La viuda de Paul Auster, la escritora Siri Hustvedt, reveló este jueves que su marido, fallecido el martes, murió en su casa de Brooklyn, en la biblioteca, y lamentó que los medios de comunicación "le robaron la dignidad" de ser ella misma quien pudiera dar la noticia. "Era ingenua, pero había imaginado que yo sería la persona que anunciaría la muerte de mi marido, Paul Auster", escribió Hustvedt en Instagram.
La autora, de 69 años, explicó que ha sido difícil para la familia darse cuenta de que incluso antes de que se llevaran el cuerpo de su fallecido esposo de su casa, medios de comunicación ya habían dado la noticia la muerte de Auster, quien murió a causa de cáncer de pulmón a los 77 años.
"Ninguno de nosotros pudo llamar o enviar un correo electrónico a sus seres queridos antes de que empezaran los gritos en línea. Nos robaron esa dignidad", continuó la escritora.
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Hustvedt también reveló detalles de las últimas horas de vida de Auster, así como que había muerto a las 18:58 —hora local— del martes acompañado de su familia en una habitación de su casa de Brooklyn "que le encantaba: la biblioteca".
Además, ofreció un relato íntimo de la batalla de su esposo contra el cáncer en sus últimos días y la negativa del escritor de recibir una quimioterapia paliativa. "Paul ya estaba harto. Pero nunca, ni con palabras ni con gestos, dio muestras de autocompasión. Su valor estoico y su humor hasta el final de su vida me sirven de ejemplo. Dijo varias veces que le gustaría morir contando un chiste. Le dije que era poco probable, y sonrió", relató.
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La autora estadounidense también contó que el último escrito de Auster, quien no contaba con un ordenador y escribía a mano, fue una carta que le escribió a su nieto Miles con mucho esfuerzo: "Con esa carta terminó su vida de escritor". Siri Hustvedt y Paul Auster se casaron en 1982, un año más tarde de haberse conocido a la salida de una lectura de poesía. A Auster también le sobreviven una hija, Sophie Auster, y su nieto.