El ensayo convertido en un fenómeno de ventas El infinito en un junco, de la escritora española Irene Vallejo, ha sido traducido al ucraniano y se publicará en ese país el próximo enero a pesar de la guerra, una edición que constituye una "hermosa metáfora" de la resistencia de los libros en contextos hostiles.
Así lo cree Vallejo (Zaragoza, 1979), que nunca esperó que El infinito en un junco, un volumen de cerca de 500 páginas sobre la historia del libro, lograra vender un millón de ejemplares en todo el mundo y ser traducido a 40 lenguas desde su publicación, hace poco más de tres años por la editorial Siruela.
Con doce ediciones Holanda o en Alemania, donde ha tenido que ser rápidamente reeditada tras una primera tirada de 30.000 ejemplares o su salida simultánea en todo el mercado de habla inglesa, el "fenómeno" literario de Vallejo llega ahora a Ucrania, donde la editorial Laboratory ha querido mantener la fecha de publicación prevista, enero de 2023.
"Aún en tiempos de guerra, o más que nunca en tiempos de guerra, se necesitan las palabras y la cultura para sembrar la esperanza", dice a EFE la autora, que ha renunciado a los derechos de autor de la edición ucraniana para apoyar y facilitar la labor de publicación.
"Están sin electricidad, sin agua pero piensan en los libros", que hacen el mundo "más acogedor en tiempos de angustia, alivian y hasta cierto punto devuelven la esperanza", recalca Vallejo, muy ilusionada con esta publicación por lo que significa simbólicamente.
La escritora recibe hoy el premio Antonio de Sancha que concede la Asociación de Editores de Madrid y que se une a los ya otorgados a El infinito en un junco, entre ellos el Nacional de Ensayo, el de la Asociación de Libreros de Madrid o el de Las Librerías Recomiendan, entre otros.
El éxito de este libro, que ha aunado éxito de crítica y público, fue impredecible, pues "cumplía todos los requisitos desaconsejados" para alcanzarlo, ha reconocido la autora en un encuentro con la prensa antes de recibir el premio de los editores madrileños.
Especialmente por ser un ensayo en defensa del libro y la lectura y por ser publicado en un momento en el que las Humanidades perdían peso en los currículos educativos "y cuando los gurús estaban expidiendo certificados de defunción del libro en papel", ha recordado.
Porque tras su publicación llegó la pandemia y "podría haber pasado desapercibido pero ocurrió algo maravilloso y el libro fue el detonante de la pasión escondida, silenciada o subestimada, de tanta gente que sigue amando los libros a pesar de todo".
Su editora, Ofelia Grande, reconoce también que nunca adivinaron este éxito: "ni en los mejores sueños lo imaginábamos", dice, un libro que les llegó "de carambola" porque la editorial zaragozana Contraseña, con la que publicaba Vallejo, no editaba ensayos.
Tras salir al mercado, recuerda la editora, empezaron a notar señales enseguida, reeditaron "tímidamente" la obra y durante la pandemia el fenómeno "estalló": ha sido un "auténtico milagro" e Irene Vallejo se ha convertido en una "celebridad internacional en el mundo del libro".
Vallejo, que asegura que la promoción de su ensayo no le ha dejado tiempo para iniciar otro proyecto, destaca la necesidad de no bajar la guardia en la defensa de las Humanidades y defiende su presencia y la de la lengua y la lectura en el sistema educativo.