Nuria Ortega Riba, Premio Adonáis 2021

No tenía ningún poema preparado cuando escuchó su nombre como ganadora del Premio Adonáis. "Yo no pensaba que iba a llegar aquí", se excusó Nuria Ortega Riba (Almería, 1996), aunque recordaba uno que recitó de memoria: "Ojalá ser agua, solo agua, y no llamarme Nuria, sino agua" eran los versos, de los cuales sabremos su disposición cuando sea editado por Rialp, el sello a cargo de las publicaciones vinculadas al premio desde 1949.

"Elvira Sastre es lo más grande que puede haber ahora mismo en España en cuanto a poesía", aseguraba en 2017 para una entrevista en un blog que se hacía eco de la actualidad almeriense. "Como contemporáneas me gusta mucho Sylvia Plath, pero en general me gustan todas las mujeres poetas. También he leído a muchos autores clásicos como Bécquer o Antonio Machado, y otros más modernos como Jaime Sabines, Javier Egea o Rafael Alberti", añadía la poeta, galardonada con el Premio Adonáis 2021 por su libro Las infancias sonoras.

Ortega Riba se ha impuesto a finalistas de prestigio en el panorama poético nacional como Raquel Vázquez Díaz (Premio Loewe a la Creación Joven), Ana Castro Valero (Premio Juana Castro), Juan Domingo Aguilar (Premio Villa de Peligros) o Jorge Villalobos (Premio Hiperión). "Por la naturalidad con la que actualiza la tradición" y por proponer una "vuelta de tuerca expresiva que aplica al lenguaje coloquial y por la mirada de asombro sobre el mundo y la memoria", le ha concedido el premio más importante de la poesía joven en español un jurado compuesto por Carmelo Guillén Acosta, director de la colección Adonáis, y los poetas Eloy Sánchez Rosillo, Aurora Luque, Enrique García-Máiquez, Amalia Bautista, Julio Martínez Mesanza.

Entre los miembros del jurado, se encontraba como invitado de honor en la gala de hoy el poeta Luis García Montero, director del Instituto Cervantes, que ha pronunciado un discurso entre la idea de la vocación en la poesía y la nostalgia por el momento en que se proclamó ganador del Adonáis hace exactamente 40 años. Acto seguido, la lectura de los poetas ha servido como aperitivo de sus obras, finalistas en esta edición tan especial.

Una gala presentada por poetas

Además de los ya citados, han recitado sus poemas Félix Moyano, cuyo libro La deuda prometida ha sido reconocido con uno de los accésits. "El año pasado tenía preparado un discurso y no me llevé premio. Este año, que venía sin expectativas, no traigo nada", reconocía entre risas. Por su parte, Las ciudades, de Andrés María García Cuevas, ha sido el último de los libros premiados, reconocido también con un accésit. El poeta recitó emocionado unos versos para su padre —"Aunque sigas aquí cuando te nombro, aún se quiebra mi voz al recordarte"—, en uno de los momentos más altos de la gala.

Celebrado en la Biblioteca Nacional por noveno año consecutivo, el fallo del Premio Adonáis ha contado con una novedad muy significativa: los poetas Marta Jiménez Serrano y Rubén Martín Díaz, ambos incluidos en la colección de Rialp, ejercieron de presentadores excepcionales. Se trata de una decisión que halla correspondencia en las actividades que conmemoran el 75 aniversario del premio, aunque pretende ser continuada en el tiempo.

Daniel Rodríguez Rodero, Jorge Solís Llanos, Fernando García Moggia, Tamara Santana Abreu y Juan Bello Sánchez completaban la cuota de finalistas que recitaron sus poemas en la gala del Adonáis, mientras que Odeth Osorio Orduña recitaba uno de los poemas de su manuscrito, Theresia, por videoconferencia. Todos ellos deberán seguir intentándolo en próximas ediciones.