Ensayo

Guerra o revolución. El PCE en la guerra civil

Fernando Hernández Sánchez

4 marzo, 2011 01:00

Crítica. Barcelona, 2011. 576 páginas. 29'90 euros


Fernando Hernández fue coautor del volumen que cerraba la monumental tetralogía de Ángel Viñas sobre la República en la guerra civil. El libro que hoy nos ocupa ofrece una perspectiva complementaria a la desarrollada por Viñas, centrándose en el papel desempeñado en la contienda por el partido comunista de España.

Si hay un tema controvertido en nuestra reciente historia, ése es el juicio que cabe hacer de la actuación comunista durante aquellos trágicos años. Desde la derecha no se les ha dejado de recordar Paracuellos y otras matanzas, amén de responsabilizarles como cómplices del desencadenamiento del terror estalinista en nuestro país. Desde la orilla opuesta, los anarquistas no les han perdonado su intervención en los sucesos de mayo del 37 en Barcelona y su aplastamiento de la revolución en nombre del realismo político, al tiempo que los disidentes comunistas del POUM aireaban agraviados la tortura y asesinato de Nin. Desde la perspectiva de un sector del PSOE y del gobierno republicano, se extendió la acusación de que el PCE manejaba a Negrín y que, en general, los comunistas llevaron la guerra y el rumbo de la República siempre bajo las directrices e intereses de Moscú.

Consciente de todo ello, Hernández dedica el primer capítulo a establecer un "estado de la cuestión" acerca de lo que ha dicho la historiografía y la política sobre la actuación comunista en aquel período. Su planteamiento es que, frente a los ajustes de cuentas y las memorias deformadas por un lado, y las cruzadas anticomunistas por otro, el cometido del historiador debe ser acercarse a la verdad de mano de los hechos, es decir, de toda la documentación disponible, sin prejuicios ni anteojeras. En principio, pues, el objetivo es analizar y ponderar, descartando tanto la mera justificación como la condena o el estereotipo. Para ello, Hernández se enfrenta al desentrañamiento de una ingente maraña documental. Hay que reconocer que el trabajo del autor es impresionante: 70 páginas de notas dan testimonio de un meticuloso examen de archivos, periódicos y obras de toda índole. Cuestión distinta es el resultado de esa criba, que no convencerá a quienes mantienen una actitud crítica sobre la conducta del PCE. Por decirlo francamente, las conclusiones de este libro son abiertamente favorables a la teoría y praxis comunista del período. Sin ocultar fallos concretos ni orillar temas escabrosos, se trasluce empero una actitud comprensiva del autor ante un partido que debe hacer ímprobos equilibrios entre el usufructo de la ayuda soviética (imprescindible para la supervivencia de la República) y las presiones de Moscú. Situados entre el antifascismo genérico y la tentación del sectarismo y, desde una óptica complementaria, entre el patriotismo y la vocación internacionalista, los dirigentes del PCE intentaron -siempre según Hernández- modular su respuesta a una realidad complicada y "extremadamente dinámica" como fue la guerra civil.

Por ello, este libro valora el esfuerzo, coraje y heroísmo de un minúsculo partido que emerge de la absoluta marginalidad para asentarse en pocos años en un espacio político determinante, con un discurso interclasista que galvanizó adhesiones y entusiasmos. Hasta cierto punto, sostiene el autor, el PCE fue la primera víctima de ese éxito, porque antes y después se magnificó su influencia real. Aunque por errores propios y ajenos llegara al final de la guerra convertido en un "gigante varado", el PCE -termina Hernández- dejó un conmovedor legado de resistencia épica al fascismo que alimentaría durante mucho tiempo los sueños de libertad de generaciones de españoles.