Premio Espasa 2021, este ensayo, tan bien documentado como explicado, nos presenta un mundo, este en el que vivimos con cierto asombro y bastante estupefacción, que nos puede llevar al pesimismo –una población que prevé alcanzar los 9.500 millones en 2050, una crisis energética y alimenticia sin precedentes, la difícil gestión de la multipolaridad política y el cambio climático– o, por el contrario, a un optimismo razonable que es por el que se inclina el autor. “Es fácil demostrar que, en las últimas décadas, el mundo en su conjunto ha ganado en salud, prosperidad, libertad, educación, mientras la desigualdad mundial ha disminuido. La esperanza de vida ha pasado de unos 25 años a más de 70, lo que es quizás el mejor indicador de bienestar global. La renta per cápita, que se mantuvo constante durante milenios en la llamada trampa malthusiana, empezó a despegar a mediados del siglo XX para proyectarse como un cohete a finales de esa centuria”.
Emilio Lamo de Espinosa (Madrid, 1946), expresidente del Instituto Elcano, doctor en sociología por la Universidad de Santa Bárbara (California) y en derecho por la de Madrid, ha escrito un excelente ensayo sobre el papel que juegan en el mundo las grandes potencias –esencialmente EE. UU., China, UE y Rusia– que podría recomendarse como libro de obligada lectura en todas las escuelas de relaciones internacionales y, por supuesto, en la Escuela Diplomática. Para lo poco interesados que estamos en España por los asuntos de fuera, esta obra serviría de introducción a todos los curiosos para situarse en el mundo, en el papel que hoy juegan en el tablero del poder las grandes potencias.
En este ensayo Lamo de Espinosa Nos ayuda a comprender el mundo en el que vivimos y a situarnos en él. No defraudará al lector
Un mundo con datos aterradores: “la actual concentración de CO2 es la más alta en los últimos dos millones de años” o “la última vez que en la Tierra se llegó a un calentamiento por encima de 2,5 grados fue hace tres millones de años, cuando la especie humana no existía”. Aunque Lamo de Espinosa es de los que no se inclinan ante el catastrofismo y afirma: “Aunque soy muy consciente de caminar en contra de la opinión políticamente correcta, el mundo va bien en su conjunto, aunque el nuestro, el del viejo Occidente, y, sobre todo, el europeo, tras éxitos inmensos, va peor, más en términos relativos que absolutos. Y eso genera un enorme malestar que debemos y podemos saturar”.
Recuerdo cuando de pequeños salíamos de cuestación en el día del Domund con huchas que tenían la cabeza de un chino, un indio o un africano. Hoy, esos chinos son la segunda potencia mundial, el potencial de la India se multiplica y, en muchos campos, sobrepasa al de la UE, y los africanos, con un crecimiento de población descomunal, están saliendo de la miseria en la que los europeos les habíamos sumido; e invaden nuestras costas en busca de un futuro mejor.
El libro trata también de algo tan antiguo como la guerra y la paz. Lamo de Espinosa, hegeliano y jungeriano, concluye que el gran peligro para la paz kantiana es algo tan antiguo que ya lo trató Tucídides en su Historia de las Guerras del Peloponeso: como unas modernas Esparta y Atenas, el escenario competitivo entre Estados Unidos y China se asemeja bastante al de entonces.
El libro contiene un capítulo final, especial “para españoles”, a quienes nos pasa eso que decía Ortega, “que no sabemos lo que nos pasa”. Como afirma el autor, a los españoles nos interesa poco lo que sucede fuera. España pasó de ser la paria de Europa con Franco a hablarse del “milagro” español en el primer cuarto de siglo de la democracia, y a retroceder, en el actual, a ser prácticamente intrascendentes. Aún así, España tiene una buena imagen en el exterior, y ocupamos el número 1 en los rankings internacionales en competitividad en viajes y turismo o en el índice Bloomberg del país más saludable; y estamos en el Top 5 como segunda red de trenes de alta velocidad. En resumen, este libro nos ayuda a comprender el mundo en el que vivimos y a situarnos en él. No les defraudará.