El filósofo y profesor italiano Nuccio Ordine ha fallecido este sábado a los 64 años en Cosenza, en la región de Calabria (sur de Italia), donde era profesor. Ordine acababa de ser distinguido el 4 mayo de este mismo año con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2023. Fue uno de los mayores expertos en el Renacimiento y la obra del astrónomo, teólogo y pensador Giordano Bruno.
El alcalde Consenza, Franz Caruso, ha confirmado el deceso y ha expresado su tristeza por la desaparición de "una de las figuras más cultas, en el sentido más amplio del término, que Calabria y todo el país han podido incluir en su historia reciente”.
El fallecimiento ha tenido lugar en el hospital Annuziata de Cosenza, donde había sido ingresado hace unos días tras un derrame cerebral. Su estado de salud fue grave desde el momento del ingreso, según informaron los medios de la localidad calabresa.
[El filósofo Nuccio Ordine, Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades]
El jurado del Princesa de Asturias destacó “su defensa de las humanidades y su compromiso con la educación y los valores enraizados en el pensamiento europeo más universal”. Además, su vocación por “transmitir, en especial a los más jóvenes, que la importancia del saber se encuentra en el proceso mismo del aprendizaje”. El viernes 20 de octubre de 2023 hubiera recibido el prestigioso galardón, del que se sintió muy honrado.
"Quiero dedicar este premio a quienes enseñan y cambian silenciosamente con su sacrificio la vida de sus alumnos. A quienes cada día –en una choza africana o en un pueblo pobre de Calabria o de Hispanoamérica– realizan un gran milagro: permitir a los estudiantes pobres dar ese salto social y cultural que hace nuestra sociedad más justa e igualitaria", dijo el intelectual, satisfecho de engrosar una lista de premiados en la que se encuentran dos grandes amigos suyos como Umberto Eco, Emilio Lledó o George Steiner.
Ordine nació en Diamante (Italia) el 18 de julio de 1958, era profesor de Literatura italiana en la Universidad de Calabria y se convirtió en un best seller internacional con libros donde se rebelaba contra la derrota del pensamiento frente al dinero o reivindica la necesidad de leer a los autores clásicos en la actualidad.
Fue reconocido, entre otros aspectos, como una de las figuras más influyentes del pensamiento y la literatura renacentistas. Estaba considerado una de las voces más destacadas de la filosofía contemporánea por su reivindicación del humanismo. Su objetivo era construir una sociedad mejor desde el conocimiento y rechazaba el utilitarismo imperante. Así, en 2013 publicó La utilidad de lo inútil, que resultó un éxito, siendo traducido a 20 idiomas en 32 países.
[Nuccio Ordine: popularizar a los clásicos para defender la herencia de las Humanidades]
Otras de sus obras más aclamadas fueron El umbral de la sombra (2006) y Clásicos para la vida. Una pequeña biblioteca ideal (2017), ambas publicadas en español por la editorial Acantilado. En el último reivindicaba a figuras como Cervantes, Shakespeare o Platón con el objetivo de hacer comprender a sus lectores la realidad actual, desde los movimientos emancipatorios feministas hasta los nacionalismos.
Además, fue un reputado conocedor de la obra del astrónomo, teólogo, filósofo y humanista napolitano Giordano Bruno. Uno de sus libros destacados en esta materia es La cabala dell’asino. Asinità e conoscenza in Giordano Bruno (1987). Además de los citados, en 2022 se editó en español su libro Tres coronas para un rey. La Empresa de Enrique III y sus misterios, un ensayo sobre las colecciones de emblemas y empresas políticas, militares, religiosas y culturales de la Europa del siglo XVI.
En su obra más reciente, Los hombres no son islas (Acantilado, 2022), ofrecía una lista de títulos esenciales de la literatura universal. En la reseña del libro para esta revista, el crítico Germán Cano aseguraba que el filósofo se alejaba de la autoayuda para invitarnos a acercarnos a los clásicos "no para ensimismarnos, sino para participar mejor en la esfera pública". Además, Ordine "rehuía el virtuosismo académico en aras de llegar a cualquier tipo de lector y contagiarle su amor a la literatura", añadió.
Divulgador excepcional, a lo largo de su obra protestó contra el arriconamiento de las humanidades en el mundo actual y siempre las reivindicó como disciplinas necesarias en la formación cívica del ser humano y en la creación de un pensamiento crítico fundamental para el desarrollo y el bienestar social.
[Nuccio Ordine: "El intelectual de hoy tiene que decir lo que la sociedad no quiere escuchar"]
En una entrevista con este medio, realizada hace solo unos meses, el profesor aseguró que "el problema de hoy es que no tenemos sentido crítico. El intelectual tiene que ser un herético. Desafortunadamente, en las universidades los intelectuales parece que se han resignado, no tienen ganas de reaccionar. Creo que tenemos que luchar, porque cultivar la utopía es fundamental para cambiar el mundo". En la misma línea, opinaba que "el intelectual de hoy tiene que decir lo que la sociedad no quiere escuchar".
Como profesor, Ordine abogaba por transmitir a los alumnos el placer del conocimiento y el imprescindible sentido de la curiosidad. Según su criterio, la cultura sería la mejor herramienta para que los jóvenes se pudieran incorporar al mercado laboral en el futuro. En la misma entrevista, el filósofo dijo que "la tecnología es una interrupción brutal de la relación entre el profesor y estudiante", pues "sin la comunidad no hay transmisión de sabiduría". Convencido de que "la única manera de transmitir conocimiento es la presencial", consideraba que el trabajo telemático era "una locura".
Ordine se licenció en 1982 en Literatura Moderna por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Calabria y en 1987 se doctoró en Ciencias Literarias: Retórica y Técnicas de la Interpretación. Fue profesor de Literatura Italiana del Departamento de Estudios Humanísticos de la universidad de su región natal.
Además, estuvo como profesor invitado en universidades estadounidenses como las de Harvard, Yale y Nueva York, y europeas como la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales y la Escuela Normal Superior de París, además de en el Instituto Warburg de Londres, la Sociedad Max Planck (Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2013) de Berlín y la universidad alemana de Eichstätt-Ingolstadt.
El profesor también fue miembro honorario del Instituto de Filosofía de la Academia Rusa de las Ciencias, miembro de la Real Academia de Bélgica y miembro fundador de la Asociación Italiana de Teoría e Historia Comparada de la Literatura. Además, presidió hasta el final de su vida el Centro Internazionale di Studi Telesiani, Bruniani e Campanelliani (Cosenza, Italia) y formó parte del consejo ejecutivo del Instituto Italiano de Estudios Filosóficos. Fue colaborador habitual del periódico Corriere della Sera.
Fue reconocido como Doctor honoris causa por las universidades brasileñas de Río Grande del Sur, Caixas del Sur y Porto Alegre, la Universidad de Valparaíso (Chile), la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica), la Universidad Pontificia de Comillas (España) y Sello del Ateneo de la Universidad de Urbino (Italia), es Gran Oficial de la Orden al Mérito de la República Italiana (2018), Caballero y Comandante de la Orden de las Palmas Académicas (2009 y 2014) y Caballero de la Orden de la Legión de Honor de Francia (2012).
A lo largo de su trayectoria, recibió el Premio Siracusa Filosofía (Italia, 2007), el Premio Il Sogno di Piero de la Academia de Bellas Artes de Urbino (2015), el Premio Liberpress de Literatura (Gerona, España, 2019), el Premio Especial de la Fundación Carical (Italia, 2020) y el Premio Internacional de Humanismo y Renacimiento del Museo Liceo Egipcio (León, España, 2021), entre muchos otros.