Víctor del Árbol

Víctor del Árbol Daniel Hidalgo

Letras La Penúltima

Víctor del Árbol: "Tengo tantos conflictos que necesito escribir para mostrarme"

Tras el éxito de 'El hijo del padre', el escritor vuelve al 'thriller' con 'Nadie en esta tierra', la historia de un policía seriamente enfermo que debe resolver unos crímenes y enfrentarse al pasado

2 abril, 2023 02:26

¿Qué libro tiene entre manos?

El archipiélago del insomnio de Lobo Antunes.

¿Qué le hace abandonar la lectura de un libro?

Abandono una lectura cuando siento que no me va a conducir a ninguna parte, cuando intuyo los lugares comunes o la falta de pasión de quien la ha escrito. Si el viaje no merece la pena, mejor no gastar suela en el camino.

¿Con qué personaje le gustaría tomarse un café mañana?

Me gustaría tomarme un café y fumarme unos cuantos cigarrillos con Albert Camus…Y que a mitad de conversación se nos unieran Lorca y Cervantes.

¿Recuerda el primer libro que leyó?

La Ilíada, en una adaptación de cómic para niños. Ahí me enamoré para siempre de los héroes que saben perder, como Héctor.

¿Cuáles son sus hábitos de lectura: es de tableta, de papel?

Leo en papel, porque tengo tendencia a subrayar o a escribir en sus márgenes. Intento dedicar todas las horas que puedo, y nunca leo en la cama. Tengo mi sillón preferido, a media tarde, con música de Miles Davis de fondo.

Cuéntenos una experiencia cultural que cambió su manera de ver la vida.

La primera vez que vi La ley del deseo en el cine quedé impactado con aquel beso, ya mítico entre un joven Antonio Banderas y Eusebio Poncela. Yo era apenas un crío, y recuerdo la reacción de incomodidad de mi vecino de butaca. Entonces pensé: “Se trata de incomodar con la realidad. Mostrar la vida. Eso es cultura”.

¿Qué es Nadie en esta tierra en relación a su obra anterior?

Es un cambio, o una evolución necesaria, me parece. Me gusta explorar todos los territorios técnicos, estilísticos y narrativos para hacer crecer mi voz, matizarla y darle más profundidad. Por primera vez he querido mostrar la capacidad heroica que todos podemos tener en las peores circunstancias. Esa luz es nueva para mí.

El protagonista vuelve a Galicia para enfrentarse al pasado: ¿es posible hacer algo así impunemente?

Todo acto tiene consecuencias, pero en eso consiste la libertad. Visitar el pasado es una forma de regresar al territorio de la infancia, pero también de desmitificarla.

Enfermo de cáncer, Julián Leal cree que su vida ha sido un desperdicio. ¿Buscar a los malvados justifica una vida “echada a la basura”?

Para Julián, salvar a quien puede, alguien sin importancia para la gran Historia, es una forma de justicia poética. Un acto de heroísmo, que nadie agradecerá, puede redimir toda una existencia de cinismo.

¿Cuál es su secreto para conquistar a miles de lectores?

Escribo desde la duda; tengo tantas preguntas, tantos conflictos entre mis partes más sombrías y luminosas que necesito escribir para mostrarme y buscar a otros que quieran buscar respuestas conmigo. Amo profundamente este oficio y la lectura. Creo que la gente que me lee percibe esa verdad y se identifica con ella.

¿Entiende, le emociona el arte contemporáneo?

Me emociona cuando nace de las entrañas, no desde el intelecto o de la teoría. Si percibo autenticidad, buscaré entender la mecánica creativa de un cuadro, de una pieza musical o de una escultura hasta lograr que me “hable”.

¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa?

De Lucian Freud. Miraría a ese hombre autorretratado una y otra vez, buscándome en su mirada.

¿Le importa la crítica? ¿Le sirve para algo?

Podría decirte como García Márquez que escribo para que me quieran. Pero para que me quieran yo debo darles algo a los demás. Y aceptar su veredicto. En cualquier caso, sé distinguir perfectamente entre la crítica y la opinión.

¿Le gusta España? Denos sus razones.

Me gusta la España que piso en los clubs de lectura, en las terrazas, en la cola del pan. Me gusta porque somos una sociedad capaz de buscar lo mejor en nosotros, por más que me duela el espectáculo del abuso de poder, el exceso de burocracia, y el espectáculo parlamentario. Me gusta la España que sueño y que llevo conmigo a todas partes. Una tierra que se busca entre la luz y la sombra.