"Para mí, la historia del deseo es fundamentalmente la historia del fracaso, todo lo que quise y no pudo ser, todas las veces que temblé en la distancia entre yo misma y aquello que amo". Empieza así, La seducción, el nuevo libro de Sara Torres (Gijón, 1991). Esta nueva novela se adentra en el mundo oculto del deseo, de la fantasía sexual y de sus manifestaciones, desvelando el tiempo pausado, la alegría y la ansiedad que existe en esa "zona gris".
La escritora acaba de presentar al mundo La seducción. En pocos días, el libro ya está escalando el listado de 'los más vendidos' que elabora la red de librerías independientes.
Su voz literaria se manifestó, primero, con Lo que hay (Reservoir Books, 2022), el libro revelación del año, traducido en 4 lenguas que está ahora en su novena edición. "Sara vive apasionadamente la vida", explica su editora, "lo que se lee aquí no sale de la nada". De hecho, Torres investigó en las academias de Passau (Alemania) y Londres (Inglaterra), haciéndose muchas preguntas y explorando teorías complejas.
"El deseo apunta a un misterio cuyo efecto en el cuerpo siempre me ha fascinado. Es un deseo que mueve el pensamiento hacia la fantasía. Todo esto es propio del tiempo de la seducción", cuenta Sara Torres a El Cultural.
"El ALSA conecta todas las personas enamoradas y Sara torres es esto para mí, es el ALSA de las lesbianas", afirma Eugenia Tenenbaum (1996), historiadora del arte y autora de La Mirada inquieta y Las mujeres detrás de Picasso. La historiadora acompaña a Torres en su presentación, junto con la actriz y coordinadora de intimidad Tábata Cerezo (1993).
"Estábamos nerviosas por estar aquí juntas porque sentimos que estamos viviendo un cambio de paradigma muy loco", afirman las tres mujeres mirándose con complicidad. La segunda planta de la librería se transforma en una sala de encuentro, en una pequeña reunión de jóvenes que quieren empezar una revolución a partir de las palabras de Torres.
Un nuevo imaginario
La seducción dibuja el tiempo suspendido del deseo a través del encuentro de una joven fotógrafa y una escritora de veinte años mayor. "Este libro ofrece un nuevo imaginario", afirma Cerezo. Torres reconoce las estructuras tradicionales heterosexuales que, hasta ahora, han dibujado los limites del deseo y ofrece nuevas soluciones para que también el deseo homosexual tenga un espacio propio. "El heterosexual es una imagen que nos enseña el sistema. Pero no es suficiente. Por esto necesitamos identificar las imágenes a las que hemos sido expuestas y generar nuevas juntas".
La propuesta del libro es mostrar la tensión de las imágenes del punto de partida y aprender de nuevo qué es el sexo, el placer y el amor, considerando todos los tipos de orientaciones sexuales. "Es un grito revolucionario", afirma Tenenbaum. "No sabemos a dónde vamos pero estamos reconociendo algo que nos mueve y que necesitamos identificar".
Según Torres, el deseo heterosexual está asociado a la idea de seductor estratega, un hombre que sabe más que la mujer, y la seductora sirena que atrae y absorbe por completo al otro. "Con su bello canto te hace perder el rumbo. Tápate los oídos para que la sirena no te lleve al agujero negro de la pasión", explica Torres con una voz suave entre lo crítico y lo irónico. En esta novela, no hay ni un seductor estratega, ni una sirena encantadora. En esta novela se explora el proceso de sentir una atracción como un lugar misterioso al cual se puede acceder todas juntas. Este es el tiempo de la seducción.
El cuerpo que desea
La novela, de hecho, más que contar una historia, desarrolla una idea. "¿Quiénes somos mientras esperamos el reconocimiento de la otra?" es la pregunta a la cual Torres intenta responder en 168 páginas. Se centra así en la imagen corporal, la autoestima, la mirada de la otra. "Cuando la inseguridad frente a la imagen corporal es grande, intentamos alcanzar una norma física para poder considerarnos 'dignas' de deseo y eso produce una ansiedad que nos aleja de una fantasía propia".
La autora explica algo que parece obvio, pero sobre lo que se presta todavía poca atención. "Es muy difícil socializar desde lo femenino y no tener ansiedad por la imagen corporal". Habla del temor de la imagen corporal en el acto sexual, de la ansiedad que este puede producir, de la mecanización del cuerpo, con una naturaleza que hace cómplices y une a todas las personas que la escuchan.
La seducción explica las dinámicas de un cuerpo que desea. "El cuerpo está implantado para actuar cuando el otro quiere algo de nosotras. Estamos acostumbrados a las imágenes de las mujeres sentadas que esperan a que las saque a bailar. En ese momento se produce esa ansiedad de ser el cuerpo a quien no eligen para bailar".
Sin embargo, frente a los modelos que ya conocemos, ofrece nuevas soluciones: "Si tu esperas ya bailando con tus amigas, no habría ese espacio ansioso de espera y desde allí pueden darse encuentros en mismos niveles". Hay que romper ese narcisismo ansioso dentro de la esfera amorosa para revolucionar el deseo, para no sentirse en un constante estado de espera. "En el momento en que esa pasión es tuya, puedes sacarla a la calle".
Para nosotras
Decía la novelista y guionista francesa, Marguerite Dumas: "y, en el caso de que pudiera pensarse, ¿por qué había de pensarse con tan aplastante dolor y no con dulzura?". Torres critica duramente los parámetros a los cuales estamos sometidos, pero, recoge el pensamiento de Dumas y ofrece la misma solución a esta ansiedad: la dulzura.
"Estar juntas, acompañarnos en el cuerpo más allá de lo sexual. Una mano que sostiene a otra, la abundancia de la comida sobre la mesa, poder pasar la noche durmiendo pegadas, permitirnos la experiencia de la excitación sexual. La dulzura es aceptar el cariño sin angustiarnos por lo que vendrá después", cuenta la escritora.
La seducción es una nueva revolución feminista que amplia el imaginario del deseo sexual lesbiano. "La fantasía es un porcentaje de la vida enorme. Escribo las imágenes estando en la escena. No soy espectadora de la escena, sino que me imagino que me está pasando a mí".
Crea una tensión entre la fantasía normativa y cómo en esta entra la imaginación lesbiana. "Cuando nos permitimos preguntarnos a nosotras mismas qué es lo que realmente deseamos, podemos ser libres desde nuestra imaginación personal, sin condicionamientos sociales heterosexuales".
Torres incita a una nueva revolución social, a arriesgarse, a probar nuevas experiencias. "Cada vez que una se pone en riesgo para probar algo abre un espacio para todas". La autora crea un lugar de escucha y de apoyo mutuo, donde las personas se puedan sentir cómodas a explorar sus propios deseos en el ámbito personal, íntimo, y para conquistar un nuevo espacio también socialmente.
Es un libro "para nosotras", como escribe en el prólogo, porque "practicar la libertad asusta mucho, mejor hacerlo juntas". Existe una revolución dentro del deseo y las transformaciones ocurren desde la seducción.