Da Vinci, Shakespeare, Bach y Calvino nos contemplan desde unas impresionantes vidrieras, bajo una gran bóveda neogótica. Nos encontramos en una antigua iglesia de Newark (Nueva Jersey, EE. UU.), convertida hoy en la ‘Catedral de la Innovación’ de Audible, la compañía de entretenimiento de audio filial de Amazon.
Ningún otro medio español ha visitado antes estas instalaciones que conservan gran parte de los elementos históricos de la iglesia, incluyendo su órgano, pero que a la vez es capaz de albergar todas las comodidades de unas oficinas modernas, una cantina para los empleados y hasta una bolera.
En la planta más alta, bajo unos potentes focos y delante de una pantalla blanca nos encontramos con los ojos vivaces y la amplia sonrisa de una joven que habla y gesticula ante una cámara. Se trata de Ariana Godoy (Zulia, Venezuela, 1990), una de las escritoras de novela romántica juvenil en español más leídas, con varios millones de seguidores. Está explicando, en un vídeo promocional para sus fans, de qué trata su próxima historia, minutos antes de atender a El Cultural.
Su trilogía de los hermanos Hidalgo (A través de mi ventana, A través de ti y A través de la lluvia) fue un fenómeno con largas temporadas en la lista de libros más vendidos y dio el salto a la televisión en una serie de adaptaciones producidas por Netflix. Otro libro suyo, Sigue mi voz, también será convertido en película próximamente. Se rodará en Navarra y contará con los actores Mario Casas y Anna Castillo.
Autora también de novelas protagonizadas por vampiros, como la serie Darks y la serie Almas perdidas, Godoy se sumerge ahora en un proyecto completamente nuevo para ella, ya que no se trata de un libro, sino de una historia concebida para ser grabada y publicada directamente como audiolibro.
Titulada Room 27, la historia está interpretada por múltiples voces y tiene una versión en español neutro latino y otra en castellano para el público español. Esta última la ha dirigido Juan Morali, ganador con La casa de Bernarda Alba en los Premios Audies —los premios de la industria estadounidense del audiolibro— de 2022.
“Me encanta escuchar audiolibros y estoy muy feliz de haber empezado a escribir directamente para este formato, es algo nuevo para mí”, explica la escritora. Otros libros suyos han tenido una segunda vida como audiolibros —disponibles también en Audible—, pero en este caso ha adaptado su manera de escribir sabiendo que esta nueva historia sería concebida directamente para ser escuchada. “El principal cambio es que traté de escribir muchos diálogos”, reconoce.
“Es el primero de mis libros narrado en su mayoría por un chico, porque casi siempre escribo desde el punto de vista de la chica”, revela la escritora. El protagonista es Zachary Wilson, un joven en su último año de instituto. El béisbol es su pasión y su pasaporte al éxito, ya que tiene grandes esperanzas de conseguir una beca deportiva para ir a la universidad, pero una lesión hace peligrar su futuro.
Un día, mientras busca el departamento de fisioterapia por los pasillos del hospital, Zach descubre en la habitación 27 a una chica que lleva varios meses en coma, y comienza a visitarla a diario y a contarle cosas que nunca antes había sido capaz de decir a nadie. “El libro es una especie de metáfora de que todos deberíamos tener un lugar donde nos sintamos seguros para contar las cosas que nos están pasando”, afirma Godoy.
De un pueblo sin internet a la fama mundial
La carrera literaria de Godoy comenzó en 2009 en Wattpad, la plataforma gratuita de publicación y lectura online. “Entonces en mi pueblo no había internet por cable y solo aquellos con dinero podían permitirse contratar internet por satélite. Así que yo me iba en mi bicicletica a casa de un amigo que sí tenía conexión”, recuerda.
Desde allí, cada dos o tres semanas, subía un capítulo a la plataforma y respondía los mensajes de su cada vez mayor comunidad de lectores. “Yo en ese tiempo ni siquiera me imaginaba que acabaría publicando en el mercado editorial. Lo hacía de verdad por amor al arte”.
Hoy tiene más de dos millones de seguidores dentro de Wattpad y 1,2 millones de seguidores en Instagram, pero al principio no todo fue positivo. Cuando comenzó a publicar en la plataforma, esta solo tenía versión en inglés. De hecho, ella escribía en ese idioma y revela que recibía muchos comentarios negativos “por ser una latina escribiendo en inglés”, a veces por parte de otras escritoras estadounidenses que no eran tan leídas como ella. “Al principio fue duro, pero me mantuve y luché. No me dejé, que diría mi mamá”.
En 2011, Ariana Godoy tuvo su primer éxito, Mi amor de Wattpad, ganando el premio a la historia más leída y la mejor historia del año en los premios de la plataforma. Aún faltaría bastante para dar el salto a la edición tradicional. “Enviaba los manuscritos a muchas editoriales a ver si alguna respondía. Mientras tanto estuve casi diez años publicando mi trabajo gratis y fomentando que los jóvenes leyeran, y ahora esos mismos jóvenes que me leían en la plataforma son los que ahora compran mis libros físicos, así que todo ese sacrificio valió la pena. Ahora estoy muy feliz, pero fue muy duro, sobre todo al principio”.
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Godoy cree que la clave de su éxito es “la cercanía” de estar en una plataforma en la que los escritores entablan una relación directa con los lectores. También es muy activa en las redes sociales. “A veces me conocen primero a mí, les caigo bien y entonces leen mis libros. Hoy es muy importante la comunicación para mantener una comunidad de lectores”, opina.
Influencias vampíricas
En cuanto a sus influencias literarias, destaca la de Anne Rice (1941-2021), escritora estadounidense autora de la saga Crónicas vampíricas, de la que vendió más de cien millones de ejemplares y que comenzó con su célebre Entrevista con el vampiro (1976), que fue adaptada al cine por Neil Jordan en 1994 con un reparto estelar en el que figuraban Tom Cruise, Brad Pitt, Antonio Banderas y Kirsten Dunst. “Lamentablemente falleció hace tres años y nunca la conocí, ese es mi sueño frustrado. Algún día espero escribir con esa profundidad”, asegura Godoy, que también cita como inspiración la saga Crepúsculo de Stephenie Meyer. “Por un lado, me gusta mucho cómo Rice escribía sobre vampiros con crisis existenciales y, por otra parte, me interesan esos vampiros de Meyer que van al high school, es una combinación que me gusta mucho”.
Sobre la ambientación norteamericana de sus libros, comenta: “Cuando llegué a Estados Unidos en mis historias había una mezcla de la cultura latina y de la cultura estadounidense. De hecho, tuve que hacer bastante investigación de cómo era el instituto aquí, cómo funcionaban los grados, qué materias estudiaban... Ahora me siento más seasoned [experimentada] para escribir una historia como la de Zach, que es mi primer personaje que he hecho con un struggle [lucha contra una situación difícil] que sea de aquí”.
Entre los trucos que Godoy emplea para llegar al mayor público posible, está el de “no describir mucho a los personajes principales”, confiesa. De este modo, los lectores (o escuchantes, en el caso de Room 27) pueden imaginarlos libremente y de este modo empatizar en mayor medida con ellos.
Lectura joven
Contra el mito de que los jóvenes no leen, no hay más que pasarse por alguna de las sesiones de firma de libros de Ariana Godoy o, dentro de unas semanas, por la Feria del Libro de Madrid, donde los autores juveniles suelen congregar largas filas de adolescentes deseando encontrarse con ellos. “A menudo en las firmas alguien me dice que empezó leyendo mis libros y ahora es lectora. Tengo lectores que empezaron a leerme cuando estaban en el instituto y ahora ya han terminado la universidad o se van a casar. Es bonito ver que la gente crece contigo”.
Sobre el típico caso de abandono de la lectura motivado por lecturas demasiado arduas a temprana edad, como aquella vieja costumbre de obligar a leer el Quijote en el colegio, la escritora opina: “Yo creo que las primeras lecturas de los jóvenes deben engancharles, y ya irán avanzando y pasando a cosas más intensas. Tiene que ser como una escalera. Yo lo sé porque fui maestra”, afirma.
En sus clases de middle school en Raleigh (Carolina del Norte), casi ninguno de sus alumnos quería leer. “Solo había dos o tres a los que les interesaba. Así que empecé con novelas gráficas, porque tienen dibujos, muchos diálogos y se leen rápido. Poco a poco se dieron cuenta de que leer no es tan aburrido como ellos creían. Después pasaba a los relatos cortos y al final del curso ya estaban leyendo libros”, recuerda. “Hay que crear el hábito de la lectura, y una vez conseguido, habrás creado un lector para siempre”.