Para el 52.º Premio Anagrama de Ensayo, dotado con 10.000 euros, se recibieron 167 originales. De los manuscritos seleccionados pasaron seis a la final. El jurado, compuesto por Jordi Gracia, Pau Luque, Daniel Rico, Remedios Zafra y las editoras Silvia Sesé e Isabel Obiols, han concedido el premio a la obra Sin relato: atrofia de la capacidad narrativa y crisis de la subjetividad, de Lola López Mondéjar, que llegará a las librerías el miércoles 9 de octubre.
Sobre la obra ganadora, Daniel Rico ha declarado: "en un intenso y polifónico diálogo con la filosofía, el psicoanálisis, el cine y la literatura, Lola López Mondéjar trata de explicarse las causas y las consecuencias de una enfermedad cuya propagación y universalización constata a diario en la práctica clínica: la dificultad de contarse y explicarse a sí mismos que sufren los hijos del capitalismo digital, signo inequívoco y desasosegante del creciente vaciamiento del mundo interior, de la merma del pensamiento crítico y del ocaso de la imaginación".
Por su parte, Remedios Zafra asegura que la obra aborda " la complejidad de un mundo que anima a hablar de uno mismo todo el rato y que paralelamente boicotea la lógica narrativa y creativa que requiere todo sujeto para construirse como tal y para escuchar, quizá comprender mejor, a los otros".
Lola López Mondéjar (Molina de Segura, 1958) es psicoanalista y escritora. Conferenciante invitada en distintas universidades y asociaciones psicoanalíticas españolas y extranjeras, ha publicado ensayos y obras de ficción. Entre las últimas destacan las novelas Mi amor desgraciado, La primera vez que no te quiero, Cada noche, cada noche, y los libros de relatos El pensamiento mudo de los peces, Lazos de sangre y Qué mundo tan maravilloso.
La pérdida del relato propio
Al observar al individuo posmoderno, podríamos afirmar que, de todas las transformaciones que sufre, una de las más relevantes es su pérdida de narratividad, la dificultad cada vez más agudizada para contarse a sí mismo y elaborar un relato. Un mal que, pese a su afectación común, sufren en mayor medida quienes han nacido en la era digital.
Entre la filosofía, la sociología y el psicoanálisis, y a partir del análisis de los nuevos fenómenos culturales, Lola López Mondéjar despliega en Sin relato una cartografía de esta jibarización de la capacidad narrativa. Una atrofia asociada no solo a la dificultad para poner en palabras el pensamiento, sino a un déficit del pensamiento mismo y de la imaginación.
En el capitalismo de la atención, donde está siempre rodeado de estímulos, el ciudadano parece abocado a convertirse en un yo mínimo, sin apenas autoconciencia y, paradójicamente, desatento, incapaz de conversar, de rozarse, de comprender al otro.
Y si la incapacidad de trasladar al lenguaje nuestras experiencias nos vacía de ellas, nos uniformiza y nos convierte en analfabetos afectivos, en ciudadanos acríticos e individualistas, la pregunta que surge en este ensayo es: ¿somos hoy menos humanos?