Hola, amigos:
El ayuno intermitente, esa moda benéfica o absurda que se ha colado en nuestra vida cotidiana con la fuerza de una melodía pegajosa, me produce enorme curiosidad. Todo el mundo está en ello. Tu vecino orondo se salta la cena, aunque no se note. Tu suegra esquiva el desayuno, aunque desfallezca a media mañana. Y con seguridad esa cantante que tanto le gusta a tu hija, a tu sobrina, a tu amiga o a ti está pasando hambre ahora mismo en su mansión. Me refiero a Taylor Swift, por ejemplo.
Así que la próxima semana, en un acto de sumisión a las costumbres occidentales, exploraremos el fascinante fenómeno del ayuno intermitente. Todo ello, querido amigo, querida amiga, para seguir el ritmo implacable que la vida nos impone.
Veamos, entre tanto, quiénes son los finalistas de la semana dedicada a "las olas".
Lluviausente
Hace años ayudó a una sirena varada a abandonar la playa. La busca desde entonces. Ella le espera al otro lado del Atlántico.
AlejMelguizo
Lamine, un joven estudiante de Filosofía, movido por la cuestión del infinito, lleva tres días ininterrumpidos contando olas.
Meraki
Le gusta ir a la playa cuando se aproxima un fuerte temporal, solo entonces las olas rugen y sus demonios internos callan.
Jara
Contempló las olas del mar y no sintió nada. Comprendió que estaba muerta.
Rumor
Con ese oleaje y bandera roja, algunos advertían al socorrista sobre unas mujeres que se bañaban. "Ah, son sirenas", dijo sin inmutarse.
gpm
Antes del desembarco, los soldados no paraban de vomitar, aunque la mar fuera lo único que estaba en calma.
Marta
La vio tumbada en la orilla, inconsciente; la devolvió al mar convencido de que entre las olas recuperaría su apariencia de sirena.
Uritama
Las olas heladas del mar refrescaban su piel caliente; sin embargo, despertó de un sobresalto atragantado con arena del desierto.
MiguelMolina
Para matar el aburrimiento y pasar la tarde entretenida la ola ha decidido acercarse a la orilla para saltar un niño tras otro.
Marta
Deseó que aquellas olas se llevaran sus problemas; para asegurarse que no volvieran, el mar también se lo llevó a él.
RamónJ
El alumno preguntó: "¿Qué puedo hacer cuando llegue la gran ola para salvarme?", y el maestro respondió: "Nada".
Javi
Cuando los niños concluían el castillo de arena, las olas, traviesas y juguetonas, decidieron diluirlo y huir metaformoseándose en el mar.
Ayalgamar
Cuando se cansó de escuchar el mar en una caracola, la lanzó al arroyo de la montaña. Desde entonces pesca en él unas deliciosas sardinas.
Planbé
La gigantesca ola se acercó rápido, pero era menos alta de lo anunciado y todos morimos un poco decepcionados.
Liesse
La ola, maternal, quiso acariciar al niño. Imprudente y nerviosa no supo calcular la intensidad de su abrazo.
AlonsoCuriel
"Solo las olas se han fijado en mis versos y en mis pasos enamorados", le dijo aquella poeta al psicólogo que, distraído, miraba su móvil.
PilarAlejos
Cansada de aguantar vientos y mareas, dejando atrás su soledad entre las olas, la isla zarpó.
RamónJ
Al rato de sentir el zarandeo, subió. Miró y vio cómo se le venía encima la ola de treinta metros. Resignado, apagó la luz del faro.
PilarAlejos
El náufrago conversa con el mar desde que aprendió el lenguaje de las olas.
Liesse
Le contó su terrible secreto al mar y el mar lo preservó religiosamente dentro de una caracola. Hoy las olas la han arrojado a la orilla.
Y uno, de regalo:
AlejMelguizo
El tsunami coincidió con las elecciones, de las cuales salió victorioso el partido que prometió «establecer un límite de altura a las olas».
Saludos cordiales.
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