Gioconda Belli regresa con 'Un silencio lleno de murmullos', del sandinismo al caudillismo
- La autora sigue indagando en los asuntos que le interesan y, siendo fiel a sí misma, desde una perspectiva lírica.
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Gioconda Belli (Managua, 1948) acaba de recibir el Premio Reina Sofía de Poesía, un galardón realmente prestigioso. De hecho, Belli se estrenó en la literatura como poeta con su celebrado libro Sobre la grama (1972). A este le siguieron otros, algunos laureados y, lo que es más importante, recompensados con multitud de lectores.
Pero la escritora también compone novelas, género en el que se inició en 1988 con La mujer habitada, en la que aparecen los temas más representativos de su producción –la mujer, las relaciones amorosas y la Revolución nicaragüense– observados desde una mirada de poeta.
Después publicó otros igualmente icónicos como Sofía de los presagios (1990), Waslala (1996) y El infinito en la palma de la mano (2008). En Un silencio lleno de murmullos Belli sigue indagando en los asuntos que le interesan y, siendo fiel a sí misma, continúa haciéndolo desde una perspectiva lírica.
Valeria, una revolucionaria que contribuyó a los cambios políticos de Nicaragua, murió en Madrid. Su hija –Penélope– viaja a España para hacerse cargo de la casa y de los bienes que su madre dejó al fallecer, pero la pandemia por la Covid la sorprende y la declaración del estado de alarma la mantiene varada en la capital.
Durante el tiempo en el que se prolonga el estricto confinamiento español, Penélope se dedicará a deshacer el hogar materno. Allí descubrirá facetas desconocidas de Valeria, desvelará algunos misterios y, sobre todo, encontrará unos textos que la ayudarán a comprender las dificultades de su vida y la acercarán a una mujer a la que, desde que era una niña, había reprochado su falta de atención.
La novela se inicia con una explicación sobre el nombre de la narradora –Penélope– que hace referencia a la fiel esposa de Ulises, el personaje que tejía y destejía el sudario de Laertes para engañar a los pretendientes en ausencia del marido. Y termina con alusiones a Sísifo, el rey de Corinto castigado por Zeus a empujar hasta la cima de una montaña una roca que, alcanzada la cumbre, vuelve a caer. Así se representa la absurdidad del esfuerzo humano.
En 'Un silencio lleno de murmullos' Belli reflexiona sobre el feminismo, la maternidad, el placer y la revolución sandinista
Desde el punto de vista cronológico, el relato principal se enmarca en las semanas que van desde que se inició del confinamiento el 14 de marzo de 2020 hasta que se levantó el estado de alarma el 21 de junio, aunque la historia se amplía a los años 70 del siglo XX, tiempo en el que una joven Valeria se entregó a la Revolución Sandinista.
El encierro no funciona solo como cerco temporal, sino que tiene un claro valor simbólico. Representa la clausura y el sinsentido de la existencia, y refleja la obligación impuesta de repensar una realidad disparatada. Los "Papeles de Valeria", que la hija encuentra de forma casual, introducen en el relato una perspectiva necesaria que sirve de contrapunto a la de la protagonista.
En Un silencio lleno de murmullos Belli reflexiona sobre el feminismo, la maternidad, la hijidad (el motivo de la madre ausente y el trauma que provoca es ubicuo y se percibe real), el placer femenino, las relaciones afectivas, la infancia y la Revolución Sandinista. La crítica contra el caudillismo del último Ortega en Nicaragua resulta demoledora.