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Hija de madre alemana y padre chino-panameño, Sigrid Nunez (Nueva York, 1951) fue siempre una autora casi secreta, de culto. Profesora en Princeton y Columbia, y asistente y amiga personal de Susan Sontag, tampoco obtener el National Award en 2018 por El amigo (Anagrama) sirvió para popularizar su obra.

Este 2024, sin embargo, todo ha cambiado gracias a Pedro Almodóvar y su última película, La habitación de al lado, basada en la novela de Nunes Cuál es tu tormento (Anagrama), pero también a The friend, inspirada en su novela homónima. Además, acaba de publicar en España Los vulnerables, de nuevo en Anagrama.

Pregunta. Creo que ya ha visto las películas basadas en El amigo y Cuál es tu tormento. ¿Qué le parecieron?

Respuesta. Los cineastas hicieron muchos cambios, como sabía que harían, pero es maravilloso ver lo fieles a los personajes y a los temas de las novelas que han resultado ser ambas películas. La mayoría de los escritores que conozco que han adaptado sus obras al cine están decepcionados por los resultados, pero yo me siento increíblemente afortunada y agradecida.

P. El final de la película de Almodóvar es diferente al de su libro: ¿le convence la solución propuesta por el director, o hubiera preferido que respetara su novela?

R. Bueno, el final es bastante diferente, pero para mí es tan convincente como mi propio final. No considero que los cambios de Almodóvar no respeten mi novela. Tampoco nunca esperé que las adaptaciones de mis novelas fueran transcripciones directas de mis textos. Sabía que se harían cambios para adaptarse tanto a las necesidades del arte cinematográfico como a las propias visiones de los cineastas. El final de la adaptación de El amigo también es diferente del de mi novela.

P. Pero, ¿por qué no quiso intervenir en los guiones?

R. Porque no sé nada de guiones ni de dirección. Pensé que lo mejor era dar libertad creativa a los cineastas.

Personajes dignos y vulnerables

P. ¿Qué le han parecido las interpretaciones de Julianne Moore y Tilda Swinton?

R. Estoy de acuerdo con todos los críticos que se han quedado atónitos ante las poderosas interpretaciones de estas mujeres. Es especialmente emocionante ver a actrices que ya no son jóvenes aparecer tan bellas en pantalla. Y la forma en que se relacionan entre ellas también es extraordinaria. Un dúo realmente conmovedor.

P. ¿Y qué opina de las de Naomi Watts y Bill Murray?

R. Naomi Watts y el perro, Bing, tienen los papeles más importantes, y ambos están brillantes. Me conmovió mucho la forma en que Watts consigue retratar a la narradora del libro como alguien vulnerable y digno a la vez. Está pasando por un momento muy difícil, pero nunca se autocompadece. El personaje de Bill Murray es bastante pequeño, pero lo hace muy eficaz. Me hubiera gustado ver al menos una escena más con él.

P. ¿Qué relación existe entre Los vulnerables, Cuál es tu tormento y El amigo?

R. Aunque no lo había planeado previamente, ahora veo estas obras como una especie de trilogía. Los libros comparten los mismos temas y narradores similares, con sensibilidades parecidas y las mismas formas de ver la vida y el mundo. Cada uno de ellos está especialmente interesado en los temas del envejecimiento y la mortalidad, la pérdida y el duelo, y en el consuelo que ofrecen la amistad y el arte.

Confinada en Nueva York

P. Los vulnerables podría describirse apresuradamente como una novela sobre la pandemia. ¿Cómo pasó usted el confinamiento?

R. Estaba en mi apartamento de Nueva York, donde vivo sola. Me quedé en casa e intenté trabajar -aunque al principio de la pandemia trabajar era casi imposible- y me apoyé en Zoom para dar mis clases y mantenerme al día con amigos y familiares. Como escritora, estoy acostumbrada a pasar mucho tiempo sola en casa, así que no supuso un gran cambio para mí. Salía todos los días a dar largos paseos por la ciudad cerrada, lo que resultaba extraño y tranquilo, un cambio drástico respecto a las ruidosas calles habitualmente abarrotadas.

P. Hablando de ruido, ¿cómo se imagina Estados y el mundo si Trump gana las próximas elecciones presidenciales?

R. Para cualquiera que se preocupe por la democracia, los derechos humanos, el Estado de derecho y la búsqueda de soluciones a la crisis climática, una segunda administración Trump será catastrófica.

P. ¿Y se imagina a una mujer como presidenta de Estados Unidos? ¿Qué opina de Kamala Harris?

R. Desde luego. De hecho, en mi novela Salvation City, que se publicó en 2010 y transcurre durante una pandemia mundial, hice que la presidenta de Estados Unidos fuera una mujer, así que ya me lo he imaginado. Apoyo a Kamala Harris y espero que sea la primera presidenta estadounidense. Es la única candidata digna de ese puesto.

El peligro de las fake news

P. ¿A qué cree que se debe el éxito actual del populismo y de las noticias falsas en todo el mundo?

R. Hay diferentes tipos de populismo. El tipo de populismo que preocupa hoy en todo el mundo es una versión de extrema derecha que ha logrado convencer a muchas personas desilusionadas e insatisfechas de que la causa de todos sus problemas son las instituciones y políticas liberales, y que se ensaña con los inmigrantes, convirtiéndolos en chivos expiatorios y fomentando el odio y la violencia contra ellos.

»Los políticos deseosos de explotar este tipo de populismo saben que las noticias falsas, amplificadas por la radio de derechas y las redes sociales, son su arma más potente, por lo que tienen motivos de sobra para seguir creándolas. Por desgracia, los sistemas educativos están haciendo un pésimo trabajo a la hora de enseñar a la gente a distinguir las noticias falsas y la propaganda de las fuentes objetivas.

P. ¿Es cierto que su literatura tiene una fortísima relación con los cuentos de hadas?

R. Sí, muy fuerte. Los cuentos de hadas fueron las primeras historias que conocí, y de niña me encantaban. Eran breves y, sin embargo, parecían contener todo lo importante sobre la experiencia humana y el mundo. También eran muy bonitos. Y fueron los que me hicieron querer ser escritora...

P. Hace algún tiempo, comentó que usted (al igual que Virginia Woolf o Susan Sontag) escribe como si fuera una religión, como algo sagrado por lo que hace muchos sacrificios. ¿Por qué cree que muchos jóvenes escritores no comparten esta forma de trabajar, de dedicarse a la escritura?

R. Para empezar, están demasiado distraídos, gracias a Internet y a las incesantes redes sociales. Para muchos de ellos, escribir es sobre todo expresarse y buscar el reconocimiento de su identidad racial o de género. Lo ven como parte de un estilo de vida más que como una vocación. Y son tantos los que escriben hoy en día, y tantos los que consiguen publicar, que el prestigio del escritor, al menos aquí en Estados Unidos, es mucho menor que antaño.