una categoría que escuché una vez a un académico ecuatoriano, Álvaro Alemán, durante un congreso. Desde entonces la categoría estuvo rondándome la cabeza y tuve ganas de escribir pensando en cómo yo lo entendía: un tipo de literatura que trabaja la violencia (y por tanto el miedo) generada en una zona geográfica específica: la Cordillera de los Andes, con todas sus narraciones, mitos, símbolos y su desnuda contemporaneidad. En cualquier caso, entiendo el gótico andino como una literatura que aborda la violencia y los miedos particulares de ese territorio, con toda su historia y su contexto”.
“Entiendo el gótico andino como una literatura que aborda la violencia y los miedos particulares de ese territorio, con toda su historia y su contexto”. Mónica Ojeda
En la última sesión del taller, titulada “Reescribir los mitos, refundir el lenguaje”, Mónica Ojeda comentará y leerá fragmentos de Las voladoras (Páginas de Espuma, 2020), “un ejercicio de gótico andino, que no es lo mismo que decir que sea literatura gótica” afirma la autora. “Siento que lo que me da más posibilidades narrativas (y poéticas) es precisamente estirar los límites genéricos, no solo formales sino temáticos. Eso acaba por hacer que mis libros no sean tan fácilmente categorizables”.
Con relación a los límites del género, Fernanda García Lao tiene una opinión similar. Por su faceta de dramaturga, le preguntamos por los géneros teatrales, si, debido a la pandemia, las distopías pueden crear tendencia en los teatros: “Esta noche, precisamente, voy al teatro. Iré con máscara. Ahora son los espectadores quienes las usan. […] El aquí y ahora del teatro está mediado por protocolos de salud. Hay más actuación abajo que en el escenario. Pero creo que una vez más, la dramaturgia de los cuerpos encontrará el modo de recuperar su ferocidad. Y será a la intemperie, como al principio. Cualquier balcón, puente o explanada se cargará de poesía y de riesgo. El celular es el nuevo espejo. No hay más que narcisismo ahí. El teatro y la literatura necesitan de la fiebre que produce lo áptico. El sudor, lo áspero de una voz cercana, la presencia y el tacto. El ombligo de la autoficción, las autofotos, son entretenimientos para nada inocuos. Matan al otro. Este virus es tan literal que no produce más que imágenes huecas. Creo que la palabra y la ficción son el único antídoto. No importa el género”.
Preguntamos a Ana Llurba si aprecia una tendencia literaria similar al “no tan nuevo” gótico en España: “Por supuesto, Emilia Pardo Bazán escribió cuentos góticos, como también Pilar Pedraza, la abanderada del terror en España. Sus ensayos también son magníficos. Otra maestra es Cristina Fernández Cubas, en el género fantástico. […] También Silvia Terrón en Umbra (Caballo de Troya, 2018) o algunos relatos de Almudena Sánchez o Cristina Jurado y Laura Fernández, en la ciencia ficción. La única diferencia es que en España entre el canon del siglo XIX y la alargada sombra de la novela realista, el realismo sigue siendo el estándar de la calidad literaria. En cambio, en Latinoamérica, en el canon de cada uno se encuentra más literatura de vanguardia, o considerada de vanguardia en su época, o con relaciones más fluctuantes con el realismo, acunados por el realismo mágico, aunque es una tradición que se puede remontar hasta las mitologías prehispánicas y también en las crónicas de Indias. No se puede generalizar porque estamos hablando de más de veinte países, con historias culturales específicas, pero un rasgo general puede ser el sincretismo, la mezcla, la transculturación, aunque reconozco que todos estos conceptos académicos enuncian solo la punta del iceberg del fenómeno en sí”.Este taller brinda la oportunidad a los asistentes de ampliar sus conocimientos y perspectivas literarias. Con total seguridad, será un espacio de análisis de la palabra, de lo poético y de su relación con la realidad. Un lugar de intercambio en el que las conversaciones enriquecerán la escritura y la sensibilidad lectora.