Hola, amigos:

Recuerdo haber leído con envidia que Juan Tamariz, el genial mago español, dormía por el día, como Drácula, y trabajaba en sus trucos por la noche, como el doctor Frankenstein. He intentado llevar esa vida en alguna ocasión y nunca lo he conseguido: no solo por los horarios de oficina, sino porque —cuando he trabajado desde casa— siempre hay alguna llamada de algún comercial, vía teléfono o vía telefonillo, que irrumpe en mi descanso. Qué molestos son los vendedores, ¿verdad?

El próximo día hablaremos de los vendedores a puerta fría, esos tipos que llaman a tu casa cuando menos lo necesitas para decirte cosas del tipo “Hola, ¿ha renovado ya su lavadora?”. ¿Puede haber trabajo más molesto que ese (a la par que duro)? Lo sabremos la semana que viene.

Veamos, entre tanto, quienes son los finalistas de la semana dedicada a la inflación:



Versus

La constante subida de precios le proporcionaba la excusa perfecta para regresar tarde a casa con la compra a medio hacer.



Saudade

Cuando el jefe de la tribu calculó que la población había sido diezmada por los leones y podrían comer todos, mandó cazar a los animales.



Nicolás

Cuando el ministro de Economía dijo que la “inflacción” no era preocupante todos los presentes supieron que el ministro se equivocaba.



DanielAlonsoM

Escuchando los últimos datos económicos tuvo que tomar esa difícil decisión: a partir de ahora atracaría a una o dos personas más.



Zoom

Aquella noche de Halloween se repartieron billetes en lugar de caramelos.



Lluviausente

Prometieron quitar el IVA de los productos básicos y arrasaron en las urnas. Nada más tomar posesión, nació el Impuesto Básico Alimentario.



JiVelías

El postergado humorista vendió su coche para poder rociarse el cuerpo de gasolina y prenderse un cigarro en plena calle a modo de parodia.



JiVelías

Tras el recuento, cuando levantó de nuevo la vista, perplejo y abatido, el precio que marcaba el luminoso del cartón de vino había cambiado.



Lluviausente

Presumía de todo lo que podía comprar con la cesta de treinta euros. Hasta que el guardia de seguridad le pidió que abriera la mochila.



Saudade

El empresario, tan tranquilo, arrugó las páginas económicas tras leer los nuevos datos de la inflación. Y continuó durmiendo bajo el puente.



NuriaRodríguez

Después de la comida, con un un puro y licor, los jeques debatían sobre los malos tiempos que corrían debido a la inflación.



McEwan

La única persona a la que se veía feliz con la inflación galopante era al líder de la oposición.



McEwan

Cuando su esposa se quejó de la carestía de la vida, el Ministro de Hacienda suprimió el IVA.



Plcd

Aquella mañana, Otto Hahn sacó del banco todos los millones que había heredado de su padre, fue a una cafetería y pidió el café más barato.



AlejMelguizo

El elevado precio de la luz acostumbró a aquella pareja a hacer el amor bajo la tenue y ardiente iluminación de las velas.



Maxtodonte

El devenir actual de la economía inquietaba mucho al mendigo, que empezaba a ver en cada transeúnte a un competidor en potencia.



RamónJ

Por culpa de la subida del precio del combustible, asumiendo el riesgo a ser identificado por sus vecinos, solamente atracaba en su pueblo.



RamónJ

Todos los hermanos acordaron que debían poner remedio, o el padre moría en tres meses o no heredarían nada.



RamónJ

Con cuatro tomateras, ocho olivos, siete gallinas y una inflación desbocada, por primera vez en mi vida, comencé a sentirme millonario.



Quentin

La dejó porque cada vez le costaba más quererla.



Y uno, de regalo:



Zoom

Al ver el papel higiénico y su precio desmesurado sonrió contento: al fin tenía sentido el alijo que durante la pandemia había acumulado.

Para aparecer con nombre y apellidos en el anuncio del ganador, escribid por favor a cuenta140@elcultural.es.

Gracias.

Un saludo cordial.