En el rock creemos que lo hemos escuchado todo hasta que nos topamos con Frank Zappa, el enfermizo chico de Baltimore, el músico, el productor, el cineasta, el friki, el activista, el ácido personaje de ascendencia italiana que, con su solo empuje, pudo haber cambiado el mundo si no nos hubiese dejado a los 52 años víctima de un inoportuno cáncer.
A Zappa, autor de álbumes como Freak Out!, Absolutely Free, Lumpy Gravy, Chunga’s Revenge, Zappa en New York, The Perfect Stranger y The Yellow Shark, algunos de ellos con The Mothers of Invention (la banda con la que hizo historia) y otros con figuras de la música clásica como Pierre Boulez y Kent Nagano, le sientan como un guante calificativos como vanguardista, indomable, transgresor, sarcástico, seductor y subversivo.
No hay más que leer con atención esta “biografía no autorizada” de Manuel de la Fuente (Valencia, 1976) para conectar, solo guiado por su riguroso y apasionado trabajo de investigación y prospección (asentado en miles documentos, algunos de ellos con datos desconocidos de su biografía), con una estirpe de artistas insobornables, de cuya extinción ya no necesitamos acta notarial. Simplemente han desaparecido.
Vanguardista, indomable y transgresor, Zappa fue el precursor de la fusión musical, la 'performance', la recitación y la improvisación
Conocíamos la vinculación del profesor de la Universidad de Valencia con el director de la película 200 Motels por varios volúmenes sobre su vida y su ecléctica obra pero especialmente por la excelente traducción de sus memorias, un divertido prodigio del género que nadie, feligrés o no de Zappa, debe perderse y en el que avisaba con ironía: “Uno de los motivos de meterme en esto es la proliferación de libros estúpidos que, por lo visto, hablan de mi”. No es el caso, claro, del que nos ocupa,
Con un relato sencillo y directo, bien estructurado en dos bloques relacionados cronológicamente, que van del despertar a la música a su decidido compromiso político, pasando por su cruzada contra la industria discográfica y contra algunos presidentes como Reagan, descubriremos al admirador del compositor Edgard Varèse, al colono de Laurel Canyon, al precursor de la fusión, de la performance, de la recitación y la improvisación, al enamorado del flamenco y la guitarra española, al amante de sus fans, al azote de la piratería, de los hippies y de los telepredicadores… De la Fuente sentencia el libro destacando que su “catálogo de propuestas expresivas sirve todavía hoy para explicar nuestro tiempo”. Y más allá.