Hola, amigos. 

Ando estos días con la corrección de mi próxima novela (Pensilvania, editorial Siruela, mayo, Dios mediante) y aplico un método que la experiencia me dice que funciona casi siempre: ante la duda, mejor suprimir, borrar, cortar, limar, quitar. Generalmente un texto literario se la juega en la concisión, en la capacidad del autor para desbrozar el camino del cogollo narrativo y detectar lo sobrante. La concisión es el camino. Sobre esto escribiremos la semana que viene, sobre la concisión, crucial en los microrrelatos más que en ningún otro género literario. Escribiremos, a partir del lunes, sobre la brevedad y economía de medios en el modo de expresar un concepto con exactitud (tal y como la RAE define el concepto). 

Mientras tanto, veamos quiénes han sido los finalistas de la semana dedicada a los juegos olímpicos. 

Reyes

Llegó el primero. Miró hacia atrás. Vio su propio cuerpo tendido en la pista, a lo lejos, muerto. Se confirmaba: poseía un espíritu ganador.

PilarAlejos 

Aquellos JJ.OO. sin espectadores, no se batió ningún récord.

Juanbadaya 

Sor Inés representó al Estado Vaticano en las Olimpiadas de Valparaíso. Elegí el salto con pértiga, aseguró, para estar más cerca de Dios.

Camomila 

Tras varios años de duro entrenamiento, descubrió que su modalidad no aparecía en los Juegos Olímpicos.

gpm 

Antes de comenzar la carrera, todos los atletas rezaron a Dios para que los ayudase a ganar; excepto el vencedor.

Lluviausente 

¡Más alto, más lejos, más fuerte! El capataz animaba a los obreros que construían el estadio olímpico.

Juanbadaya 

Hice un gran esfuerzo por tomar parte en las Olimpiadas. Al final lo conseguí. Puerta 97C, anfiteatro norte, asiento 63.431.

Ovidia 

Después de veinte años participando en los Juegos decidió retirarse en su mejor momento, cuando logró al fin obtener un diploma olímpico.

GuyHaines 

Se le suponía cumpliendo condena en la cárcel, pero allí estaba, compitiendo en el salto de pértiga.

PilarAlejos 

Cuando el último corredor finalizó la maratón, ya habían apagado el pebetero.

MiguelMolina 

El héroe de las olimpiadas tenía la vitrina del salón repleta de medallas y el baúl del sótano atiborrado de pastillas y bolsas de sangre.

MiguelMolina 

Batió el récord de los 1500 metros, los 110 vallas y el salto de altura. No recibió premios ni medallas, pero logró cruzar la frontera.

Nuredduna 

Tras años entrenando para los diez mil, llegó el gran momento. Iba bien, hasta que, en la primera curva, descubrió una china en su zapato.

Cuauhtémoc 

Atracó la joyería con zapatillas, pantalón corto y camiseta de tirantes; al salir se reincorporó a la maratón olímpica.

gpm 

El desconocido y veterano atleta lloraba mientras lo sacaban, en camilla, del estadio: estaba recibiendo la primera ovación de su vida.

NiñalaPuebla 

A escasos metros de llegar, me encontré de frente con mi rival, desorientada. Le di la vuelta y la dirigí hacia la meta.

Chasquen

Mira su medalla de oro olímpica en la vitrina y piensa en el poco apoyo que recibió de su país. Luego abandona la casa de empeños.

NuriaRodríguez 

Desde niña prometía y con solo 16 años acumula cuatro medallas olímpicas de oro, una depresión y tres intentos de suicidio.

NuriaRodríguez 

Cuando quedó postrado en una silla de ruedas lo último que pensó es que, años después, ganaría la medalla de oro en los Juegos Olímpicos.

RamónJ 

Miró, apuntó y lanzó con tal tino la jabalina que, al instante, se clausuraron los Juegos Olímpicos y se inauguró la Tercera Guerra Mundial.

Y uno, de regalo: 

DanielAlonsoM 

Todo el mundo se preguntaba por qué en los Juegos Olímpicos de invierno las medallas no eran de oro, incienso y mirra.

Para aparecer con nombre y apellidos en caso de ganar, escribid por favor a cuenta140@elcultural.es

Gracias.

Saludos cordiales