¿Qué podría contarnos sobre la prehistoria de La familia y cuáles fueron los principales problemas que le planteó?
Hacía muchos años que la historia me rondaba por la cabeza, pero tardé en encontrar el tono adecuado. Lo que al final vi claro es que necesitaba abrir el foco y que entraran en escena más personajes, distintas perspectivas temporales y espaciales. También que la dureza de algunos de los hechos podía ser contrastada con el humor y la compasión.
¿De alguna manera condicionó su ambiente asfixiante haberla escrito durante la pandemia?
No lo creo, porque siempre he escrito sobre espacios cerrados y asfixiantes. Lo que sí me aportó el confinamiento fue una continuidad en la escritura que hizo más compacta la estructura del libro.
Si hojeásemos su diario de trabajo sobre esta novela, ¿qué nos sorprendería más?, ¿cuál fue el cambio más destacado, o el personaje que evolucionó de manera más inesperada?
Al principio había una abuela viviendo en la casa, que luego saqué. Y el hijo menor, Aquilino, adquirió un relieve que yo no esperaba, hasta el punto de que ya hay fans de Aquilino, increíble.
¿Con cuál de sus libros anteriores se relaciona más la novela? ¿Con algunos relatos de Mala letra quizás?
Sin duda con Mala letra. Son libros hermanos y hay temas que se repiten: la autoridad familiar, los problemas de la adolescencia, la vergüenza y la culpa.
¿Qué le debe la novela a las zonas oscuras de su propia infancia?
No hablaría de zonas oscuras, hablaría de la infancia y punto, y en ese sentido este libro está determinado radicalmente por la niña que fui, es decir, por la persona que soy. Pero esto no tiene que ver necesariamente con lo autobiográfico.
¿Desde cuándo es la familia una amenaza? ¿No debía ser el refugio cierto en horas inciertas? ¿O es que hemos roto el pacto de silencio que ocultaba abusos y maltratos de todo tipo?
No hay que ser categóricos: la familia no es ni una amenaza ni un refugio, depende de cada caso. Lo que sí está claro es que para mucha gente sigue siendo una institución intocable (¿y por qué?, me pregunto yo). No cuestiono la familia, sino la peligrosa romantización del concepto de familia y la imposición de los lazos de la sangre como sagrados.
"Historias familiares han existido siempre en la literatura, están en el Génesis y en Shakespeare, en la novela decimonónica y en la contemporánea"
¿Qué tiene la familia para ser tan incitante como tema para un escritor actual? ¿Por qué cree que este año tantos narradores españoles han escrito grandes novelas sobre la familia?
Sinceramente, creo que es un tema atemporal, quizá este año la crítica ha puesto ahí el acento, pero hace algunos años estos libros se hubieran clasificado de otro modo. Historias familiares han existido siempre en la literatura, están en el Génesis y en Shakespeare, en la novela decimonónica y en la contemporánea, porque la familia es una metáfora de otras organizaciones sociales mayores. Cada familia encierra un mundo perfecto para ser narrado.
De todas las novelas sobre la familia publicadas este año en España, ¿cuál y por qué es su preferida?
Vengo de ese miedo, de Miguel Ángel Oeste, por la valentía de su relato y la dificultad de aunar la dureza de los hechos que narra con una alta exigencia literaria.
¿Esperaba que La familia tuviera este éxito de crítica y público, comparable al conseguido con Un amor?
Todo lo que rodea el hecho de escribir y publicar es para mí una sorpresa. Yo esperaba decepcionar a mucha gente, cosa que no me parecía mal, pero tenía la necesidad de cambiar, de avanzar por otros caminos, y eso siempre es un riesgo. Con este libro no tengo la misma percepción de “éxito” que con Un amor, pero a un nivel íntimo estoy más satisfecha.
¿Qué balance haría de 2022 como lectora? ¿Cuál ha sido su mayor descubrimiento literario y su mayor decepción?
He leído a gente muy joven y de gran talento, como Óscar García Sierra o Xita Rubert. Y he descubierto a otros que no había leído antes, como Valentín Roma y Sabina Urraca. Es decir: buen diagnóstico de la literatura española. Pero este año también quedará en mi memoria la lectura de la biografía de Kafka de Reiner Stach: más de dos mil páginas increíbles en torno al enigma del gran escritor checo. En cambio, la biografía de Philip Roth me decepcionó, aunque su literatura me encanta.