Quien conozca la ya extensa obra de Javier Gomá (Bilbao, 1965), probablemente se sentirá sorprendido con la confesión que el pensador español estampa en el prólogo de su última entrega: este es el libro que siempre quiso escribir. ¿De veras? ¿No Imitación y experiencia (2003), aquel documentado trabajo sobre la historia cultural de la imitación con el que inició brillantemente su trayectoria como ensayista, obteniendo el Premio Nacional de Ensayo?



¿No un texto de tan bella factura como Aquiles en el gineceo (2007), donde el proceso de maduración ética del héroe homérico inspiraba un modelo formativo con proyección al presente? ¿No es una reflexión ético-política tan oportuna como la que plasmó en Ejemplaridad pública (2009), sugiriendo una nueva articulación de libertad individual y compromiso ciudadano sobre bases igualitarias, no impositivas?



¿Tampoco Necesario, pero imposible (2013), esa apuesta inaudita, tan personal, por aquello que la razón nos dice que no puede ser –una prórroga de la vida tras la muerte– pero el corazón insiste en seguir esperando? ¿Ninguno de esos cuatro ensayos, piezas de su celebrada “Tetralogía de la ejemplaridad”? ¿Qué secreto guarda, pues, este nuevo libro? ¿Qué razón para tan rotunda preferencia?

Universal concreto

Javier Gomá



Taurus, 2023 212 páginas. 20,90€

Se diría que el autor se ha dejado guiar en este caso por la convicción de que “menos es más”. Su obra es fruto de un despojamiento. Sin notas a pie de página, sin citas, construye un texto de menor densidad teórica y mayor fluidez argumental que los anteriores, con una presentación unitaria de su filosofía de la ejemplaridad cuya gran virtud es la agilidad para enlazar las distintas facetas de esa idea, la del ejemplo, que confiere coherencia al conjunto de su producción intelectual.



Con ella procura responder aquí a las dos preguntas fundamentales que plantea toda filosofía: qué hay en el mundo y qué hacer con ello. De ahí nace el título del libro. Universal concreto mienta el hecho de que, siendo el ejemplo un caso singular, aspira idealmente a enunciar una regla de validez universal. Así, los apartados Ontología (idea de “ser”) y Pragmática (pauta de imitación del ideal), precedidos de un breve preámbulo sobre el estilo filosófico (Método), se completan con una cuarta parte dedicada a la expresión artística (Poética), donde resuena el eco kantiano de esa ambición de universalidad propia de todo gran arte, apuntando reflexiones que conectan con la fértil faceta de dramaturgo de Javier Gomá.



A toda esta articulación sistemática se añade otro elemento, que vertebra eficazmente el discurso en clave de diagnóstico del presente y propuesta de futuro. Gomá resume el curso de nuestra cultura en tres grandes etapas: la Antigüedad dio a la realidad la forma de un cosmos inmutable, de manera que los modelos clásicos adoptaron un sesgo intemporal, que debía imitarse sin cambio alguno; la primera modernidad rompió con esa ejemplaridad abstracta, descubrió la dignidad del sujeto y proclamó su autonomía, derivando con el Romanticismo hacia un cultivo de la singularidad tan reacio a toda norma, que llevó al extremo contrario, un subjetivismo rebelde desarraigado de todo contexto común; y ahora, en nuestra modernidad tardía, habría llegado el momento de integrar al sujeto, ya liberado, en el Nosotros ciudadano, promoviendo la amistad cívica más que la coacción estatal.

En esta suma filosófica destacan la viveza del estilo, la claridad conceptual y la fuerza persuasiva de Javier Gomá

De todo ello trata Gomá en esta suma filosófica, en la que destacan la viveza del estilo, la claridad conceptual y la fuerza persuasiva. Quedan pendientes de dilucidación cuestiones más controvertidas (¿En qué sentido sería “opuesto al hegeliano” este universal concreto que supera la parcialidad de los dos momentos anteriores? ¿Qué criterio permite distinguir el buen ejemplo? ¿Basta la igualdad formal para realizar la democracia?). Pero no es lo que tocaba en un ensayo concebido para llegar al gran público con la versión más concisa y directa de este sugestivo proyecto filosófico. En ese sentido, la misión está más que cumplida.