Dramaturga, actriz, compositora y cantante, Bàrbara Mestanza (Barcelona, 1990) debuta como narradora con Sucia, una ¿novela? de autoficción que amplia lo que ya había desvelado en la obra de teatro homónima, que pudo verse en La Abadía en 2021 mientras en las Naves del Español se representaba su otra pieza, La mujer más fea del mundo.
Mestanza profundiza en este escalofriante relato real en lo que sintió, sufrió, negó y justificó tras ser víctima de una agresión sexual mientras iba a relajarse y a recuperar la paz interior en una sesión de masaje que acabó en pesadilla.
Que todo aquel al que le contó lo ocurrido, aún traumatizada por la experiencia, le preguntase que por qué no había hecho nada, o dudase de su historia (“Mi amigo Fede no entiende, me lo hace repetir varias veces. No entiende. No entiende. No entiende”, p. 51) no la ayudó precisamente a superar el dolor.
[Mestanza vuelve al horror de los abusos]
Este libro es la respuesta a lo ocurrido. A qué pasó y por qué. Y un reflejo de cómo lo no dicho acabó dominando su vida, sus relaciones y sus esperanzas de manera inconsciente, terrible y sutil. Pese a todo, en este libro que tiene tanto de exorcismo, Mestanza se revela como una narradora de raza.