Tienen sus antecedentes en el siglo XVIII y tras dos siglos de historia tratan de actualizarse, también, en lo que respecta a la participación de la mujer en la vida académica. Aunque son diez las Reales Academias agrupadas en el Instituto de España, hablamos con los responsables y con las académicas más recientes de la RAE, Bellas Artes de San Fernando, Historia y Ciencias. Y lo hacemos para constatar, ante el Día de la Mujer, que, aunque siguen siendo clara minoría, hay una mirada y un interés dirigidos hacia los méritos de las profesionales que siguen tomando asiento en las Reales Academias.
Real Academia Española
Fundada en 1713 por iniciativa de Juan Manuel Martínez Pacheco, marqués de Villena, la Real Academia Española cuenta en la actualidad con cuarenta y seis académicos de número, de los cuales solo ocho son mujeres. Más aún: de los casi quinientos intelectuales, nobles, militares y sabios, que han formado parte a lo largo de su historia, solo doce han sido mujeres. Se trata de un desencuentro de tres siglos, marcado por los prejuicios, aunque en realidad la primera académica honoraria fuese elegida en 1784.
Se trataba de María Isidra Quintina de Guzmán y de la Cerda y en principio aceptó el nombramiento y pronunció su discurso de agradecimiento, pero no volvió a aparecer más, quizás porque era una protegida de Carlos III. Conocida como María de Guzmán o como Isidra de Guzmán, su mayor mérito era haber sido la primera mujer en conseguir en España el título de doctora. El problema es que lo consiguió a los diecisiete años, y por mediación del Rey, íntimo amigo de sus padres, nobles y grandes de España.
[La Real Academia Española concluye el año con un balance muy positivo]
La historia de los rechazos académicos a las escritoras mueve al asombro. Así, Gertrudis Gómez de Avellaneda solicitó su ingreso y fue rechazada en 1853, fecha en la que los académicos adoptaron la resolución de no admitir mujeres como académicos de número. Sin embargo, según narraba Alonso Zamora Vicente en su Historia de la Real Academia Española, el resultado no fue unánime: catorce académicos votaron en contra de la entrada de mujeres, y seis a favor (tres se ausentaron).
Más constante se mostró Emilia Pardo Bazán, que presentó su candidatura en tres ocasiones, aunque las dos primeras de manera encubierta, consciente de que “el sexo no priva sólo del provecho, sino de los honores también”. La tercera vez, en 1912, contó con una gran campaña de apoyo, pero se encontró con la cerrazón de académicos como Juan Valera, que incluso llegó a pedir que la invitasen para que comprobase que su culo no cabría en los sillones.
También fue sangrante el caso de María Moliner, autora del legendario Diccionario de uso del español, rechazada en 1972. En su lugar fue elegido Emilio Alarcos, aunque cuarenta años después de su muerte, la RAE celebró un acto público de desagravio.
Tendrían que pasar seis años más para que el 9 de febrero de 1978 la poeta Carmen Conde fuese la primera mujer elegida para ocupar uno de los asientos, en concreto la letra “K”. Un año después, cuando leyó su discurso de ingreso, destacó su malestar con la discriminación de la mujer en la Academia: “Mis primeras palabras son de agradecimiento por elegirme para un puesto que no se ha concedido a ninguna de nuestras grandes escritoras ya desaparecidas. Permitid mi homenaje de admiración y respeto a sus obras. Vuestra decisión pone fin a una injusta discriminación literaria”.
“Las académicas aportan diversidad de perspectivas, importantes para la labor de la RAE”. Paloma Díaz-Mas (escritora y filóloga)
Claro que, como puntualiza Paloma Díaz-Mas, última académica en ingresar en la RAE en 2022, “en 1978 tampoco había ninguna mujer ministra ni rectora de universidad, las catedráticas eran muy pocas, no había mujeres en el ejército, la primera mujer jueza lo había sido sólo seis años antes. Esa era la situación de las mujeres en la sociedad española de entonces”.
Aunque hace unos años eran once, las muertes de Elena Quiroga, Ana María Matute y Margarita Salas han reducido el número de académicas a ocho. Según el director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, “su presencia ha evolucionado en una ampliación progresiva del número, lo cual se expresa muy bien observando que, de las cinco últimas elecciones de académicos, tres han sido mujeres frente a dos hombres".
Además, "en la actualidad hay ocho académicas de número y dos más han sido elegidas y pronto ingresarán en la institución", dice Muñoz Machado. No obstante, "estos números solo se refieren a la presencia en los órganos institucionales. Cosa distinta es la colaboración con la Academia de muchas mujeres que han hecho importantes obras tanto en el ámbito literario como en el lingüístico”.
Por su parte, Paloma Díaz-Mas lo corrobora: “las académicas, lo mismo que los académicos, aportan gran diversidad de perspectivas, importantes para los trabajos que desarrolla la Academia”.
Académicas de número actuales en la RAE
Carmen Iglesias (2002)
Soledad Puértolas (2010)
Inés Fernández-Ordóñez (2011)
Carme Riera (2013)
Aurora Egido (2014)
Clara Janés (2016)
Paz Battaner (2017)
Paloma Díaz-Mas (2022)
Real Academia de Bellas Artes de San Fernando
Bajo el reinado de Fernando VI, especial protector de las ciencias y de las artes, se fundaba en 1752 la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Aunque la iniciativa para crear una tercera Academia, tras la Española y la de Historia, surge con Felipe V ya que fue el pintor Antonio Meléndez quien, en 1726, propuso al rey “erigir una Academia de las Artes del diseño, pintura, escultura y arquitectura, a ejemplo de las que se celebran en Roma, París, Florencia y Flandes”.
Aquello no prosperó, pero pronto el escultor italiano Domenico Olivieri, al frente del taller de escultura del Palacio Real, solicitó permiso real para abrir una academia privada que sentó las bases de lo que resultó la definitiva, ya con Fernando VI. Y fue, según recoge el historiador Ceán Bermúdez en su Diccionario histórico de los más ilustres profesores de las bellas artes en España (1800), la pintora Bárbara María Hueva (Madrid, h.1733-1772) la primera mujer en solicitar su ingreso en la RABASF y en ser designada académica supernumeraria: “fue el primer título que despachó aquel establecimiento”.
En aquella incipiente academia fueron sobre todo mujeres de la nobleza, con especial sensibilidad por las artes, las designadas como académicas de honor, como Mariana Pilar de Silva-Bazán y Sarmiento, duquesa de Huéscar, nombrada en 1766 directora honoraria por pintura, con voz y voto en las Juntas (madre, para más señas, de la XIII duquesa de Alba inmortalizada por Goya).
Casos sin duda excepcionales. Como lo fueron los nombramientos como académicas de honor de la pianista Alicia de Larrocha (en 1988) o la soprano Victoria de los Ángeles (en 1989). “Pero es cierto –explica su actual director, Tomás Marco– que académicas numerarias no ha habido hasta finales del siglo XX. Cuando yo empecé no había ninguna y fue la Sección de Música la que rompió el fuego con la elección en 1995 de la mezzo Teresa Berganza a la que seguiría en pintura Carmen Laffón”, explica.
El incremento de las mujeres en la de San Fernando se deja notar a partir de 2016 con la entrada de la historiadora del arte Estrella de Diego y la musicóloga Begoña Lolo. Hoy hay seis mujeres de 47 académicos de número y tres electas que pronto leerán su discurso y pasarán por tanto a ser de número.
La última en hacerlo fue Isabel Muñoz, cuyo ingreso se produjo el pasado 29 de enero. La fotógrafa, propuesta por el escultor Juan Bordes Caballero, el catedrático José María Luzón y el historiador de la fotografía Publio López Mondéjar, está segura de que la presencia femenina irá en aumento, aunque coincide con el director de la RABASF en que son los méritos propios y no el sexo lo que determina la entrada.
“La Academia es reflejo del momento y las elegidas son mujeres fuertes que se merecen estar”. Isabel Muñoz (fotógrafa)
“Hay una conciencia importante por parte de la Academia. En la Academia somos reflejo del momento que vivimos y las elegidas son mujeres fuertes que se merecen estar ahí”, explica Muñoz, deseosa de poder devolver a la fotografía lo mucho que le ha dado con las actividades académicas.
Y es cierto que la mirada hacia las mujeres se nota y las dos últimas electas han sido la pintora Rosa Brun y la diseñadora y arquitecta Patricia Urquiola. “En mi doble condición de artista y catedrática, espero poder impulsar la faceta pedagógica de la institución, impulsando el acercamiento al arte contemporáneo”, dice Brun.
Además, dos plazas salieron en el BOE el pasado 14 de febrero para cubrir las vacantes de Pedro Navascués y, precisamente, Teresa Berganza, fallecidos en 2022. De modo que podrían ser dos más.
Académicas de número actuales en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando
Estrella de Diego (2016)
Begoña Lolo (2016)
Josefina Molina (2016)
Blanca Muñoz (2021)
Arantxa Aguirre (2021)
Isabel Muñoz (2023)
Real Academia de la Historia
Autorizada por Real Cédula de 17 de junio de 1738, la Real Academia de la Historia nace en 1736, como reconocimiento del rey Felipe V a las reuniones que literatos, eruditos y críticos mantenían desde 1735 en casa de Julián Hermosilla, abogado de los Reales Consejos.
A diferencia de otras Academias, la Real de la Historia contó con una mujer, Mercedes Gaibrois Riaño, como miembro desde el 24 de febrero de 1935. Nacida en París, en el seno de una familia de clase alta colombiana, tras la muerte de su padre viajó por Europa con su madre y descubrió Sevilla, donde decidió dedicarse al estudio de nuestro pasado. Su monumental Historia del reinado de Sancho IV de Castilla (1922-1928), publicada en tres volúmenes, obtuvo el Premio Duque de Alba otorgado por la Real Academia de la Historia y como, según la tradición académica, los autores galardonados eran elegidos miembros de la misma, se convirtió en la primera mujer académica en la Real de la Historia.
En la actualidad, de los treinta y dos académicos numerarios siete son mujeres, con la peculiaridad de que Carmen Iglesias, elegida el 16 de junio de 1989 (tomó posesión en 1991), fue votada directora el 12 de diciembre de 2014, siendo reelegida en 2018 y en diciembre de 2022. Además, la vicesecretaria de la institución es Amparo Alba Cecilia, que es también la última historiadora elegida, en 2019, y Carmen Sanz Ayán es la tesorera. Abrumada por los preparativos de la presentación, este pasado martes, del portal Historia Hispánica, Carmen Iglesias, miembro también de la Real Academia Española, ha declinado participar en estas páginas.
En cambio, el vicedirector de la RAH, el poeta y filólogo Luis Alberto de Cuenca, no duda en explicar que no existe por parte de la Junta de Gobierno intención de primar especialmente en el futuro la presencia de mujeres, “porque necesitamos elegir al mejor candidato, sin considerar prioritarias las cuestiones de género. Nos importa la sabiduría y la capacidad, lo que nos puedan aportar hombres y mujeres, aunque es evidente que cada vez hay más historiadoras de extraordinaria competencia. Hoy en la Academia contamos con excepcionales mujeres especialistas en los diversos periodos de nuestro pasado, desde la prehistoria al Siglo de Oro, desde la modernidad a la España contemporánea”.
“Nuestro trabajo es hacer buena historia y para eso tanto da ser hombre o mujer”. Amparo Alba Cecilia (filóloga)
En la misma línea, la filóloga Amparo Alba Cecilia, vicesecretaria de la RAH y última académica elegida, confirma que “las mujeres nos integramos en idénticas condiciones que el resto. Luego, desde cada área de especialidad, cada uno aporta sus conocimientos y su trabajo, porque, como dijo en alguna ocasión otra académica, ‘nuestro trabajo es hacer buena historia’, y para eso tanto da ser hombre o mujer”.
Al tiempo, también destaca que “tanto en la Universidad como en la Academia he podido observar que no hay discriminación, y por eso es lógico que cada vez sean también más las mujeres en la Academia”, entre otras cosas porque “ahora las Reales Academias tienen la posibilidad de elegir a sus miembros entre muchas más mujeres preparadas que hace 50 años”.
Académicas de número actuales en la Real Academia de la Historia
Carmen Iglesias (1991)
Josefina Gómez Mendoza (2003)
Carmen Sanz Ayán (2006)
Enriqueta Vila Vilar (2012)
María del Pilar León-Castro (2013)
María Jesús Viguera Molins (2015)
Amparo Alba Cecilia (2019)
Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales
Creada el 25 de febrero de 1847 (heredera de la Real Academia de Ciencias Naturales), la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales ha realizado un gran esfuerzo por incorporar a la mujer a sus dependencias. La institución, dirigida por Jesús María Sanz Serna, ha pasado del 0,37% de nombramientos de su primer siglo al 13,15 % de la actualidad (contabilizando Numerarias, Correspondientes y Extranjeras), gracias, en buena parte, a los nuevos estatutos aprobados en diciembre de 2020, cuyos objetivos van destinados, entre otros, a implantar “los equilibrios necesarios en las especialidades, género y edad de sus miembros”.
Pese a que la primera mujer en entrar en la Corporación fue Marie Curie (como Correspondiente Extranjera) en 1931, fue sin embargo, en 1986, Margarita Salas la primera académica numeraria (a propuesta de Ángel Martín Municio, Enrique Sánchez Monge y Parellada y Pedro García Barreno). Habría que esperar a 2010 para que una segunda mujer entrara en la Academia: la matemática Pilar Bayer Isant.
La última en tomar posesión en esta categoría, el pasado 25 de enero, ha sido María Ángeles Gil (a propuesta de Francisco Javier Girón González-Torre, Enrique Castillo Ron y Juan Luis Vázquez Suárez), nombramiento con el que la institución llega a siete académicas numerarias (de los 46 en total que la componen actualmente). Valga decir que de los últimos seis académicos numerarios ingresados, tres son mujeres.
“La condición de académico es vitalicia, por lo que no se pueden producir nuevas incorporaciones salvo fallecimiento –explica el director a El Cultural–. Por ello, y lamentablemente, la composición de la Academia no refleja numéricamente la presencia de la mujer en la comunidad científica actual, sino la que existía hace algún lustro”.
“Margarita Salas es un referente por sus logros en una época poco favorable”
Quien está muy comprometida con el horizonte de paridad es la Secretaria General, Ana María Crespo, para quien los cargos de representación institucional y la composición de comisiones de trabajo también se van incrementando: “La norma por la que nos regimos nos obliga a que al menos dos de cada cinco nuevos miembros académicos sean mujeres. Lo responsable es la tendencia al equilibrio de género”.
Para la recién llegada, la matemática María Ángeles Gil, “Margarita Salas ha sido un referente por sus logros en una época poco favorable” y considera que “la corrección dentro de la RAC es ya algo bastante evidente”, destacando a su vez los Premios al Joven Talento Científico Femenino de la RAC: “Algunas de las premiadas pasarán en el futuro a ser miembros de la institución”.
Académicas de número actuales en la Real Academia de Ciencias
Las otras academias
Agrupadas en el Instituto de España, existen otras seis academias en las que también las mujeres son minoría. De los 42 académicos numerarios de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, cinco son mujeres. Cuatro hay en la Real Academia Nacional de Medicina de España de entre los 45 numerarios. La Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España cuenta con seis mujeres entre los 40 miembros. Son 10 mujeres de 40 académicos de número en la Real Academia Nacional de Farmacia. La Real Academia de Ingeniería cuenta con seis de los 49 numerarios. Y cuatro de 36 hay en la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras.