El regreso de clásicos como Pere Gimferrer, la consolidación de autoras como Rosa Berbel y la publicación de algún hermoso libro póstumo son algunos de los alumbramientos más interesantes de la poesía española en 2022. El nuevo poemario de Jordi Doce, Maestro de distancias, en el que incorpora su tono más confesional y descarnado, sobresale como el título más votado.
Consulte aquí las votaciones de nuestros críticos.
1. Maestro de distancias
Jordi Doce
Abada Editores
El poeta Jordi Doce (Gijón, 1967) es “ajeno a los géneros”, tal y como señaló en nuestras páginas Álvaro Valverde. Sin embargo, su poesía es reconocible en esa ambigüedad. La confusión y la duda son las grandes constantes de un autor cuyo anterior poemario, No estábamos allí, ya fue elegido en 2016 como el mejor libro de poesía por El Cultural. Maestro de distancias insiste en lo onírico. Sus composiciones en prosa —epigramas, apuntes, aforismos— parecen escritas en estado de sonambulismo. Lo novedoso es el tono confesional, fruto de la experiencia acompañando a su mujer enferma. La delicadeza que preside el conjunto se ve sorprendida con versos demoledores: “Esto es el tiempo. Lo que vivimos: Esto: lo que debe morir”. Pero proyecta esperanza: “Hasta el final iremos juntos”.
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2. Los planetas fantasma
Rosa Berbel
Tusquets
“La fiesta había acabado para siempre” en el nuevo libro de Rosa Berbel (Estepa, 1997). Pero para ella acaba de empezar. Los planetas fantasma es la confirmación de una autora que ha venido para quedarse. Si Las niñas siempre dicen la verdad fue aclamada, su nueva obra tampoco deja de recibir elogios. Sus versos están situados en un escenario distópico, pero su poética está anclada a la realidad. “Un libro perfectamente imaginado”, consideró Valverde. También es político, bello y conmovedor.
3. Tristissima noctis imago
Pere Gimferrer
Vandalia (Fundación José Manuel Lara)
El título alude a un verso de Ovidio, referente a su desplazamiento desde Roma al exilio, una noche aciaga para el poeta latino. Sobre este punto de partida, Pere Gimferrer (Barcelona, 1945) articula una compilación de poemas luminosos: “Ver en la luz en tránsito de la luz”, reza un verso de “Arte poética”. En sus poemas, de una sofisticación inconfundible en su obra, “trata de ver lo que no se presta a la vista”, dice Túa Blesa en El Cultural. Esclarecedor, por tanto, y también intenso, Gimferrer mantiene el pulso de su mejor poesía.
4. Azul el agua
Amalia Bautista
La Bella Varsovia
“La gente vive / donde sea, como sea, / contra todo”. La poesía de Amalia Bautista (Madrid, 1962) es una declaración de principios. Partidaria de la sencillez, sus versos son golpes certeros contra la sociedad, con la que convive intensamente. “Su mundo particular, asentado en las pequeñas cosas y los sucesos cotidianos”, según indica Valverde, es el paisaje donde sobrevive su poesía profunda, salpicada de mensajes trascendentes. “Que nadie por tu culpa haya pasado hambre”, aconseja. Al final, poemas de amor: “Me asomaré al espejo / por si estás ahí dentro”.
5. Antología del norte
Ramón Andrés
Pamiela
El eminente pensador Ramón Andrés (Pamplona, 1955) es bastante prolífico en sus publicaciones. Con la poesía, en cambio, calibra más las dosis. En esta ocasión, su nuevo libro es una antología revisada de poemas que refieren temas y espacios del País Vasco. Reflexiona sobre los paisajes, la gente y los pueblos como Elizondo, en el que reside actualmente. La piedra, la madera o el musgo son teselas de un mosaico en el que la música, cómo no, tiene una importancia capital. Antología del Norte es una excelente oportunidad para aproximarse a la filosofía del autor, cuya melancolía confluye con una tensión literaria muy exclusiva.
6. Arqueologías
Ada Salas
Pre-Textos
Los hallazgos arqueológicos son el trasunto del poemario más reciente de Ada Salas (Cáceres, 1965). De esa voluntad de conectar con la tierra, emerge la gran ambición de este libro: recuperar lo escondido. La poeta se remanga para extraer la sustancia. Eso sí: “No puedes dar detalles [...] Puedes sólo describir lo más simple”. Y es que Salas logra en Arqueologías la más alta depuración en su escritura. “Se percibe su deseo de que la palabra sea un instrumento cortante”, dice Valverde en su crítica, donde también pondera la renuncia de la autora a “lo superfluo”.
7. Hombre solo
Eduardo Moga
Huerga y Fierro
“Soy un hombre que escribe… sin otra pretensión que no morir”, escribe en su nuevo libro Eduardo Moga (Barcelona, 1962), muy respetado entre sus coetáneos y poseedor de una poética singularísima. De la cita podemos extraer dos conclusiones: al poeta le preocupa su existencia y tiene conciencia de ella, pero no piensa abandonarse al fatalismo. Una pizca de sentido del humor se filtra por los poemas, más breves que nunca, de su libro más autobiográfico. La soledad, en alusión al título, es el gran tema del libro, estructurado en cinco “islas” y repleto de versos potentes.
8. Habitar una casa en la era de Acuario
Adolfo Cueto
Renacimiento
Es la obra póstuma del poeta madrileño, escrita en los últimos cuatro años de su vida. Desaparecido en 2016, con solo 49 años, Adolfo Cueto siempre tuvo la muerte muy presente en su obra. Moralidad, política y cuestiones sociales son algunas de las cuestiones que comparecen en este libro, que se aferra al amor como complemento del desasosiego: “Amar / nunca envejece, pero la muerte, ¿qué hace?”, se pregunta. Y concluye con un propósito esperanzador: “Y dejarse llevar / felizmente hasta el fin, hasta el límite último / de un silencio sin sitio”.
9. Poesía completa
William Ospina
Lumen
El escritor colombiano William Ospina (Bogotá, 1954), uno de los más influyentes del panorama hispanoamericano, reúne su poesía completa en un volumen de 600 páginas que incluye dos extensos libros inéditos. Cincuenta años de escritura revelan “un extraordinario dominio de las formas, la métrica y el ritmo, además de una música majestuosa”, señala Valverde en su crítica para El Cultural. Por su parte, Héctor Abad Faciolince anuncia en la propia edición “una obra de gran complejidad y hondura, con una enorme belleza verbal”.
10. Desde que el mundo es mundo
Luis Bagué Quílez
Visor
Crítico literario y profesor de universidad, Luis Bagué Quílez (Gerona, 1978) se ha afianzado como poeta en la última década: ha publicado cuatro títulos desde 2011 . El más reciente, Desde que el mundo es mundo, es el único que no viene con un premio bajo el brazo. Sin embargo, “alcanza un importante grado de plenitud en su obra”, apunta Luis García Montero en la contraportada del libro. En él se ocupa del presente, aunque a partir de la exploración de los grandes temas de la condición humana y la tradición literaria.