John Lennon
La causa abierta contra John Lennon no ha dejado de crecer. El pasado ocho de diciembre se cumplieron treinta años del asesinato del autor de canciones como "Julia", condenadas a la eternidad. Quizá para demostrar la inmortalidad del beatle, lo inagotable del mito, se acaba de editar Las muchas vidas de John Lennon, un libro de Albert Golman que supera al de Norman en cien páginas (934 frente a 834) y, no podía ser de otra manera, en minuciosidad, crueldad y morbo. Goldman tardó seis años, durante los cuales entrevistó a más de 1.200 personas, en escribir este perfil detallado, no siempre contrastado, y en la mayoría de ocasiones despiadado, de un Lennon entre divino y humano, que arrastró durante toda su vida, de manera dolorosa, su inmenso talento y sus arrebatos de soberbia.
Especialista en biografías concienzudas y polémicas, como la que en 1981 dinamitaba definitivamente la figura de Elvis Presley, Goldman no decepcionará a sus seguidores con este perfil de un Lennon inseguro durante su infancia, violento con su familia y consumidor compulsivo de drogas. Incluso la miopía del músico se convierte en motivo de crítica en este libro cruel, que ha despertado la ira no sólo de los seguidores de los Beatles, sino de buena parte de la prensa musical. La prestigiosa revista Rolling Stone desautorizó Las muchas vidas... asegurando que estaba repleto de falsedades y descalificaciones sensacionalistas. Y Yoko Ono se sintió tan ofendida con el libro que puso en marcha una campaña, vídeo incluido, para evitar, según dijo entonces, que "las nuevas generaciones no se intoxicasen con esta sarta de mentiras, destinada a dañar de manera irreversible la imagen de alguien que lo dio todo por los demás".
A John Lennon, como a todos los mártires, jamás se les deja de juzgar. Pero lo de Goldman parece excesivo. El biógrafo de Pensilvania acusa a Lennon de depravaciones sexuales (asegura que se acostó de manera compulsiva con jóvenes de ambos sexos en lupanares de Bangkok), de estar "esclavizado por la heroína", y de mostrarse violento de manera sicológica y física con su familia y la gente que le rodeaba. Incluso se atreve a decir que este pacifista de manual financió con jugosos donativos las actividades de la banda terrorista IRA. Un ejemplo perfecto de las intenciones sensacionalistas de Goldman, de su falta de respeto no sólo por el compositor sino también por su obra, es el comentario que realiza del clásico "Imagine": "Un acompañamiento de piano tan monótono como el que haría un estudiante en prácticas y una entrega vocal tan débil como un himno cantado en una iglesia".
Los fans de los Beatles pueden llegar a sentirse ofendidos por un libro que, pensarán, intenta destruir al miembro con más talento de la banda. Misión imposible. John Lennon no fue un ángel, evidentemente, y las contradicciones que le acosaron durante toda su vida son un hecho. Pero su obra, que se encuentra muy por encima de las posibles miserias personales, ha pasado a la posteridad. "Imagine" es historia, Las muchas vidas de John Lennon, el deseo oportunista de serlo.