Entre la identidad y la intimidad hay muy pocas letras de diferencia, pero si eres Elena Ferrante es un abismo insalvable. Decidida a no proporcionar datos personales, esta vez la escritora ha desvelado más secretos en su nuevo libro que muchos de los escritores que se exponen asiduamente. Sus intimidades corresponden a los engranajes de su escritura, “un registro expresivo y sereno que, repentinamente, se quiebra”, según su propia definición.
En los márgenes es el resultado de unas conferencias que la autora escribió para la Universidad de Bolonia y la actriz Manuela Mandracchia interpretó en noviembre de 2021. Además, el volumen incluye el ensayo La costilla de Dante.
Ferrante retrocede hasta sus primeros balbuceos narrativos para ofrecernos una clase magistral de literatura. Los textos están trufados de anécdotas autobiográficas que siempre encuentran una conexión con sus maestros, como Virginia Woolf, con cuya obra Un cuarto propio se advierten muchas similitudes. En los márgenes es una brillante reflexión sobre la técnica de la escritura donde la autora de La hija oscura nos deleita con un repertorio de trucos para construir los personajes.
Nos desvela, por ejemplo, cómo pasó de la tercera persona a la primera a partir de una carta a un editor que nunca llegó a enviar, o su interés por la poesía desde el descubrimiento de Gaspara Stampa. “Tenía la sensación de que ya no sabía escribir”, dice a propósito de las inseguridades inherentes al creador. Pero “me impuse ser menos exigente de lo habitual” porque la escritura requiere “paciencia”, dice también.
Por si a alguien le quedan dudas de su identidad femenina, confiesa en este libro que en sus inicios pensó en que “por el hecho de ser yo mujer, jamás conseguiría escribir libros como los de los grandes escritores”.