La palabra panhispanismo ha tomado cuerpo este viernes, con gran solemnidad, en el acto conmemorativo del 70.º aniversario de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), celebrado en la sede de la Real Academia Española (RAE) con la presencia de los reyes, los directores y presidentes de las 23 academias hermanas —incluyendo las de Guinea Ecuatorial y Filipinas, además de las americanas—, y diversas autoridades políticas. Se celebraban estas siete décadas de trabajo conjunto en favor de la unidad y el respeto a la diversidad de nuestro idioma, una lengua que ya hablan casi 600 millones de personas en el mundo. Este aniversario es “un acontecimiento de primera magnitud para la cultura que nos une a los pueblos que han adoptado el español como lengua general de comunicación”, ha señalado el rey Felipe VI. “Verdaderamente es indiscutible que nuestra lengua común sea el valor cultural que más nos identifica y que suscita verdadero respeto y admiración en el mundo porque es un idioma que hace grandes a todas nuestras naciones” y que “permite recorrer inacababales geografías o espacios literarios o virtuales sin cambiar de idioma”.
En su discurso de apertura, el director de la RAE y presidente de ASALE, Santiago Muñoz Machado, ha recordado cómo aquel primer diccionario elaborado por la Academia a partir de 1713, el conocido como Diccionario de Autoridades, no solo dio entrada “a las voces propias del castellano culto y propio de la corte madrileña”, sino también a “vocablos provinciales y locales” y “desde el principio se interesó en el léxico de lo que entonces eran virreinatos, capitanías generales y audiencias americanas”.
Entraron en aquel primer diccionario 150 americanismos. Su presencia no creció mucho más en las ediciones siguientes. A las dificultades que entrañaba la falta de documentación directa del español hablado en América, se sumaron los procesos de independencia en el siglo XIX. El presidente de ASALE ha recordado que “a las guerras siguió un periodo natural de desafecto”, que se vio reflejado en las directivas de las nuevas repúblicas en materia lingüística. Toda una generación de intelectuales americanos reclamó una mayor independencia lingüística y cultural de la metrópoli, en consonancia con la que ya se había conseguido en el ámbito político. No obstante, frente a las voces que auguraban que el español se desmembraría en América como el latín lo hizo en el viejo siglos atrás, el idioma no solo se mantuvo sino que continuó enriqueciéndose y hoy constituye el mejor legado de la colonización española. Muñoz Machado también ha elogiado especialmente la labor que el filólogo Andrés Bello, venezolano afincado en Chile, realizó en el siglo XIX para defender la unidad del idioma en América.
También fue en este siglo cuando la RAE se dio cuenta de que debía tomar en cuenta las aportaciones lingüísticas de las nuevas repúblicas americanas, invitando a participar en las siguientes revisiones del diccionario a algunos de sus mejores intelectuales. “Fue a partir de entonces cuando sus memorables esfuerzos en defensa solitaria del español empezaron a transformarse en un ejemplar trabajo colegiado, que impuso la corresponsabilidad de todas las naciones en que la lengua española había echado raíces”, ha explicado Muñoz Machado.
La “nueva era” se inició en 1870, con el reglamento emitido por la RAE para la fundación de las academias americanas “correspondientes”, cuyo preámbulo ha leído el escritor y académico Arturo Pérez-Reverte. Pero aún faltaban 80 años para el nacimiento de Asale en México en 1951, que estableció entre todas ellas una relación de colaboración estrecha y responsabilidades compartidas respecto al cuidado del idioma, que progresivamente se ha ido volviendo más horizontal en las últimas décadas.
Desde su fundación, la ASALE ha trabajado en pro del panhispanismo, como se ha explicado en las distintas intervenciones que han tenido lugar y que se han ilustrado con la lectura de varios textos alusivos a la constitución de las distintas academias de la lengua y a la creación de la asociación por parte de varios académicos americanos.
En la sesión también se han dado a conocer algunos de los proyectos estratégicos en los que trabaja la asociación, el del Diccionario histórico de la lengua española (DHLE) y el proyecto LEIA, enfocado al buen uso del español en el desarrollo de la tecnología digital y la inteligencia artificial, y del que se han expuesto los avances realizados junto a las tecnológicas Microsoft, Google, Telefónica, Amazon Web Services y Amazon Alexa. Además, ha tenido lugar la presentación de la Crónica de la lengua española 2021, una obra que analiza el estado actual del idioma español en el mundo hispanohablante de la mano de los miembros de las academias de España, América, Filipinas y Guinea Ecuatorial.