¡Buenos días!
Han estado a punto de ganar estos poemas:
Hwnvi
Conozco palabras que hablan hacia dentro / Pero ignoro si hay que huyan de la quema / Tal vez pasen de largo. O quizá puedan leerse bajo la lluvia
Esas “palabras que hablan hacia dentro” son protagonistas del poema, sino que también introducen un nivel de discurso interior en el que es la propia comunicación la que se pone en tela de juicio. Pero, luego, el final nos salva con su código invisible. Bien.
One
En este manicomio que me ahoga // un laberinto de pensamientos // ha atravesado las tuberías azules.
Imágenes sencillas y directas, pero al mismo tiempo rompedoras y sucintas, contenidas, con una carga interna que se va delimitando, pero sin renunciar al eco de su impacto. Muy bueno ese “laberinto de pensamientos”, antes del potente, sencillo y “azul” cierre.
Marta
Las manecillas juegan a hacer malabares / el reloj dormita en su jaula de cristal / la madrugada huye con la primavera
Ese mundo interior que nos propone el poema, desde su propia urna de tiempo, está muy bien expuesto a través de diversas capas de significación y hondura: del “reloj”, con el tiempo, a su “jaula de cristal”, antes de la respiración final, más amplia. Bien.
Pero el ganador es
Brujoavería
Duermen los barrotes de la celda abrazada, // se encienden las esquinas del amanecer // donde bosteza la llave oxidada.
Hay que dejar que el tiempo también “duerma” dentro de “los barrotes de la celda abrazada”. Porque el nuevo día también nos abrirá otras puertas de edad, con otros escenarios diferentes, como bien advertimos en el estupendo verso de transición. La fuerza definitiva, en esa “llave oxidada” -el pasado, su huella-, que nos lleva al “bostezo” genialmente. A través de símbolos sencillos, toda una escuela de vida.
Tema de la semana: “Misión cumplida”. En ocasiones tenemos que frenarnos y mirar hacia atrás, igual que Robert Redford a mitad del rodaje de “El río de la vida”. Resulta que ya tenemos nuestro recorrido, con una historia que podemos contar. Escribamos de esto, en 3 versos y no más de 140 caracteres. Escribamos de esos momentos en los que también podemos detenernos, mirando hacia los pasos más recientes con una sensación de logro en marcha. Claro que después continuaremos. Pero ahora ya podemos respirar.
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