En Estados Unidos, por cada libro que se vende en una librería física, Amazon vende 300. Una desproporción que asfixia al sector librero y que llevó al editor independiente Andy Hunter a fundar Bookshop, una plataforma de venta online comprometida con las librerías de proximidad para que no pierdan la carrera del comercio electrónico, que no deja de crecer cada día. Este lunes ha empezado a funcionar la versión española de la plataforma, que se presenta como “una alternativa socialmente responsable para comprar libros online”.
Su funcionamiento es el siguiente: el usuario adquiere el libro en la web de Bookshop asociando su compra a una librería de su elección y esta, aunque no gestiona el pedido ni lo envía, recibe un 25% del importe. Si el comprador no selecciona ninguna librería, se destina parte del importe a un fondo común que después se reparte equitativamente entre todas las librerías asociadas a Bookshop, que se define como una benefit corporation, es decir, una empresa “cuyo principal objetivo, por delante de la rentabilidad económica, es tener un impacto positivo en la sociedad”.
En Estados Unidos, desde su puesta en marcha en enero de 2020, Bookshop ha conseguido facturar 50 millones de euros, de los que 12 han ido a parar a las 1.000 librerías independientes asociadas a la plataforma. En el Reino Unido, donde empezó a funcionar en noviembre, consiguió facturar 4 millones de euros, generando más de un millón de euros para las 400 librerías participantes.
Marc Subirats y Marta Marrón son los emprendedores que han traído la plataforma a España. Su vinculación con el sector del libro es reciente: vienen del mundo de la tecnología, pero se involucraron como socios de una pequeña librería de Barcelona de la que eran clientes habituales para evitar su cierre. Con la irrupción de la pandemia, empezaron a buscar soluciones para evitar el desplome no solo de su librería, sino de todo el sector, y descubrieron Bookshop.
“Contactamos con su fundador, Andy Hunter, un editor independiente que lanzó la plataforma junto a otros editores como él y con la implicación de la American Booksellers Association, por la preocupación ante el crecimiento de la venta de libros online, cada vez mayor y liderado por Amazon. Si las librerías independientes no participan de ese crecimiento, su sostenibilidad está comprometida”, explica Subirats a El Cultural. “El mundo de las librerías es fundamental para la diversidad de la edición y para la cultura en general. Para aquellas personas que buscan una compra online rápida y ágil, Bookshop viene a proporcionar una alternativa a Amazon que beneficie a las librerías”.
Los establecimientos que se dan de alta en Bookshop crean un perfil con su logotipo, una descripción, enlaces a su propia web de venta si la tienen, y listas de libros recomendados que se pueden compartir en redes sociales. Esto último es la manera en que Bookshop da cabida a la labor de prescripción literaria que tienen los libreros. “Cuando surgió el movimiento Black Lives Matter, una pequeña librería de Chicago creó en Bookshop una lista de los 50 libros que mejor explicaban el problema del racismo en Estados Unidos. Muchos de ellos ni siquiera los tenían en stock, pero vendieron a través de la plataforma 10.000 ejemplares de costa a costa”, relata Subirats. “Una librería independiente no podría tener ese stock ni servir tantos pedidos por su cuenta”.
El desembarco de Bookshop en el Reino Unido tuvo lugar por iniciativa de la asociación nacional de librerías, y en el caso de España, “CEGAL ha firmado con Bookshop un acuerdo de buenas prácticas y ha mejorado las ventajas que la plataforma ofrece a las librerías”, asegura Álvaro Manso, portavoz de la confederación.
Subirats hace hincapié en la vinculación de Bookshop con el sector de las librerías independientes. Las siete personas que componen el equipo español son o han sido libreros, y señala que tanto en Estados Unidos como Reino Unido y España, las asociaciones de libreros forman parte del consejo de administración de Bookshop.
Habitualmente las librerías se quedan en torno a un 30% del importe de cada libro vendido. ¿Cómo es posible entonces que en la nueva plataforma se lleven casi lo mismo por cada libro si es Bookshop quien se encarga de todo el proceso de compra, almacenamiento, gestión de pedidos y envío? La respuesta está, por una parte, en que Bookshop solo se queda con un margen de entre el 5 y el 6 %, “que permite cubrir los costes de estructura y de promoción de la plataforma”, explica Subirats. “Con un margen tan pequeño necesitamos un gran volumen de venta para que sea viable”. En segundo lugar, la explicación se encuentra también en los grandes descuentos que la plataforma ha conseguido de editoriales y distribuidoras. Aunque el porcentaje de descuento conseguido con cada una de ellas es confidencial, el descuento medio es del 40%, explica el responsable de Bookshop. En cambio, los descuentos que reciben los libreros no sobrepasan casi nunca el 30%. “Habría que preguntarle al mundo editorial por qué pasa esto”, señala Manso.
¿Suma o resta?
El sector de las librerías independientes se divide entre quienes ven con buenos ojos la iniciativa y los que albergan algunas reticencias. Por ahora, del medio millar largo de librerías independientes que existen en España, unas 200 han decidido aliarse con Bookshop. En Madrid no superan la decena. Subirats considera comprensible que algunos libreros no se fíen: “Las características del modelo y el hecho de que sea una benefit corporation requiere un esfuerzo importante para explicarlo, y es lo que hemos hecho. Hemos visitado más de 100 librerías y nos quedan muchas más por contactar. Es normal la sospecha inicial si no conoces los detalles”.
Otro motivo para el recelo es que CEGAL puso en marcha hace apenas cuatro meses su propia plataforma de comercio electrónico, Todos tus libros, y la irrupción de Bookshop podría hacerle sombra. “Lo que nos gustaría es que la gente pudiera apreciar la diferencia entre ambas plataformas. La mucha oferta introduce confusión”, opina Manso. “A nivel mundial no hay ninguna iniciativa como Todos tus libros. Nuestra labor es dejar claro sus ventajas”, dice el portavoz de CEGAL. La principal, en su opinión, es “su capacidad de recomendación” a través de la plataforma, algo que, no obstante, es otra de las características de Bookshop.
Una de las principales diferencias entre Bookshop y Todos tus libros es que la primera tiene su propio stock, que compran a las editoriales y distribuidoras, y las librerías, como ya se ha dicho, no intervienen para nada en el proceso de venta; mientras que la plataforma de CEGAL funciona con el stock de las librerías —y en el que hay libros inencontrables de otro modo porque ya están descatalogados—, que se hacen cargo de todo el proceso, aunque próximamente se creará un servicio para que las librerías que no puedan o no quieran hacerse cargo de la gestión de los pedidos externalicen esa tarea, explica Manso.
Por su parte, Subirats insiste en que su principal objetivo es beneficiar a las librerías y que “lo ideal para cualquier librería es estar en las dos plataformas”. “Nosotros siempre decimos que el mejor sitio para comprar un libro es la librería, donde te van a recomendar libros que ni siquiera conocías. El segundo mejor sitio es la web de la librería. Pero en caso de que no lo encuentres y te plantees una alternativa, plantéate Bookshop”.