La tierra que vio nacer el blues

Alan Lomax

Traducción de Ana Lima. Kultrum. Barcelona, 2021. 448 páginas. 29,50 €

Una armónica barata es todo lo que necesitaba Napoleon Srickland. No, no es el arranque de un cuento inspirado en el realismo mágico. O al menos no del todo. Pertenece a una de las joyas editoriales de la temporada, la que firma el histórico musicólogo Alan Lomax (Austin, 1915-Safety Harbor, 2002), pionero, durante la primera mitad del siglo XX, en la labor de recopilar y capturar la música que la población negra cultivó a lo largo y ancho del Delta del Mississippi y de la que surgió el blues, una milagrosa pócima, trabada con la tradición africana y la trágica experiencia de la esclavitud, con la que consiguió no solo elevarse ane una vida sin valor y sin destino, sino que también logró transformar la música para siempre.

Muddy Waters, Robert Johnson, Fred McDowell, Blind Lemon, Son House, Bessie Jones, Sam Chatmon, David Edwards, Big Bill Broonzy y Jack Owens son solo algunos de los nombres que recorre Lomax en esta histórica recopilación de textos que va más allá de lo etnológico. Edifica un auténtico dique musical con mampostería procedente de la crónica, el relato de viajes, la entrevista periodística y el cancionero.

El blues consiguió traducir el viejo lamento de los esclavos en notas capaces de aullar como un tren de mercancías

Técnicas como el uso del slide en la guitarra o la sordina en la armónica consiguieron traducir el lamento de una población segregada y humillada en notas que aullaban como un perro rabioso o como un desenfrenado tren de mercancías. Tan torrencial, mágico y cenagoso como el curso del río que le dio inspiración, energía y consuelo. ¿Cómo es posible —se pregunta el autor, maestro de estudiosos como Ted Gioia— que estos obreros agrícolas agotados y sus antepasados esclavos, degradados y cruelmente explotados, hubieran creado canciones tan llenas de nobleza y amor?"

El resultado final es que el blues ha arrollado la cultura del siglo XX. Un joven de Tupelo, blanco pero con la voz y las caderas de un negro, sacudió la Tierra con el nombre de Elvis Presley y algo después, libres de prejuicios raciales, los Rolling Stones y Eric Clapton, entre otros, rezaban ya la nueva religión por las convulsas calles de Londres. Lo anticiparía la letra del viejo blues: "El sol va a brillar en mi puerta trasera algún día,/ Va a levantarse un viento que se llevará mi tristeza consigo..."

@ecolote