El terremoto que ha provocado en la última semana la edición censurada bajo los preceptos de la corrección política de los famosos libros infantiles de Roald Dahl, entre los que se incluyen Charlie y la fábrica de chocolate o Matilda, empieza a remitir. La editorial británica Puffin, un sello que depende del gigante Penguin Random House, va a publicar los cuentos a finales de año sin modificaciones, después de la ola de enfado popular ante la decisión de eliminar las palabras consideradas "ofensivas", como "gordo" o "fea", y las expresiones que hacían referencia a la salud mental, la violencia, el género o la raza.
En un comunicado, Puffin UK ha aclarado este viernes que los 17 títulos originales (sin retoques) de la colección de Dahl, fallecido en 1990, estarán disponibles a finales de este año bajo el logo de Penguin e incluirán material de archivo relevante para cada una de las historias del celebrado y controvertido autor. No obstante, no hay intención de retirar la nueva versión recientemente publicada que incluye partes reescritas o modificadas supuestamente para evitar herir las sensibilidades de las audiencias actuales.
Francesca Dow, directora gerente de Penguin Random House Children's, ha señalado que la decisión de relanzar los cuentos originales a la par que los que incluyen las modificaciones es el resultado del debate suscitado en los últimos días, una discusión que muestra el "extraordinario poder" de los libros de Dahl. Entre los críticos se incluyen el primer ministro Rishi Sunak o incluso la reina Camila, que esbozó entre líneas su rechazo en un acto celebrado esta semana: "Por favor, manténganse fieles a su vocación, sin que se lo impidan aquellos que quieren restringir su libertad de expresión o imponer límites a su imaginación. Ya está bien".
"Al poner a disposición de los lectores las versiones de Puffin y Penguin, estamos ofreciendo a la opción de decidir cómo experimentar las historias mágicas y maravillosas de Roald Dahl", aseguró Francesca Dow en un comunicado. "Como editorial infantil, nuestro papel es compartir la magia de las historias con los niños con el mayor de los cuidados y consideraciones", agregó. También destacó que "su espíritu travieso y su forma única de contar historias [de Dahl] han encantado a las imaginaciones de los lectores a lo largo de muchas generaciones".
Esta semana, las editoriales españolas (Alfaguara y Loqueleo), así como las de otros países como Francia (Gallimard), que poseen los derechos de las obras del popular autor de literatura infantil, confirmaron que no serán retocadas en base a las nuevas corrientes del lenguaje inclusivo y lo políticamente correcto.
Entre los cambios más polémicos que han salido a la luz se encuentran descripciones de algunos de los personajes más famosos de la literatura de Roald Dahl: Augustus Gloop, uno de los niños de Charlie y la fábrica de chocolate, ya no será "gordo" sino "enorme"; la señora Twit, de Los Cretinos, dejará de describirse como "terriblemente fea y bestial" y solo será "bestial"; y los Oompa-Loompas pasarán de ser considerados "hombres pequeños" a "personas pequeñas".
Dahl, fallecido en 1990 a los 74 años, hizo multitud de comentarios antisemitas a lo largo de su vida, circunstancia por lo que su familia llegó a disculparse públicamente en 2020. Sin embargo, sus obras transmiten en general valores positivos como la amistad, la generosidad, la imaginación y la humildad, aunque tenga un estilo irreverente y desenfadado y en ocasiones haya escenas duras e impactantes.