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El velo de misterio que siempre ha recubierto la figura del escritor Cormac McCarthy ha comenzado a deshilarse. El pasado 20 de noviembre una noticia sacudió la comunidad literaria estadounidense: el autor de La carretera, fallecido en junio de 2023, había tenido una relación con una joven de 16 años cuando él tenía 42. Lo contó ella misma, una vaquera de 64 años con antepasados finlandeses llamada Augusta Britt, en una entrevista que mantuvo con el periodista Vincenzo Barney, publicada en la revista Vanity Fair.

Algunos expertos en la obra del escritor, como Dianne C. Luce y Edwin T. Arnold, descubrieron la existencia de esta relación hace cuatro décadas, según han confirmado a The New York TimesLaurence Gonzales, biógrafo y amigo del escritor, también lo sabía, según desvela al diario estadounidense. McCarthy, que contrajo matrimonio tres veces en su vida, estaba casado en el momento en que tuvo lugar la relación, consentida según la protagonista de esta historia.  

El inicio del romance comenzó en 1976. McCarthy, aún lejísimos del éxito literario que acabaría logrando, se encontraba escribiendo su cuarta novela, Suttree, en la que da cuenta de sus años alcohólicos. Un día se encontró en las duchas de una piscina de un motel en Tucson (Arizona) con una joven que portaba un revólver Colt. Cuando el escritor le preguntó, bromeando, si iba a dispararlo, ella le contó que se lo había robado al director del centro de acogida en el que estaba interna.

En el segundo encuentro ella llevó un ejemplar de El guardián del vergel, la ópera prima del escritor, para que se lo firmara, y pasó a pormenorizar los hitos más escabrosos de su atribulada infancia, marcada por la violencia. Si no fuera por las confirmaciones del biógrafo de McCarthy y los expertos en su obra, la entrevista reportajeada de Barney en Vanity Fair, que desprende un tono altamente sensacionalista, resultaría poco creíble. En un momento incluso el periodista, que utiliza la primera persona, cuenta que sube junto a Britt a bordo de un Cadillac Escalade que supuestamente le habría regalado el escritor.

Britt relata que mantuvo la primera relación sexual con el escritor cuando tenía 17 años. Poco después, McCarthy se lleva a su amante a México después de que esta sufriera un nuevo episodio de violencia en su entorno familiar. Según Barney, llegan a México —después de manipular el certificado de nacimiento de Britt— por el mismo camino que la comitiva de Holden recorre en Meridiano de sangre, la novela sobre la que entonces se estaba documentando.

Poco después vivieron juntos en El Paso (Texas), donde Britt descubrió que McCarthy seguía casado con su segunda esposa, la cantante inglesa Annie DeLisle, con la que había contraído matrimonio en 1966. Más tarde se enteró de que tenía un hijo de la misma edad que ella. Por iniciativa de su familia, empiezan a ser perseguidos por la policía, que sigue las pesquisas facilitadas por la madre de ella —había encontrado las cartas clandestinas que se enviaba con el escritor— y por los interrogatorios al personal del motel.

El romance nunca volvió a ser tan intenso como al inicio, según lo que se desprende del testimonio de Britt en la entrevista, pero McCarthy no dejó de visitarla en Tucson cada pocos meses durante el resto de su vida. "Él era mi salvación. Realmente siento que si no lo hubiera conocido, habría muerto joven. Lo que me causó problemas vino después, cuando empezó a escribir sobre mí", dice ella. Cuando supuestamente el escritor utilizó su aventura como cohesionar sus ficciones, se sintió traicionada, aunque le pareció aún peor que hiciera morir a personajes que Britt creía inspirados en ella.

Polémica literaria y cancelación social

Esta declaración, así como las elucubraciones que Barney hace al respecto, es lo que ha puesto en guardia a los conocedores del escritor y su obra. El periodista asegura en la entrevista que Britt había inspirado "muchos de los personajes más emblemáticos de McCarthy" en nada menos que diez de sus novelas.

Carla Jean, que se casa a los 16 años con un veterano de la guerra de Vietnam en No es país para viejos, pudo haber sido uno de ellos. En la adaptación al cine de los hermanos Coen que encumbró a Javier Bardem como estrella de Hollywood (Oscar al mejor actor secundario), la joven fue interpretada por Kelly MacDonald. En cuanto a los personajes presuntamente basados en ella de la novela Suttree, Dianne C. Luce —la citadas experta en su obra— asegura que es imposible, pues McCarthy escribió un borrador de la novela con esos personajes años antes de conocer a la joven.

En muchos casos los atributos de Britt estaban encarnados por personajes masculinos, según Barney. Además, la relación con la joven explicaría su obsesión por los caballos, las armas y las jóvenes atormentadas. Otros estudiosos de la obra de McCarthy, cuyos nombres no son facilitados por The New York Times, creen que ella sí influyó en la creación de estos personajes.

En todo caso, la noticia de su relación con una menor ya ha comenzado a socavar la reputación del autor de Todos los hermosos caballos. Incluso algunos de sus lectores más entusiastas ya se han pronunciado en clave incriminatoria. En una publicación en X, Aaron Gwyn, profesor de inglés de la Universidad de Carolina del Norte en Charlotte, quien ha escrito sobre McCarthy e impartido conferencias sobre su obra, calificó de "indefendible" su comportamiento, e informó de que ya no subiría nuevos contenidos sobre el autor a su canal de YouTube.

El año que viene verán la luz en la Universidad Estatal de Texas muchos de los archivos que McCarthy conservaba. No es descabellado pensar que estos albergan cartas y otros documentos personales. Acaso entonces se conozcan nuevas informaciones acerca de este romance. O tal vez se abran nuevas grietas en el muro detrás del que el autor se refugió con tanto celo a lo largo de su vida.