La traductora y profesora de literatura María Kodama, viuda del escritor argentino Jorge Luis Borges, ha muerto este domingo a los 86 años en Buenos Aires. Padecía un cáncer de mama. La noticia la ha anunciado en Twitter su abogado, Fernando Soto, que al despedirse de ella públicamente ha escrito: "Ahora entrarás al 'gran mar' con tu querido Borges".
Kodama (Buenos Aires, 1937) era la custodia del legado literario de Borges desde la muerte del escritor en 1986 a causa de un cáncer de hígado. Ambos se habían conocido en los años sesenta e iniciaron una relación amistosa de maestro y alumna que dio paso a una relación amorosa a pesar de una abultada diferencia de edad de 38 años. No obstante, no se casaron hasta dos meses antes del fallecimiento del autor de El Aleph. Lo hicieron en Ginebra, adonde se mudaron durante el último año de vida de Borges, que además la nombró heredera universal.
Tras la muerte de Borges, algunas personas que habían tenido relación con él acusaron a Kodama de haberlo manipulado y convencido para viajar a Suiza, casarse y que la nombrara heredera, algo que ella siempre negó fervientemente.
Kodama y Borges, que compartían su pasión por la literatura en inglés, escribieron juntos el libro Breve antología anglosajona. También firmaron a cuatro manos Atlas (1984), un libro sobre sus viajes alrededor del mundo desde 1975, cuando viajaron por primera vez juntos a Estados Unidos. El libro contenía textos de Borges, que ya padecía ceguera, y fotografías y anotaciones de Kodama, que fue durante años los ojos de su marido.
En una entrevista de 2011 en El Cultural, Kodama recordó que, al visitar juntos la Alhambra, ella leyó una placa que decía: "No hay dolor más grande que ser ciego en Granada". Kodama se sintió mal por Borges al leerla, pero él, que recordaba haberla leído en una visita muchos años atrás, le dijo: "Léela. No te sientas mal. Tú ahora me la harás ver con los ojos de otro Oriente" (en referencia a la ascendencia japonesa de Kodama).
Kodama creó en 1988 la Fundación Internacional Jorge Luis Borges, que ha presidido hasta su fallecimiento. Durante todos estos años, protegió con celo los derechos de autor de su marido y batalló contra los experimentos literarios de admiradores que versionaron o rehicieron algunas de sus obras, que ella consideraba directamente plagios.
En 2011, Kodama consiguió retirar del mercado la novela de Agustín Fernández Mallo El hacedor (de Borges), remake. Aunque el autor español lo escribió a modo de homenaje, Kodama consideró que era "una falta de respeto".
En 2015 también denunció por plagio al escritor argentino Pablo Katchadjian, que escribió una versión extendida de El Aleph y la publicó con el título El Aleph engordado. Como consecuencia del proceso judicial, Katchadjian fue condenado inicialmente a un embargo de sus bienes.
El abogado de Kodama, Fernando Soto, afirmó entonces, en declaraciones recogidas por El País, que lo único que pretendía Kodama era proteger la obra de Borges. "Lo que pasa es que a mucha gente le cae mal Kodama y por eso se genera esta reacción solidaria con Katchadjian. Esto no es un experimento, afecta directamente al derecho moral de la obra, que fue alterada dolosamente. Queremos que reconozca que es una ofensa a la obra de Borges. Es como si alguien pintase bigotes a la Gioconda". Finalmente el caso fue sobreseído en 2017 y María Kodama fue obligada a pagar las costas del juicio en 2021.
En la mencionada entrevista de 2011, Kodama destacó como principal contribución de Borges a la literatura "su concisión en el uso de la lengua castellana", y sobre su carácter, recordaba: "Podía ser muy irónico, bueno, y a veces quizá duro. Pero en su relación conmigo eso nunca se dio: era dulce y divertido".