Los controladores aéreos

Hola, amigos:  

Podéis empezar a escribir sobre los controladores aéreos.  

El ganador de la semana pasada, dedicada a los fotógrafos artísticos, ha sido...:  

Miñaxoia  
La iluminación, el encuadre, impecables. Una foto magnífica. Entonces reparó en la mirada perpleja y triste del orangután y bajó la cámara. 

Un fotógrafo está a punto de capturar una imagen perfecta de un orangután, pero su enfoque cambia drásticamente al notar la expresión de tristeza del animal. Este giro narrativo nos hace comprender que el protagonista reconoce de pronto al primate como a un igual, en un acceso de empatía, y por eso baja la cámara en gesto de solidaridad. Surge así un acto de respeto y reconocimiento del otro primate, que deja de ser un mero instrumento al servicio del fotógrafo. El relato —hilado en tres tiempos con excelencia narrativa— nos habla quizás sobre la necesidad de ir más allá de las apariencias y comprender la complejidad de cada ser vivo, amén de que toda acción conlleva un dilema moral insoslayable. Y la empatía es, quizás, la mejor lente para apreciar la vida en toda su dimensión. 

Enhorabuena, Miñaxoia, por el relato, sobresaliente, y por el premio.  

Otros micros pudieron haber ganado:   

Bite  
Su foto del capo lo representaba tan omnipotente y magnánimo que este lo mandó asesinar. No podía permitir que retratara así a ningún rival.         

Dhin
El éxito, póstumo, apareció cuando su viuda se decidió a exponer las fotografías que él había descartado. 

Rumor
Obseso con su trabajo, un día encontró en el cuarto oscuro, junto a los positivos que se estaban secando, la demanda de divorcio. 

DevaPrada 
En su última foto encuadró a dos pescadores al borde del muelle bajo una tormenta. 

Nuria
Al ver aquella fotografía de una flor emergiendo de los escombros, se ablandó y ordenó el alto al fuego hasta la mañana siguiente. 

Saludos cordiales.