El periodista Luis del Olmo vivió "el momento más amargo" de su vida en la radio, el mismo espacio en el que fue también más feliz. La banda terrorista ETA lo tuvo amenazado de muerte durante décadas. Un día, fruto de la desesperación, le ordenó a su escolta: "Alfonso, cómprame una pistola". Dirigió el programa más difícil de su vida con el arma en el bolsillo derecho de la chaqueta y al terminar se la devolvió para siempre.
Entre junio y diciembre del año 2000, ETA intentó asesinarlo en ocho ocasiones. En la última, los miembros del comando Barcelona fueron descubiertos por el guardia urbano Juan Miguel Gervilla cuando manipulaban el Fiat que serviría de coche bomba. Tras un forcejeo, uno de los etarras le descerrajó dos disparos que causaron su muerte. Cuando se cumplen 22 años del episodio (20 de diciembre), el periodista no olvida que esas balas eran para él.
Nadie mejor para explicar nuestra historia más reciente que los testigos de primera mano. Además de Del Olmo, los periodistas Luis María Anson, José María Carrascal, Juan Luis Cebrián, Iñaki Gabilondo, Fernando Ónega, Victoria Prego, Pura Ramos, Carmen Sarmiento y Luis Ángel de la Viuda sostuvieron la actualidad de nuestro país en el momento político más trascendental de las últimas décadas: el paso de la dictadura a la democracia. La Asociación de la Prensa de Madrid (APM), en colaboración con la Fundación "la Caixa", ha registrado sus testimonios en una serie de pódcast que se presentó este lunes en CaixaForum Madrid.
"Maestros del periodismo" tiene la voluntad de "conservar la historia y difundirla", según ha expresado la directora de CaixaForum Madrid. También de "contribuir al reconocimiento del periodismo". Las entrevistas a los diez personajes citados componen la primera temporada de una serie que arranca con Luis María Anson, ya disponible en la web de la APM y en todas las plataformas sonoras. José Antonio Piñero, profesor en la universidad CEU San Pablo y director de los pódcast, es el encargado de conducir las conversaciones, de unos 30 minutos de duración aproximada. De la segunda temporada, ya prevista, aún no sabemos los nombres de los protagonistas.
Precisamente Anson fue uno de los tres ausentes en el acto de presentación. Tampoco asistieron Victoria Prego, una de las tres figuras femeninas del elenco, ni Carrascal. En todo caso, los participantes cumplen el requisito principal de la iniciativa, según explicó Juan Caño, presidente de la APM: que comenzaran a ejercer el periodismo antes de la Transición. De este modo, explicó Caño, todos ellos cuentan con un bagaje de "más de 50 años en la profesión", a la que se pretende reivindicar en tiempos de descrédito e incertidumbre.
Más allá de subrayar la importancia de aquella época crucial en el devenir de nuestro país, el contenido de los pódcast está trufado de anécdotas sustanciosas. Algunas de ellas, por relevantes; otras, por trágicas —ETA como protagonista, habitualmente—; y otras, por divertidas. La presentación sirvió para desvelar algunas de ellas.
Respecto a la censura, Gabilondo recordó que "la radio no disfrutó de libertad hasta 1997". Desde 1963 hasta 1965, él mismo se encargaba de comunicarse con el Ministerio de Información y Turismo. "Censura, ¿dígame?", le respondían, y el que fuera director de Radio Popular (COPE) en San Sebastián informaba de las noticias que pretendían difundir. "Esto sí; esto no", dictaminaban con frialdad al otro lado del teléfono. Incluso en una ocasión los militares se personaron en el estudio radiofónico para anunciarles que suspendían la emisión porque las frecuencias de onda se cruzaban con las comunicaciones de las fuerzas de seguridad.
[Iñaki Gabilondo, cuando ya no esté]
Ónega salió al paso para dar cuenta de su experiencia, al hilo de la cuestión. "Seguíamos la emisora de la policía para enterarnos de lo que pasaba", dijo. Cebrián, que dedica buena parte de su entrevista en los pódcast al momento de la creación de El País, tuvo que ver cómo la revista Gentleman, en la que fue redactor durante los últimos años del franquismo, fue amputada severamente en uno de sus números. Al parecer, al director no le había gustado una entrevista con Jaime de Borbón, hermano mayor de Juan de Borbón y, por tanto, hermano también del rey emérito. El problema es que la revista estaba en imprenta y solo quedó la opción de arrancar ocho páginas.
De la Viuda, por su parte, recordó el día en que le prohibieron ofrecer cobertura de una noticia relevante: la devaluación del dólar. La primera reacción del periodista, que estuvo al mando del diario Pueblo y fue director de informativos de RTVE, fue de desconcierto, pues la noticia se había publicado en la prensa. Resultaba que "Franco no leía los periódicos, pero sí veía la tele", según relató jocoso. Con todo, se negó categóricamente hasta el último momento y el desenlace del conflicto, más que satisfacer a alguna de las partes implicadas, fue un verdadero despropósito. Acabados los informativos, el encargado de ofrecer el parte metereológico comenzó con una frase similar a esta: "En el día en que se ha devaluado el dólar..."
Los episodios disparatados, que sin duda entretendrán a los oyentes, confluyen con recuerdos trágicos como el de Del Olmo. El periodista llegó a plantearse huir de España tras el asesinato en 1973 a Carrero Blanco, entonces presidente del gobierno del régimen. Es en aquel momento "cuando murió el franquismo", aseguró Cebrián. Y añadió: "La muerte de Franco fue menos dramática que el asesinato de Carrero". Tanto que no le permitieron hablar del atentado en las primeras horas consecutivas a la detonación de ETA en la madrileña calle Claudio Coello. Además, "los franquistas lo estaban deseando", pues "el régimen estaba liquidado", dijo.
Sobre la muerte de Franco, Sarmiento llegó a escuchar que "lo sacaron del Pardo envuelto en una alfombra". Lo que sí tiene claro Cebrián es que no se produjo en la fecha oficial, sino días antes. Cuando lo avisaron del deceso, se encontraba "jugando al mus en el periódico", dijo. Al ex director de El País, por cierto, no le parece descabellada la idea de que su entorno esperara al 20 de noviembre, coincidiendo con la efeméride del fusilamiento de José Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange Española.
[Primera palabra - Columnas de Opinión de Luis Maria Ansón]
Sarmiento celebró pertenecer a la nómina de mujeres participantes en la primera temporada de "Maestros del periodismo", aunque le habría gustado que la cuota fuera más alta. Piñero, que condujo el encuentro, defendió la proporción, teniendo en cuenta que, "lamentablemente", en aquellos años la mujer estaba mucho menos representada en la primera línea del periodismo. En todo caso, la comprometida corresponsal de guerra, una de las primeras en España, reivindicó "toda una vida luchando por visibilizar a las mujeres".
Pura Ramos, la otra figura femenina presente en el acto, recordó las dificultades de una periodista de la época para conciliar la profesión con la familia y las labores domésticas, una actividad que se les atribuía tácitamente. A propósito, lamentó que la participación habitual de las mujeres en el periodismo se redujera a una página de recetas culinarias en el periódico.
[El 23-F en 8 libros y 5 películas]
No podía faltar en las experiencias vitales de estos "maestros del periodismo" el episodio del 23-F. La emisión del corte radiofónico durante el acto de este lunes, correspondiente a la narración de Rafael Luis Díaz para RTVE, propició un silencio que supo a historia viva. Gabilondo, que precisamente aquel día debutaba en la televisión, pudo presenciarlo en tiempo real desde el estudio. Por cierto: "Nadie más lo vio, por mucho que cuenten", vino a decir, "porque no se emitió en directo". El caso es que "si ustedes se estremecen ahora, imagínense cómo nos estremecimos quienes no sabíamos cómo iba a acabar aquello", propuso.