Quizás sea el momento de aceptar que el primer libro publicado por Hubert Selby Jr. (Nueva York, 1928- 2004), el célebre y polémico Última salida para Brooklyn, era en realidad un libro de relatos disfrazado de lo que los estudiosos llaman composite novel. Tener esto presente podría ser importante de cara a no caer en la tentación de pensar que El canto de la nieve silenciosa (1986) —su supuesta única colección de relatos— es una rara avis dentro de la bibliografía del escritor neoyorquino.
Ocurre entonces que si aquel primer título podía pasar por una novela por las conexiones de tiempo y espacio que se daban entre un texto y otro, cabría decir que prácticamente toda la obra de Selby Jr. forma parte de un único proyecto narrativo tan cerrado en sí mismo como coherente hasta en sus imperfecciones. La misma prosa cortante de siempre, la misma mirada “podrida”, los mismos soliloquios “enfermizos” y el mismo Harry (o en su defecto Harold) como protagonista convierten a los un tanto desiguales quince relatos aquí incluidos en piezas de puzle perfectamente encajables en el resto de su producción.
Tiene uno de hecho la sensación de que muchos de ellos son descartes de novelas anteriores, escenas desechadas ligeramente modificadas para la ocasión para así adquirir autonomía como historia, y digo esto sin el más mínimo ánimo peyorativo, pues a mi juicio serviría para ilustrar la vehemencia con la que se impone el estilo de Selby Jr. a todo cuanto escribe. Es una pena no obstante que esta edición de Hermida Editores no señale el origen de estos textos para confirmar o desmentir la anterior sospecha, pues podría haber dado lugar a un juego de espejos de lo más interesante.
'El canto de la nieve silenciosa' es un Selby Jr. puro, indispensable para quien admire a uno de los mejores narradores del siglo
Sentado lo anterior, se hace justo advertir que este esperado volumen de relatos no es, al menos a mi juicio, lugar para neófitos. Quien quiera introducirse por primera vez en el mundo de Selby Jr. seguramente haga mejor leyendo sus dos obras más célebres, la ya citada Última salida para Brooklyn (1964) —asumo que todavía disponible en Anagrama— o Réquiem por un sueño (1978) —recién reeditada por Sajalín—, ambas por cierto traducidas magistralmente por Mariano Antolín Rato, a quien se le echa aquí bastante de menos, todo sea dicho.
Ha de hacerse notar también que El canto de la nieve silenciosa es el quinto título de Selby Jr. que se publica en España por una editorial diferente. Así, La habitación (1971) fue traducida en su día por Ediciones Escalera y El demonio (1976) por Huacanamo. ¿Cómo es posible que esto ocurra con un escritor así, toda una figura de culto, llevado al cine con éxito en dos ocasiones? Que nadie se moleste en contestar, pues la pregunta es claramente retórica, por más que me fascine que se produzcan tantas veces fenómenos como este con autores de renombre.
El que El canto de la nieve silenciosa no parezca ser el mejor lugar para iniciarse en Selby Jr. no quita para que en su interior encontremos al menos cuatro textos mayores, como “Hola, campeón”, “Liebesnacht”, “Pubertad” o “El abrigo”, así como uno ciertamente atípico, por su lirismo envenenado, como es el que cierra la colección y da título a la misma. El canto de la nieve silenciosa es con todo un Selby Jr. puro —pues no puede existir adulteración alguna en su literatura— y por tanto indispensable para quien ya hubiera caído en las redes de uno de los mejores escritores estadounidenses de la segunda mitad del siglo XX.