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La periodista y escritora Beatriz Serrano (Madrid, 1989) ha culminado esta noche su ascenso a la popularidad quedando finalista del Premio Planeta. No se hace con el ansiado millón de euros —que ha sido para Paloma Sánchez-Garnica y su novela Victoria—, pero sí con un jugoso premio de 200.000 euros gracias a su segunda novela, Fuego en la garganta.

Se trata de una novela iniciática en la que la protagonista, Blanca, es una adolescente que posee poderes sobrenaturales y recorre la década de los 90 y los primeros años del siglo XXI rebelándose contra el abandono que sufrió en su infancia.

"Nunca me hubiese imaginado estar aquí, casi parece un fallo en Matrix", ha declarado la finalista desde el atril del escenario, antes de explicar, parafraseando a Chuck Palahniuk, que su libro va de "una persona solitaria que trata de conectar con los demás".

Con ecos de Carrie de Stephen King, Fuego en la garganta está protagonizada por una niña con una infancia trágica. Después de que su padre le comunique que su madre se ha ido de vacaciones, aunque en realidad los ha abandonado, "Blanca descubre que tiene la capacidad de obrar milagros, aunque el primer milagro sea matar a una niña de la escuela que se reía de su situación familiar", ha explicado la autora.

Al crecer, Blanca pasará de ser una niña perfecta por miedo al abandono a convertirse en una adolescente conflictiva, obsesionada con los crímenes de Charles Manson y con la música de Joy Division, y que bucea en Internet para "intentar encontrarse a sí misma", ha explicado Serrano.

La autora, que se presenta en su perfil de Instagram como una persona a la que le gustan “las cosas bonitas y los memes feos”, ha desarrollado su carrera en el periodismo digital, especializándose en nuevas narrativas. Ha escrito para medios como BuzzFeed, Vanity Fair, GQ, Harper's Bazaar, SModa o Vogue.

Actualmente, trabaja en El País y además codirige junto al escritor Guillermo Alonso Arsénico Caviar, uno de los pódcast conversacionales más populares del momento, en el que sus dos integrantes charlan de todo tipo de temas con un enfoque personal, divertido y con un toque cultural, y que obtuvo un premio Ondas.

Su primera novela fue El descontento, que estuvo varias semanas entre los libros más vendidos de nuestro país. Se trata de una novela divertida, ácida, corrosiva y, en el fondo, amarga, protagonizada por Marisa, una joven publicista, treintañera y desencantada. 

Marisa ha encontrado la manera de sobrevivir en un contexto laboral hostil. Ha aprendido a medrar en la empresa disimulando, trabajando lo menos posible, aprovechándose de los de abajo (otros aún más jóvenes y explotados que ella) mientras no para de ver vídeos en YouTube y se pone hasta arriba de tranquilizantes.

La obra capta, como su título indica, el malestar, el cansancio y la frustración de toda una generación (la suya, la milenial) que se crio entre algodones y a la que le prometieron un futuro brillante, pero que, a pesar de estar sobradamente preparados, se encuentran bajo el yugo de la explotación laboral y míseros sueldos.